Pablo Iglesias se va de gira para vender Podemos como modelo de unidad popular

Pablo Iglesias se irá de gira este verano a bordo de lo que el partido ha llamado la «caravana del cambio» , con la que pretende recorrer el país en los próximos meses para perfilar su proyecto de cara a las elecciones generales. El objetivo es acercar a Iglesias a la ciudadanía, hacerlo «mucho más accesible», como ha señalado él mismo en rueda de prensa. De hecho, gran parte de sus empeños durante la presentación de la campaña se han dirigido a intentar que todo el mundo lo tuteara . «Hablar de tú no suele ocurrir con otros políticos como Rajoy, y en esa línea queremos continuar», ha insistido.

La caravana con la que Podemos echar andar su maquinaria electoral va a acompañada de una página web, personalista y centrada en Pablo Iglesias , en la que las nuevas tecnologías —que tantos réditos dieron al partido y que consideran «uno de los grandes aciertos»— servirán para crear una imagen «menos seria» del líder del partido. De hecho, el equipo de diseño ha cambiado el logo del partido y ha apostado por añadir más color y plasmar a Iglesias con una generosa sonrisa.

La ruta comenzará este fin de semana en Cádiz , una de las ciudades en las que la candidatura de unidad popular en la que se incluía Podemos logró desbancar a la popular Teófila Martínez de la alcaldía de la ciudad. Iglesias participará en varios actos acompañado del nuevo regidor gaditano y compañero de partido, José María González «Kichi», uno de los dos únicos cabeza de lista de las «ciudades del cambio» que es realmente afiliado a Podemos. Viajará por el resto de ciudades donde el partido tiene poder municipal a lo largo del verano y, el fin de semana que viene, estará en Cataluña. En Nueva York hará parada el 1 de julio, aunque este punto de la agenda está pendiente aún de confirmar.

Después de las elecciones municipales y autonómicas y los triunfos de las candidaturas de unidad popular, Podemos hizo lectura de los resultados —mucho más halagüeños para las candidaturas municipalistas que para la propia marca— y, tras poner freno a las voces, internas y externas, que piden para las generales una fórmula similar a la de los municipios, intenta recoger el guante de la convergencia «encontrándose con los principales actores del cambio para escuchar sus inquietudes, iniciativas y propuestas». Es una «ruta por la unidad popular», en palabras de la coordinadora política Irene Montero. Pero eso sí, sin IU.

Iglesias ha sido muy claro en este punto: «A personas a las que respeto mucho les gustaría que a las elecciones se presentara un frente de ziqueirdas con Podemos e IU. La respuesta es no », ha indicado. Ha sido incluso muy duro por momentos con el partido con el que colaboró en sus inicios: «Si tienen un partido deberían presentarse con su partido a las elecciones. Decían que Podemos lo estaba haciendo mal y ahora deberían ser coherentes con eso». Aunque tiene la puerta abierta a reunirse con Alberto Garzón o enviar a alguien de su partido a que lo haga, la decisión es clara: «No vamos a llegar a acuerdos dirigente-dirigente».

La puerta solo está abierta con otras formaciones en determinadas regiones, como Cataluña, Galicia o Comunidad Valenciana , donde Podemos podría concurrir unido a otras fuerzas porque se trata de «ecosistemas políticos diferentes». «Nuestro nombre y logo tienen que estar, pero ya veremos cómo», ha señalado Iglesias.

El objetivo es «fichar» a miembros de la sociedad civil, de reconocidas trayectorias —jueces, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, activistas sociales...—, con perfiles similares a los de Manuela Carmena y Ada Colau. «La unidad popular es que la gente normal se una a nuestro proyecto», ha defendido Iglesias en rueda de prensa, pero ha matizado que ésta no se construye «con reuniones de jefes de dos partidos», sino «desde abajo». De hecho, desde el Consejo de Coordinación del partido ya se apuntó a contactos con «personas imprescindibles para el cambio» y diversos colectivos como «sindicatos, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca o Jueces para la Democracia», a los que pretende incorporar en sus listas para las primarias del partido. Sin embargo, declinan dar nombres «hasta que los acuerdos no estén cerrados».

La dirección del partido ha venido repitiendo que su estrategia es aglutinar al mayor número de colectivos bajo Podemos, insistiendo en que la convergencia ha de darse con la ciudadanía y los movimientos sociales, y no sumando más siglas. «Podemos ya es un instrumento de unidad popular» , repiten desde la Ejecutiva cada vez que se les pregunta por esta cuestión.

Así, y respondiendo también al manifiesto crítico secundado por dirigentes del partido —entre ellos, el «barón» de Aragón, Pablo Echenique— que pedía «estar más en la calle» y una «mayor apertura para las elecciones generales», Iglesias se propone recorrer cada rincón de España sumando voces a su proyecto y visitando aquellas ciudades que quedaron fuera de su agenda durante la anterior campaña. «De Vistalegre —asamblea fundacional del partido— salimos con una máquina organizativa dirigida a ganar las elecciones», ha indicado Iglesias, pero ahora lo que quieren es convertir Podemos en «el instrumento para el cambio en España derrotando al PP». Y ha insistido: «Trabajar para seguir siendo lo que ya somos».

Esta caravana de «pre-campaña electoral» se completará con una serie de mesas de debate que el partido empezará a realizar en el mes de julio y que se estrenará el día 11 con el «Foro por el cambio», según informó el lunes el secretario de Relaciones con la Sociedad Civil de Podemos, Rafael Mayoral. Podemos está preparando «en torno a 30 mesas de debate» para poner encima de la mesa asuntos que preocupan a la ciudadanía y «seducir» a quienes no les votaron en los comicios autonómicos y municipales. La maquinaria para el envite electoral de otoño, el decisivo, ya está en marcha.