El PSOE no detiene la sangría: uno de cada cuatro votantes socialistas se fuga a Podemos
Casi el 40 por ciento de electores de Izquierda Unida se van con Pablo Iglesias
Si las elecciones generales se celebraran ahora mismo, el bipartidismo tradicional quedaría roto con la entrada en escena de un nuevo partido, Podemos, que se situaría en segundo lugar, ocho puntos por debajo del PP y casi dos por encima del PSOE, según la encuesta de GAD3 realizada para ABC. ¿Cuál es la procedencia de sus votos? La encuesta refleja que el PSOE e Izquierda Unida son los principales damnificados, aunque todos los partidos sufren en mayor o menor medida una fuga de votantes hacia esa formación política.
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En el caso del PSOE, uno de cada cuatro antiguos votantes abandonan estas siglas para dar su apoyo al nuevo partido de corte populista. Los socialistas serían hoy por hoy el tercer partido político de España, con 80 escaños y un 19,2 por ciento en estimación de voto, lo que supone un retroceso de 9,5 puntos respecto al resultado que obtuvieron en 2011 (28,7 por ciento y 110 escaños). El análisis de la transferencia de votos indica dónde han ido a parar los electores que ha perdido por el camino, y las conclusiones son desvastadoras para los socialistas.
Desplome de confianza
A partir de la pregunta sobre el recuerdo de voto en las generales de 2011, en la encuesta de GAD3 se pregunta a quién se votaría en este momento. Entre los ciudadanos que apoyaron al PSOE hace tres años, menos de la mitad se mantiene fiel a las siglas: el 46 por ciento. Se trata de una fidelidad de voto bastante inferior a la del PP, que alcanza el 57 por ciento entre los que recuerdan que le apoyaron. Una cuarta parte de los antiguos votantes socialistas (el 23 por ciento) confiesa que ahora votarían a Podemos , mientras que un 5 por ciento iría a parar a Izquierda Unida y un 3 por ciento a Ciudadanos. Entre los antiguos votantes del PSOE se observa una gran movilización, que en este caso se traduce en un trasvase de votos a otros partidos.
El expresidente del Gobierno Felipe González dijo ayer en una entrevista que si fuera joven no sería de Podemos porque su «temperamento» es «más moderado», aunque reconoció que el partido de Pablo Iglesias está ahora «articulando un lenguaje de moderación». González advirtió además del riesgo que tiene el PSOE de «perder su vocación mayoritaria; haría mal en no ocupar el espacio de centralidad que está dejando vacío el proceso de derechización y excesivo conservadurismo del PP», concluyó.
En Izquierda Unida el drama es aún mayor. Según la encuesta de GAD3, con mil entrevistas telefónicas realizadas entre los días 9 y 16 de enero, el desplome es monumental, al quedarse con dos diputados de los 11 que tiene en la actualidad . Casi el 40 por ciento de sus antiguos votantes se marchan a Podemos, y solo mantiene fiel a uno de cada tres (33 por ciento). Además, el 5 por ciento irían a Ciudadanos. La movilización de sus votantes también es alta, pero como en el caso del PSOE se dirige a otras formaciones. Eso sí, tiene un 16 por ciento de indecisos, que no saben qué partido apoyar ahora.
El Partido Popular, por el contrario, mantiene la mayor fidelidad de electores, según el recuerdo de voto : casi seis de cada diez (57 por ciento) de sus antiguos votantes volverían a dar su confianza al partido de Mariano Rajoy en las elecciones generales. Pero en estos tres años el PP ha sufrido un duro desgaste traducido en una pérdida de cerca de cinco millones de votantes.
El 7 por ciento de sus antiguos electores recalarían ahora en Ciudadanos, el partido de Albert Rivera que irrumpe en cuarta posición en el escenario nacional . Y un 5 por ciento confiesan que hoy por hoy votaría a Podemos. Según GAD3, se trata de unos 500.000 votantes más cercanos a la izquierda que en 2011 optaron por dar un voto de confianza a Rajoy tras la decepción sufrida con Zapatero.
Desmovilización en el PP
En la encuesta se refleja de manera clara que uno de los problemas del PP es la desmovilización de sus antiguos electores: el 5 por ciento votarían en blanco (más que en ningún otro partido), y el 11 por ciento no irían a las urnas en las próximas elecciones, mientras que mantienen otro 11 por ciento de indecisos.
Así, Podemos se nutriría de un 37 por ciento de antiguos votantes de IU, de un 23 por ciento de socialistas y de un 5 por ciento de los que apoyaron al PP. Pero su caladero es aún mayor. El 14 por ciento de los electores que recuerdan haber votado a UPyD en 2011 se dirigen ahora a la formación de Pablo Iglesias, lo mismo que un 4 por ciento de antiguos votantes de CiU.
¿Qué ocurre con los más jóvenes? Uno de cada tres nuevos votantes (los que han cumplido 18 años desde las últimas elecciones generales) también dirige su mirada a Podemos, que gana la partida en este nicho electoral. Entre los que eran menores en 2011, el 32 por ciento votaría a Podemos, el 11 por ciento al PP, otro 11 por ciento a Izquierda Unida, el 5 por ciento al PSOE y un 4 por ciento a UPyD. El 21 por ciento no quiere participar en las urnas.
Podemos recogería otra parte de votos «indignados» que en 2011 se tradujeron en abstención. Así, entre los que no votaron en esas elecciones, el 19 por ciento lo haría ahora por Iglesias, el 8 por ciento por el PP y el 6 por ciento por el PSOE.
Pero las turbulencias electorales que se presentan este año 2015 en toda España también afectan a los partidos independentistas en Cataluña, que se la juegan tres veces: en las municipales de mayo, en las autonómicas propias de septiembre y en las generales, previstas para noviembre. Según la encuesta de GAD3 para ABC, CiU sufre un fuerte retroceso en estimación de voto en las generales, al pasar del 4,2 por ciento al 2,8, mientras que ERC, sube del 1,1 al 1,8 por ciento, gracías a la caída de su «aliado».
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