anécdotas historicas del congreso
Suñer y Capdevila, el diputado más irreverente
Su discurso contra la Iglesia fue tan duro que provocó la ira del resto de políticos, y una contundente respuesta del almirante Topete
sara medialdea
Francisco Suñer y Capdevila, médico y político español, republicano y rabiosamente anticlerical, fue protagonista de una de las mayores polémicas que han tenido lugar en el Congreso de los Diputados. Corría el año 1869, cuando Suñer y Capdevila lanzó su famoso discurso «Guerra a ... Dios» , una arenga en la que exponía su pensamiento ateo y que fue motivo de gran escándalo entre muchos de sus compañeros diputados de otras formaciones.
No es extraño imaginarlo, habida cuenta de lo que Suñer leyó en aquel discurso: básicamente, negó la virginidad de María , aseguró que de hecho había tenido otros hijos, hermanos de Jesucristo. Lo hizo al hilo de la enmienda que presentó a los artículos 21 y 22 del proyecto de Constitución, en la que defendía que todo español tiene derecho a no profesar ninguna religión, según cuenta Luis Carandell en su libro «Se abre la sesión».
La reacción de los demás diputados, especialmente de los conservadores, frente a sus afirmaciones no se hizo esperar: abucheos, pateos, protestas en voz alta ... hasta que el presidente de la Cámara, Nicolás Rivero, le interumpió en su discurso, lo que fue respondido también a gritos entre los compañeros de bancada de Suñer y Capdevila. En medio de una descomunal bronca, finalizó la sesión.
No fue la única «tarascada» protagonizada por Suñer y sus incendiarios discursos: apenas una semana después, volvió a la carga en el mismo escenario, y entonces comenzó otra intervención en la que, dijo, pensaba apoyarse en los evangelistas San Mateo, San Marcos y San Lucas para cargar de razones los argumentos que ya utilizó en su anterior discurso, contra la Virgen. Siguió luego acusando a Jesucristo de ser poco patriota , y finalizó diciendo que los milagros le causaban risa. Nuevo escándalo entre los presentes, al que en esta ocasión respondió el almirante y ministro Juan Bautista Topete: «Yo, no como ministro sino como español, creo que tengo la representación de 17 millones de españoles, que aún no han perdido la fe ni la vergüenza , para protestar contra la blasfemias del señor Suñer».
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