2018, un campo de minas para el PSOE
Son numerosos los problemas que ha tenido que enfrentar Sánchez en los escasos meses que llevamos de curso político
1. Un Comité Federal que destapó fantasmas
Hace menos de dos semanas el PSOE aprobó por unanimidad en el Comité Federal un nuevo reglamento que reforzaba el papel de las bases y el de la dirección federal. Pero tras esa unanimidad hubo más silencio que fervor. Ningún presidente autonómico pidió la palabra, Susana Díaz estuvo ausente del cónclave y solo uno, Guillermo Fernández Vara, se quedó a la votación.
2. Elena Valenciano y la unidad perdida
De nuevo más silencio que críticas a las decisiones de Ferraz. Pero los más lejanos al secretario general han interpretado su decisión de no apoyar a Elena Valenciano como presidenta del grupo socialdemócrata en el Parlamento Europeo como un gesto de «sectarismo» que va en la línea opuesta a reconstruir la unidad en el partido.
3. Las encuestas reflejan estancamiento
En el CIS de agosto de 2017 el PSOE disparó al PSOE por encima del 25%. Subida que permitió a Sánchez para considerar que el riesgo de ser superado por Podemos estaba conjurado. Pero las últimas encuestas han mostrado una tendencia a la baja en paralelo al ascenso de Ciudadanos. Ferraz lo estima coyuntural, y el ascenso de Rivera fruto de la caída del PP.
4. El rédito del trabajo en el Congreso
La ausencia de Sánchez en el Congreso se nota cada vez más. El partido acumula iniciativas y sesiones monográficas sobre cuestiones sociales que le convierten en el partido con más iniciativas, pero Podemos se le ha adelantado en asuntos clave, como la aprobación de la brecha salaria. En el grupo existen dudas sobre el papel en la sesión de control, demandando más agresividad.
5. El bable, el catalán y el castellano
Ferraz ha defendido de forma férrea las posiciones del PSC sobre la escuela catalana y la apuesta de Francina Armengol para que el catalán sea un criterio para ser obtener plaza fija como médico. También el oficialismo «amable» del bable en Asturias, que rechaza el presidente Javier Fernández. Algo que ha incomodado a los barones de la España interior.
6. La reconciliación con los antiguos líderes
En la campaña de las elecciones catalanas se visibilizó un acercamiento a José Luis Rodríguez Zapatero. Mesa y mantel mediante, Sánchez ha tratado de hacer lo propio con Felipe González. Con Alfredo Pérez Rubalcaba las posiciones parecen más alejadas. La Escuela de Gobierno del partido (15-18 de marzo) será una buena prueba de la fragilidad de esa unidad
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