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Chaves pide arropar a Sánchez hasta el 24 de mayo para no perder las elecciones
El líder socialista vuelve al discurso de dureza con Podemos tras ver sondeos que pronostican empate entre ambas formaciones
El ex presidente del PSOE Manuel Chaves pidió ayer en el Grupo Socialista, en una reunión a puerta cerrada, unidad con Pedro Sánchez y su proyecto hasta el 24 de mayo, para evitar que el partido sufra una debacle en las elecciones municipales y autonómicas de ese día por la «pinza» entre el PP y Podemos , aseguran a ABC varios asistentes a la cita.
Este llamamiento al cierre de filas se produce cuando las encuestas vienen reflejando, desde octubre, una situación próxima al empate con Podemos, fruto de la retroalimentación entre los discursos del PP y los de Pablo Iglesias, que está llevando el nerviosismo a las filas del PSOE y a movimientos internos que empiezan a cuestionar a Sánchez como candidato a La Moncloa.
Precisamente, a esos movimientos, que buscarían allanar el terreno para un «desembarco» de la presidenta andaluza, Susana Díaz , en Madrid sin primarias a La Moncloa el 26 de julio, a la que Sánchez ya ha anunciado que está decidido a presentarse, se refirió ayer Chaves cuando reclamó «lealtad». Una lealtad con plazo porque el expresidente del PSO da por supuesto que, si los resultados no son buenos, la «operación Susana» se pondrá en marcha con todas las consecuencias.
Poco antes, en su discurso abierto a los medios, el propio Pedro Sánchez había asegurado: «No os convoco para que me deis apoyo como secretario general. Se da por supuesto, como el mío a vosotros, como el valor a los soldados».
En medio de un escenario en el que las encuestas pronostican un achique de espacio político para el PSOE, Sánchez dio la voz de alarma a sus diputados y senadores para que no se dejen arrastrar por el «relato» que pretenden imponer a la sociedad el PP, por un lado, y Podemos.
Mariano Rajoy, señaló Sánchez, va a intentar el discurso «del miedo», el de «yo o el caos» de una izqueirda coaligada, para renovar mandato en las elecciones generales; y, por otro lado, Podemos insistirá «en el cuento de la casta, una especie de cesto de ropa sucia a la que tirar a todos los partidos y asociaciones», mientras que la formación de Pablo Iglesias se presenta como «paradigma de la limpieza y la pureza».
«La primera batalla es el relato» si el PSOE quiere ganar las elecciones municipales y autonómicas, primero, y luego las generales de noviembre. «Estamos en el buen camino» para ganar, insistió el líder del PSOE. Y los socialistas tienen que proponerse como la garantía de siempre frente al uso de la crisis para recortar el Estado de bienestar como ha hecho, al PP, y también, «frente a una extrema izquierda disfrazada de oportunismo ideológico ofreciendo un salto en el vacío ideológico y programático».
Discurso «plano» y «flojo»
Pero no a todos en el PSOE gustó el discurso «plano» y flojo» de casi una hora. El hecho de que el secretario general lo leyera desde un atril instalado para la ocasión en la Sala Constitucional del Congreso le restó «naturalidad», señalan diversas fuentes consultadas por este periódico.
El eurodiputado Ramón Jáuregui reclamo a Sánchez que no centre tanto las críticas en Podemos porque el «adversario natural» del PSOE es el PP, y el partido corre el riesgo de dar carta de naturaleza a una formación que nace de la nada.
Otros barones, algunos de los cuales van a necesitar el apoyo de Podemos para desalojar al PP en autonomías y ayuntamientos coinciden con Jáuregui en que Sánchez vuelve a equivocarse, como pasó en el Comité Federal de septiembre pasado, centrando tanto las críticas en el potencial socio.
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