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crónica negra

Un asesinato de cine en Valencia

El 27 de junio de 1950 la limpiadora de la sala Oriente de la capital del Turia acabó con la vida del conserje y lo descuartizó

Un asesinato de cine en Valencia abc

teresa díaz

María López Ducós y Salvador Rovira Pérez fueron los protagonistas de las películas del Oriente de Valencia durante muchos años. La limpiadora y el conserje de la sala compartían lecho, después de ver fracasados sus sueños con sus respectivos cónyuges, en la casa contigua al cine. Entre ellos la convivencia no era fácil, atravesaban apuros económicos y a Salvador le gustaba beber.

La noche del 27 de junio de 1950 fue como cualquier otra para la pareja salvo por una cosa. María fue por la tarde al Monte de Piedad a empañar varios objetos de poco valor para poder llegar a fin de mes, mientras Salvador se gastaba lo poco que ganaban en copas de whisky solo en el bar que acostumbraba frecuentar. El conserje llegó ebrio al apartamento donde le esperaba su pareja aterrorizada, imaginaba que llegaría oliendo a alcohol y con ganas de discutir. Así fue: el hombre encontró las papeletas del Monte de Piedad y comenzó a propinarle golpes a la limpiadora de la sala .

Un cadáver disfrazado de mujer

La paliza no terminó con ella plagada de moratones y contusiones, sino con él muerto porque ella le empujó y, por accidente, se golpeó con un objeto pesado en la cabeza. María no lo dudó ni por un segundo, tenía que deshacerse del cuerpo para eliminar las pruebas. En tan solo cinco horas y ayudada por un serrucho y una sierra de arco descuartizó el cadáver de su pareja . Cuando los conocidos preguntaron por él, dijo que se había marchado unos días a Barcelona.

María quiso despistar a la Policía y decidió depilar el vello de los brazos y las piernas de Salvador, pintar con esmalte sus uñas y arrojar las extremidades en la estación ferroviaria, cerca de la vía a Barcelona, con el fin de que pensaran que correspondían a una mujer. El tronco del cuerpo lo escondió tras el quiosco situado en la esquina de las calles Sueca y Denia. La cabeza, se desconoce si por algún motivo sentimental, la cubrió de serrín y la colocó detrás de la pantalla , que aquella noche proyectaba la película sueca «La muralla invisible». Sin embargo, una vez realizadas las pruebas de ADN, la Policía estrechó el cerco que indicaba que María era la asesina del conserje del cine Oriente de Valencia.

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