Pedro Morenés, ministro de Defensa: «No hay riesgo de que España se rompa»

-¿Tiene este Día de la Fiesta Nacional una connotación muy especial?

-Todos los Días de España son especiales, porque España es especial. Es un festejo importante, de una Nación importante. Creo que este año tiene las connotaciones que corresponden a este año, los anteriores tuvieron las de los años anteriores, pero es un día de celebración por pertenecer a una Nación que, como España, lleva muchos años, 500 o más en el mundo, contribuyendo al desarrollo general de la humanidad.

-«Soy europeo porque soy español», dijo el pasado miércoles en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo ¿Alguna reflexión sobre esa frase?

-Está muy bien traída porque es que, además, esto que hoy tiene mucho sentido, a lo largo de esos 500 años que acabo de mencionar, lo ha tenido siempre. España ha estado en Europa de una manera importantísima a lo largo de los siglos y ha contribuido enormemente a que en Europa exista un sentido de europeísmo. Ha sido España la que ha contribuido a eso, por eso el Rey dice «Soy europeo porque soy español», porque la europeidad es consustancial a la esencia española. Como es consustancial lo que ha sido la relación con Iberoamérica, y como van a ser consustanciales todas las relaciones que podamos tener con África, porque es nuestro entorno vital.

-¿Cómo ha vivido el ministro de Defensa el reto del soberanismo catalán? ¿Hay riesgo de que España se rompa?

-No hay riesgo de que España se rompa. Por lo que acabo de decir ahora y porque en este mundo en el que vivimos hacen falta uniones fuertes; es un mundo extraordinariamente complejo, o extraordinariamente amplio, y yo creo que España, por muchas razones del corazón, de la cabeza, históricas, de futuro, sobre todo, tiene una misión que cumplir, tiene unos bienes que dar a los españoles y eso viene muchísimo más vinculado con la unidad, con la capacidad de tener objetivos comunes -estamos hablando de alianzas, fíjese usted-, que con la separación y la ruptura. La separación y la ruptura empobrecen, y la unión querida y la unión, digamos, mantenida contra todas las tormentas, enriquece a la Nación, enriquece a las Naciones amigas de esa Nación y contribuye a la estabilidad y a la paz mundial de una manera extraordinariamente singular.

-¿Cree que el Gobierno podría haber hecho algo más en Cataluña? ¿La relación con Artur Mas es irreconducible?

-No soy yo el que lo tiene que decir. El Gobierno ha hecho todo lo posible porque el ámbito de España en Cataluña y en el resto de España sea un ámbito de progreso, de mejora, de salida de la crisis, de convivencia. Creo que eso es lo que tiene que hacer el Gobierno. Ayudar, impulsar y fomentar la mejora de todas las condiciones de los españoles. Sinceramente, creo que el Gobierno lo ha hecho y eso va a tener un reflejo en las vidas de cada uno de los españoles, incluidos los catalanes.

-¿Cómo ve al presidente Rajoy ante las elecciones del 20 de diciembre?

-Veo al presidente unas veces muy, muy bien, y otras veces, muy bien. Me parece un hombre sereno, que entiende perfectamente bien cuáles son los problemas de España, que trabaja denodadamente por resolverlos, que confía y cree en los mensajes que da, y que desde luego para mí, y además al fin de la legislatura le puedo garantizar que es un ejemplo de entrega al servicio de España.

-Usted no es afiliado al PP. No ha cambiado eso ¿no?

-No.

-Quizá desde fuera pueda dar una clave. ¿Qué debe hacer el PP para ganar las elecciones?

-Hay que tener las ideas claras, trabajar honradamente, creer en lo que se dice, y día a día hay que cumplir con el deber. No es, ni ha sido, sólo una tarea de un sprint final, la consolidación de la acción política se hace todos los días estando en el despacho y en la calle y tratando de hacer las cosas bien. Eso es lo que hay que hacer. El PP y todo el mundo. El liderazgo tiene un extraordinario componente moral. Y el componente moral supone trabajar para los demás olvidándose del propio interés. Esta es mi visión. Y eso acaba siendo reconocido por la sociedad.

-A escasos dos meses de que acabe la legislatura ¿qué balance hace de su gestión al frente del Ministerio de Defensa. ¿Se atrevería a darse una nota?

-En primer lugar, no es mi nota, es la nota de un equipo, eso quiero que quede muy claro. Aquí estamos un grupo de personas, con uniforme y sin uniforme, tratando, eso sí estoy absolutamente convencido, de hacer las cosas bien todos los días porque todos somos conscientes de la trascendencia de nuestro trabajo. Hemos trabajado denodadamente, hemos puesto la Defensa de España en el mundo; hemos reestructurado lo que había que reestructurar de las Fuerzas Armadas; hemos sacado leyes importantísimas adelante y sobre todo, hemos cuidado y hemos querido a las Fuerzas Armadas. Creo que el trabajo de esta casa y de las Fuerzas Armadas se ha hecho de una manera conjunta, se ha hecho de una manera transparente, y se ha hecho con una profunda lealtad. En eso, en los ámbitos de personal, de material y operativo creo que hay una conjunción importante, un lenguaje compartido, unas preocupaciones también compartidas y creo que hemos hecho un buen equipo. La Defensa necesita un buen equipo.

-¿Lo mejor y lo peor de ser ministro?

-Lo mejor de ser ministro es servir a España. ¿Lo peor? Tener que dar el pésame a los familiares de los soldados que han muerto por España.

-¿Qué ha aprendido?

-¿Qué he aprendido? [Piensa uno segundos]. A aguantar.

-¿Y un error que no repetiría?

-Muchísimos. Yo cometo errores, como mucha gente, y me molesta cometerlos. Me encantaría poco a poco ir siendo algo mejor cada día, pero puede usted elegir cualquiera de los que he cometido, que los sabe usted perfectamente.

-¿Por qué no quiere repetir como ministro de Defensa en caso de que Rajoy repitiera como presidente del Gobierno y se lo propusiera otra vez?

-En esta casa he aprendido una cosa que me encanta y la aplico en mi vida en general: «Ni pedir, ni rehusar». Pero rezo mucho porque no me vea en la tesitura segunda ¿Sabe lo que le digo? Estoy al servicio de España, pero he cumplido una misión, tengo 67 años, estoy razonablemente satisfecho de lo que he hecho y bueno, «ni pedir, ni rehusar».

-¿Qué le parecen algunos desaires de alcaldes de izquierda radical (con Podemos entre dichas coaliciones) a los representantes militares en provincias donde gobiernan?

-Me parecen de una profunda mala educación y desde luego, una profunda falta de sentido institucional de lo que representan en sus puestos.

-¿Tiene constancia de que haya habido algún tipo de…?

-¿De reacciones dentro de la casa? Dentro de la casa... ¡qué va a haber! Comprenderá usted que a la gente si no la respetan o si de alguna manera la vejan, pues se siente dolida, como es natural. Y máxime quienes además son representantes de una vocación que requiere la entrega de la vida en servicio a los demás, incluidos esos alcaldes, o esos representantes municipales. Cualquier persona se sentiría muy dolida, y los militares son personas como cualquiera otras, con ese plus de dedicación y entrega a los demás.

-¿Cuál es la principal amenaza a las que se enfrenta España desde el punto de vista de la Defensa Nacional?

-La más importante, sin duda, es el terrorismo. El terrorismo que combatimos desde Afganistán hasta la República Centroafricana, de una manera distinta pero que tiene mucho que ver. Y luego hay otro tipo de amenazas para nosotros muy graves que son todas aquellas que afectan a nuestros Aliados. Nosotros pertenecemos a dos organizaciones políticas y militares, que son la Unión Europea y, sobre todo, la Alianza Atlántica, y el riesgo de nuestros Aliados es nuestro propio riesgo.

-El pasado lunes y martes recibió al secretario de Defensa de EE.UU., Ashton Carter, quien visitó Madrid y Morón de la Frontera. ¿Cómo pueden desarrollarse aún más las relaciones de ambos países en materia de Defensa?

-Las relaciones con EE.UU. han cambiado de manera extraordinaria. Hay una confianza muy grande entre ambos países a nivel de jefatura del Estado, a nivel del Gobierno, a nivel de los ministros de Defensa, que con los tres secretarios de Defensa de esta legislatura -Panetta, Hagel y Carter- yo he tenido una relación de trabajo muy cercano y de amistad, diría yo, y de confianza, que redunda en beneficio de nuestras Fuerzas Armadas. ¿En qué podemos mejorar? Tenemos que compartir elementos de inteligencia militar que ellos tienen y que están muy vinculados con su enorme capacidad de obtener determinadas informaciones. Esa es una parte esencial para generar confianza entre dos instituciones que sirven a lo que sirven, que es a la paz y estabilidad propias y del mundo. Lo segundo que tenemos que hacer es identificar aquellos riesgos y amenazas que nos son comunes. En eso debo decir que España ha tirado del carro para convencer a la OTAN y a los propios EE.UU. de que el Sur era fuente de problemas y lo va a ser mucho más en el futuro. Además podríamos hablar también, y creo que lo vamos a hacer y pronto va a haber buenas noticias en ese sentido, sobre el desarrollo de capacidades industriales y tecnológicas que de alguna manera sean coparticipadas por nuestras industrias. Creo que eso puede ser un elemento clave en esa escala de unión entre dos países que comparten principios.

-¿Se refiere a participaciones conjuntas en empresas o fusiones?

-Me refiero a que, por ejemplo, tecnologías españolas puedan contribuir al desarrollo o a determinados desarrollos en el ámbito de la industria de Defensa de los Estados Unidos; que nosotros sigamos acogiendo capacidades tecnológicas desarrolladas por EE.UU. en nuestra industria aquí desde un elemento, a lo mejor, exportador común.