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La hija de la asesina de Isabel Carrasco dice que el «acoso» comenzó al negarse a besarla

Triana Martínez afirma que su ex jefa en la Diputación de León se le insinuó en 2010

La hija de la asesina de Isabel Carrasco dice que el «acoso» comenzó al negarse a besarla Luisma Guerra

rosa álvarez

La instrucción por el crimen de Isabel Carrasco suma ahora un elemento más. En este caso, de tipo sentimental. Triana Martínez —hija de la asesina confesa de la expresidenta de la Diputación de León— asegura, en el informe forense ratificado este jueves ante el Juzgado y entregado ayer a las partes, que en 2010, cuando trabajaba como funcionaria a las órdenes de la víctima, ésta trató de besarla.

En este documento desvela que Carrasco la citó para «tomar café en su casa, y una vez allí, ésta se le insinuó e intentó besarla, a lo que Triana no accedió». Fue su rechazo a esta proposición lo que cree que desencadenó la mala relación entre ambas, y afirma que es a partir de ese momento cuando empieza «el acoso» sobre ella, sus problemas en la Diputación — fue cesada en el puesto que ocupaba desde 2007 de forma interina — y también el comienzo de la inquina de su madre, Montserrat González, hacia la presidenta de la institución. Un odio que acumuló durante años y que esgrimió en sede policial para justificar el crimen.

Del informe forense de madre e hija se concluye también que sus capacidades mentales son plenas y son perfectamente imputables, según señalaron fuentes cercanas al caso. Lo mismo ocurre con Raquel Gago —la agente de la Policía Local encarcelada por su presunta implicación—, pese a la existencia de un informe pericial en el que se afirma que pudo padecer una «disonancia cognitiva» y que se trata de una persona «débil, dependiente y vulnerable, que no asimiló lo que estaba ocurriendo hasta que encontró el bolso con el arma en el asiento de su coche ».

Triana, Montserrat y Raquel estaban llamadas ayer a declarar ante la juez que instruye el caso, quien las escuchó por separado pese a los rumores que apuntaban durante los últimos días a que podría haber un careo entre las tres. Así, pese a acudir al Juzgado durante la misma mañana, no coincidieron «en ningún momento».

Montserrat fue la primera en entrar a la sala y se limitó a responder a las preguntas de su letrado, incidió en el engaño producido apenas unas horas después de su detención, cuando aseguró que los policías le prometieron que su hija quedaría en libertad y que iban a ayudarlas, lo que la convenció para declararse culpable. Apenas media hora después, Triana sostuvo lo mismo. Más larga fue la intervención de Gago, quien cuestionó su bloqueo durante las horas posteriores al crimen y que no se hubiera visto antes el arm a. Esta semana su abogado volverá a pedir su libertad.

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