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Crece el interés de los jóvenes por la política pero también su desconfianza

Más de ocho de cada diez creen que los partidos políticos están interesados en su voto pero no en su opinión

Crece el interés de los jóvenes por la política pero también su desconfianza fotolia

m.R. castro

El dirigente político medio en España peina canas , pero más de tres millones de papeletas para los próximos comicios autonómicos y municipales pertenecerán a ciudadanos que nacieron a partir los noventa. Son jóvenes de entre 18 y 25 años, amenudo tachados de despreocupados por la política y de abstencionistas, pero que empiezan a mirar a «los de arriba» con creciente interés.

Si en 2008 no llegaban a ser 3 de cada 10 jóvenes (un 27%) los «muy» o «bastante» interesados por la política, la cifra en 2014 supera el 41%, según datos del informe elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud. De hecho, ante la pregunta directa, siete de cada diez jóvenes manifiestan un interés medio o alto.

Pero a este creciente interés se une a una desconfianza casi generalizada hacia la «política convencional» y las instituciones. Más de 8 de cada 10 creen que los partidos políticos solo están interesados en su voto y no en su opinión. Tampoco tienen ningún interés en afiliarse. En cuanto al asociacionismo, de por sí bajo en casi todos los campos, el 76,6% ni pertenece a ningún partido político ni tiene intención de hacerlo. Al otro extremo se encuentran los grupos deportivos o culturales y los voluntariados.

Y no sólo es desconfianza lo que les generan sus representantes políticos. Son tres los sentimientos que agrupan a la mitad de los jóvenes en cuanto a su visión de la política: indignación, desconfianza e impotencia . Su intención de voto... tremendamente elevada. El 80% asegura que irá a las urnas.

La crisis los ha enfrentado a un muro de realidad pesimista, convirtiendo la idea de comerse el mundo con la que crecieron en un indigestión. Por ello han vuelto a reivindicar valores como «el esfuerzo, el ahorro, la honestidad o la prudencia» frente a otros más hedonistas.

¿En qué Instituciones confían los jóvenes?

Su confianza en las Instituciones es también muy significativa. A la cabeza en grado de confianza, las ONGs (una media de 5,06 sobre 10) y las formas o medios de información a través de internet (5,06). Ya en el suspenso, les siguen la Policía (4,59) y el sistema educativo (4,30). La Unión Europea, las Fuerzas Armadas, el Sistema Judicial y los medios de comunicación convencionales se ubican entre el 3 y el 4 de media, seguidos de sindicatos y Parlamento (2,99 y 2,92, respectivamente). La Patronal y el sistema financiero se quedan con un 2,64 y un 2,19, casi a la cola. Al final de la lista, la Iglesia (1,89) y los partidos políticos, con un 1,76 sobre 10 de media.

Entre sus preocupaciones, la más importante es la misma que año tras año atesora alguno de los tres primeros puestos en el barómetro del CIS : la corrupción política, con una importancia otorgada de 9,05 sobre 10. Le sigue la falta de interés de los partidos por los problemas de la gente, la falta de credibilidad y liderazgo de los representantes políticos, la poca participación ciudadana en política y la escasa democracia interna en partidos e instituciones políticas.

Activistas, conservadores o individualistas

El informe analiza cómo se posicionan los jóvenes hacia «lo político», teniendo en cuenta sus valores e intereses, el modelo social que defienden, el modelo político con el que se identifican y la opción política que creen útil. Los resultados los dividen en tres grandes grupos:

En primer lugar, los «activistas politizados» (46,1%), muy interesados por temas políticos, de forma práctica y activa, aunque sin grandes posicionamientos formales. Son decididos defensores de fórmulas alternativas de participación ciudadana, y apuestan por acciones de presión y persuasión —incluso por «las más discutidas»—. Están fuertemente ideologizados... en la izquierda.

El segundo grupo lo componen los «conservadores institucionalistas» (36,7%), cuya mayor preocupación es la estabilidad del sistema y su propio desarrollo vital y profesional. Entienden la política desde su lado más instrumental, sin una ideología tan marcada. Aceptan participar en el juego político, «porque es necesario», pero sólo con acciones formales y que no ponen en riesgo el orden establecido.

Y por último, los «individualistas pasivos» (17,2%), aislados en sus propios intereses y sin conciencia colectiva. Quizás algo más materialistas que otros jóvenes y parecen estár preocupados únicamente por lo que tiene que ver con ellos mismos. No confían en los movimientos ciudadanos y no sienten necesidad de formar parte de ellos.

«Ciudadanos del mundo»

Los jóvenes se consideran, sobre todo, «ciudadanos del mundo». Así lo cree el 34,7%. A medida que el área geográfica es menor, el sentimiento de pertenencia también se hace más pequeño. Un 22,9% se considera sobre todo español, un 18,5%, de su comunidad autónoma y un 16,7%, de su barrio, pueblo o ciudad. Pero hay una excepción: Europa. Tan sólo el 3,5% se considera en primer lugar ciudadano europeo.

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