Las 7 claves del acuerdo del Gobierno
El presidente del Gobierno anunció este sábado una batería de medidas que busca restablecer la Constitución y el Estatuto de Autonomía de cataluña. Ni más, ni menos.
La Generalitat y el Parlament siguen funcionando. En esencia, el Gobierno tomó este sábado dos decisiones: relevar de sus cargos a los miembros del Govern y prohibir que el Parlament tome decisiones en pro de la independencia de Cataluña. Es decir, los dos principales órganos que garantizan el autogobierno en Cataluña -el Ejecutivo y Legislativo autonómicos- siguen plenamente vigentes, según lo establecido por la ley española y catalana. El presidente del Gobierno, en exquisita coordinación con el PSOE y Ciudadanos, anunció ayer una batería de medidas que busca restablecer -previa aprobación del Senado- la Constitución y el Estatuto de Autonomía de cataluña. Ni más, ni menos.
¿Qué funciones asume Rajoy?
El presidente del Gobierno se reserva la capacidad, exclusiva hasta ahora de Carles Puigdemont, de disolver la Cámara legislativa catalana y convocar elecciones. Sólo Rajoy podrá convocar a los ciudadanos catalanes a las urnas. La pregunta es cuándo lo hará. En su intervención, Mariano Rajoy dejó claro que será en un plazo máximo de seis meses, si bien existe la posibilidad de que el Gobierno solicite al Senado una ampliación del plazo. Ciudadanos y el PSOE quieren que sea cuanto antes, pero en La Moncloa dan mucha importancia a que se haya recuperado la «normalidad institucional y la convivencia». Todo depende de cómo transcurran los próximos meses, pero es difícil que se convoquen antes de primavera.
¿Y si Puigdemont convoca elecciones antes de que el Senado apruebe el 155?
Carles Puigdemont es presidente de la Generalitat hasta que el Senado apruebe la aplicación del 155, que se producirá en Pleno el próximo viernes 27 de octubre. Si antes de eso Puigdemont convocara unas elecciones autonómicas (renunciando así a declarar la independencia), supondría que está volviendo a la legalidad. En ese caso, el Pleno de la Cámara Alta tendrá la posibilidad de no aprobar el 155.
¿Y si Puigdemont declara la independencia?
En ese caso el procedimiento del 155 seguiría su curso en el Senado. En paralelo, sería el turno de la Justicia, a través de dos vías: el Tribunal Constitucional anularía la declaración (previa impugnación de la Abogacía del Estado) y la Fiscalía emprendería acciones legales contra Puigdemont y su Gobierno. Como hemos sabido, el Ministerio Público está ultimando una querella por rebelión contra el presidente de la Generalitat, que ya ha anunciado que presentará si Puigdemont se adelanta a la aplicación del 155.
¿El Parlament ha sido cerrado?
No. El acuerdo del Consejo de Ministros mantiene las funciones del Parlamento, órgano legislativo de Cataluña. Esto significa que sus diputado seguirán en posesión de su acta hasta que la Cámara sea disuelta. El único límite que el Consejo de Ministro ha establecido es prohibir cualquier decisión que vaya en contra de lo establecido en el artículo 155: proponer un nuevo candidato a investidura o una moción de censura. En cualquier caso el Parlament sí puede realizar su trabajo como cámara legislativa en cualquier iniciativa que no promueva la independencia y vaya en contra de la Constitución.
¿Puigdemont seguirá siendo diputado?
Sí. Aunque sea cesado como presidente del Govern y pierda la inmunidad de la que gozaba como tal, sigue manteniendo su escaño de diputado en el Parlament. Su condición de legislador sigue intacta, en el marco de lo establecido en el Estatuto de Autonomía de Cataluña.
¿Cuándo se sustituirá a los consejeros y a Puigdemont?
Cuando el próximo sábado 28 el Boeltín Oficial del Estado (BOE) publique el acuerdo del Senado, será de nuevo el turno del Consejo de Ministros, que deberá formalizar la sustitución y designar a los sucesores.
¿Se sustituirá a todos los cargos intermedios, como el director de TV3 o el mayor de los Mossos?
Esas decisiones se tomarán en función de los acontecimientos. Serán las nuevas autoridade s catalanas quienes lo decidan, en función de si se someten a sus directrices políticas o no. Así se producirá en cada consellería u organismo público. Dicho esto, parece obvio que quienes en los últimos meses se hayan significado en favor de la independencia no permanezcan en sus cargos.
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