Hazte premium Hazte premium

Ramón Espadaler: «No compartimos que la solución sea una declaración de independencia»

Es el nuevo líder de Unió dice que no se define como independentista, pero reprocha a Rajoy que no hiciera una contrapropuesta al pacto fiscal de Mas

Ramón Espadaler: «No compartimos que la solución sea una declaración de independencia» inés baucells

Mayte Alcaraz

Un divorcio tras 37 años de matrimonio es difícil de gestionar. Y en política más. Sobre todo si uno de los «esposos» decide convocar elecciones pretendidamente plebiscitarias . Es lo que ha hecho Artur Mas. El cónyuge que compartía la vida y los gastos y que ahora afronta en solitario el envite es Unió Democràtica. Su candidato a la Generalitat, Ramón Espadaler (Vic, Barcelona, 1963), es un hombre sereno, empeñado en reclamar diálogo para solucionar el callejón sin salida que se dirime en las elecciones del próximo 27 de septiembre. Precisamente, ese concepto de «callejón sin salida» o, en catalán «cul-de-sac», aflora al comenzar esta entrevista.

-¿Por qué en Cataluña solo se escucha a los extremistas y los discursos moderados parecen silenciados?

-Porque la moderación no es tan altisonante. Pero creo que el mensaje del seny, expresión muy catalana, está calando. Hace falta seny para salir del «cul-de-sac», que también es una expresión catalana que significa «callejón sin salida». Y ello es así, porque existen amplias franjas de población, que sí quieren un respeto para Cataluña, que sí quieren solucionar un desencuentro que es real, pero que no quieren hacerlo bajo las formas de la declaración de independencia porque no las comparten.

-¿Usted tampoco?

-Lo hemos dicho con claridad meridiana: Unió no votará una declaración de independencia.

-O sea que si el 28 de septiembre, Mas tiene los escaños que para él son suficientes (68 sobre 135) y declara la independencia de Cataluña, su grupo no va a prestarle sus votos...

-Por supuesto que no lo apoyaremos. Es que el 27 de septiembre es muy importante, porque fijará la fotografía del arco parlamentario, pero el 28 hay que gobernar el país, bajo un programa económico y social. Esta es nuestra gran preocupación.

-¿Tiene alguna duda de que Mas consumará su amenaza?

-Si Mas tiene los escaños suficientes, aunque sea con la suma de las CUP, no tengo la menor duda de que la declaración de independencia está servida.

-¿Se han sentido traicionados por el presidente de la Generalitat?

-Ni Unió se siente traicionada por Mas ni Unió ha traicionado a Mas. Simplemente hemos hecho un tramo importante del camino juntos, algo de lo que Unió no se arrepiente. Llegados a este punto, Unió se siente heredera de lo que fue la Convergencia i Unió capaz de defender los intereses de Cataluña y hacer aportaciones positivas para el conjunto de España.

-¿Se ha movido Convergencia?

-Es evidente que quien se ha movido es CDC.

-¿A ustedes los echó de CiU Oriol Junqueras?

-Hemos roto porque compartiendo el diagnóstico, no estamos de acuerdo con la terapia. Convergencia ha asumido las tesis de ERC, que es quien ha ganado la batalla de las ideas. Nosotros no compartimos que la solución a los problemas de Cataluña sea una declaración unilateral de independencia.

-Usted dice que la independencia no la apoyarían pero el derecho a decidir sí. Sabe bien que nuestra Constitución no recoge ese concepto, por tanto también eso es ilegal...

-Nuestra secuencia es muy simple: diálogo con el Gobierno central y propuesta concertada con éste que pueda ser votada por el conjunto de la ciudadanía.

-¿A través de qué mecanismo?

-A través de una consulta, siempre que sea fruto de un acuerdo entre el Gobierno central y el de la Generalitat.

-Pero si la soberanía nacional es de todos, tendrían que votar todos los españoles...

-En principio, lo más razonable es que vote solo Cataluña.

-¿Usted cree lo de «España nos roba»?

«Los catalanes tienen derecho a saber qué president y qué programa están votando»

-Creo que el desencuentro tiene una vertiente económico-fiscal, pero no es la única. Ni siquiera estamos ante un problema únicamente competencial. Existen además algunos aspectos sensibles como la ley Wert, el modelo educativo, el tema lingüístico, etc... Es el sumatorio de muchas circunstancias que nosotros atribuimos en gran parte a la responsabilidad del PP, lo que nos ha llevado a la situación actual. Rajoy no ha sido capaz de dar respuesta política a este problema. Aunque hubo voces al principio en el seno del PP que advertían de la complejidad de la situación, el presidente Rajoy tomó una opción, que era la no respuesta, la no acción, esperando que el paso del tiempo solucionara el problema. Y el paso del tiempo no solo no lo ha solucionado sino que lo ha complicado y la judicialización ha sido aún peor. Hay una sensación generalizada en Cataluña de que recibe un trato injusto por parte del Estado español. Y esto no es algo coyuntural.

-Pero cuando se hacen públicas las balanzas fiscales, dicen lo contrario. Por ejemplo, el déficit de Madrid triplica al de Cataluña y la Comunidad Valenciana es la peor financiada...

-Los problemas financieros que puedan tener otras regiones nos merecen mucho respeto. Pero yo creo que nuestra preocupación ahora es Cataluña y creo que sí se evidencia una infrafinanciación estructural que se puede dimensionar desde diversas perspectivas. Si se toman las balanzas fiscales con los estándares de nuestro entorno arrojan entre 10.000 y 12.000 millones. Y si se toman los métodos de cálculo de Montoro, esto desciende a 5.000 o 7.000 millones. Pero no es el único problema. Existe una sensación de agravio. Y no solo es responsabilidad del PP sino también del PSOE.

-¿No tendrá queja del PSOE, que aprobó el Estatut?

-La famosa frase de Zapatero de «apoyaré el Estatut que salga del Parlament» está en la memoria de muchos ciudadanos. Precisamente creo que la profundidad de la crisis empieza con la sentencia del TC contra el Estatut.

-Y, según usted, ¿qué tenía que haber hecho un presidente del Gobierno de España, incumplir la ley?

-El presidente Rajoy tenía que haber hecho algún tipo de contrapropuesta. Cataluña puso sobre la mesa un pacto fiscal que es probable que desde la perspectiva del Gobierno de España no fuera asumible en su totalidad, pero en cualquier caso la respuesta no fue una alternativa, sino simplemente la negativa. Y a partir de ahí ha ido creciendo ese sentimiento generalizado y transversal que en el caso de la independencia puede estar respaldado por un 40-45%, según las encuestas. Y en el caso de la percepción de trato injusto hacia Cataluña asciende hasta el 80%. El presidente Rajoy no supo ni calibrarlo ni gestionarlo. Y es un error mayúsculo.

-Y los gobernantes catalanes, ¿no tienen ninguna culpa de lo ocurrido?

-Cuando existe un desencuentro siempre hay elementos compartidos entre ambas partes, pero lo que no se puede negar es que Cataluña ha sido propositiva. Lo fue con el Estatut, con el pacto fiscal y también cuando intentamos encontrar una alternativa de consulta, por todas las vías posibles. La contrapartida siempre ha sido una negativa.

-¿Usted es independentista?

-Nunca me defino como independentista. Me defino como una persona nacionalista catalana que está en un partido catalanista, de tradición histórica, que tiene como prioridad y como razón de ser Cataluña, pero que entiende que esto es conjugable con la pertenencia al marco del Estado español, siempre y cuando se den unos elementos que en estos momentos no se dan.

-Explíqueme en qué consiste la última propuesta de Unió, tomada de otra que hizo Herrero de Miñón, de incluir una disposición adicional en la Constitución sobre la singularidad de Cataluña...

-No se trata de reabrir el título octavo de la Constitución, que se cerró en falso en 1978. Pero sí de singularizar algo que es objetivable, que es la condición de nación de Cataluña, que ha de ser respetada en su expresión cultural, lingüística y ello puede hacerse incorporando una disposición adicional.

«Nunca me defino como independentista. Me defino como una persona nacionalista catalana»

-¿Qué le sugieren las contradicciones en la lista única Junts pel si? Primero Romeva dice que Mas no tiene garantizado su apoyo y luego echa marcha atrás...

-Lo vivimos como lo viven los ciudadanos, con un punto de perplejidad. Hay que exigir que todas las candidaturas expliciten quién es su candidato, como ha hecho Unió. La candidatura Junts pel si es muy ambigua. Algunos en su seno reclaman las políticas del tripartito y otros, las de Convergencia i Unió. Creo que los ciudadanos tienen derecho a saber qué «president» y qué programa están votando.

-Dicen que Rajoy confía en que su candidatura rebaje las expectativas de Ciudadanos...

-No estamos en política para ser útiles al presidente Rajoy. Nuestra propuesta parte del catalanismo político. Y somos un partido socialcristiano. Ciudadanos no tiene ninguna sensibilidad catalanista y su modelo socioeconómico es ambiguo. Su pertenencia a la internacional liberal no se articula muy bien con apoyos a gobiernos autonómicos y municipales.

-¿Comprendería a Rajoy si aplicara el artículo 155?

-Hemos llegado hasta aquí porque cuando hubo la posibilidad de utilizar el artículo 150.2, para permitir una consulta pactada y legal, no se hizo. Y lamento que la imposibilidad de haber aplicado ese artículo lleve al Gobierno a la aplicación del 155, que a mi modo de ver sería un error. Un problema político requiere una respuesta política.

-¿Cree en el federalismo que propugna el PSOE?

-El PSOE debería explicarlo porque últimamente va en retroceso. Abrir un debate constitucional, que sabemos cómo comienza pero no sabemos cómo acaba, es complejo. Particularmente en un Parlamento como el español que puede presentarse muy fragmentado. Somos muy prudentes en el debate constitucional. Tiene riesgos para España.

-¿Pactaría con Albiol?

-Con la elección de Albiol, el PP ha hecho una propuesta muy extrema. Sitúa al PP a la derecha de la derecha. Unió es antifrentista.

-Los empresarios catalanes han respondido tarde a Mas ¿por miedo?

-No existe una situación de miedo. Por prudencia, sí. Pero sí están alzando la voz algunos sectores de empresarios preocupados por la incertidumbre y la necesidad de aprovechar la recuperación económica para que llegue a las empresas y a las familias. La estabilidad es un valor político de primero orden.

-¿Qué opina de la posición de la Corona?

-Soy profundamente respetuoso con la Corona y entiendo que guarda una distancia institucional más que razonable.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación