Los insultos también entran en campaña electoral
Algunos de los principales líderes no dudan en utilizar la descalificación personal cuando de captar votos se trata
m. n. m.
Solo faltan nueve días para las elecciones, y si algo ha caracterizado la campaña electoral es el uso del insulto como herramienta política. Algunos, incluso, han sido aplaudidos en mítines, jaleados por aquellos que no ven en el la descalificación personal un problema. En plena ... campaña algunos políticos han perdido el buen gusto. Parece que todo vale cuando de captar votos se trata.
«Soraya, con su carita de zorra, no es más que una mala perra casposa, sucia y ratera. No hay más que verla. No pueden soportar que hayan perdido otra vez las elecciones en Andalucía. Como ellos mismos dicen... Que se joda». Fueron las duras palabras que utilizó el jefe de área de la Diputación de Huelva y miembro del PSOE de Moguer, Jesús Díaz Robles, para descalificar a la vicepresidenta del Gobierno. Aunque lo difundió por Facebook y más tarde lo borró, fueron muchos los usuarios que vieron las ofensivas palabras de este político andaluz. Ya se había referido previamente a la exministra de Sanidad Ana Mato con el comentario: «Golfa, a secas», y también había insultado al alcalde de Huelva.
Pero también los pequeños partidos emergentes se sumaron al carro del insulto. Así, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se dirigió en el primer mitin de la campaña a Esperanza Aguirre como «la condesa de la corrupción» de «sangre azul», en referencia a la candidata del PP a la Alcaldía de Madrid, que es «corrupta», «gentuza», y que los suyos son unos «ladrones». «Vamos a decirles lo que son: ladrones, corruptos, gentuza, que han metido la mano en la caja, han destrozado lo público», exclamó Iglesias.
Por su parte, la portavoz de UPyD en el Congreso, Rosa Díez, consideró esta semana un «insulto a la inteligencia» y un «gesto de improvisación e inmadurez política» una propuesta del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en materia de vivienda en la que insta a que se limite a dos el número de personas por habitación. «Todavía no han llegado y ya discriminan, sin tener poder ya quieren discriminar. Es una cosa que debería de explicarnos cuanto antes».
Pero no solo los políticos se apuntan a la moda del insulto. La directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife, María del Mar Villafranca, por su parte, utilizó Twitter para reclamar un proyecto para la Alhambra que lleva años parado. Calificó de «tontos del culo» a los votantes del PP que creyeran «las patrañas sobre el Atrio» (el programa que reclamaba para el monumento nazarí). Más tarde rectificó y pidió perdón a los votantes, porque «merecen» todo su «respeto democrático».
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