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El Supremo revisa la absolución del etarra juzgado por el asesinato de Isaías Carrasco

Pese a que le recononocieron testigos tras los cinco disparos, la Audiencia Nacional consideró que no había prueba suficiente

El Supremo revisa la absolución del etarra juzgado por el asesinato de Isaías Carrasco efe

s.e.

El Tribunal Supremo revisa este martes la sentencia de la Audiencia Nacional que absolvió por falta de pruebas al etarra Beinat Aguinagalde del asesinato del exconcejal socialista de Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa) Isaías Carrasco, que se produjo el 7 de marzo de 2008, último día de campaña de las elecciones generales que se celebraron ese año. El Supremo revisará los recursos de la familia de la víctima y de la Fiscalía, que solicitó en el juicio una pena de 32 años de cárcel por asesinato terrorista, tenencia de armas y daños.

El tribunal, que desestimó las dos indemnizaciones de 600.000 euros solicitados para la viuda y los tres hijos, señala que el único indicio que apunta a la participación de Aguinagalde en el crimen, aunque resulte «insuficiente» para sustentar la condena, es el testimonio de una testigo protegida que se encontraba en el lugar de los hechos y le reconoció como autor de los disparos en comisaría y en el juzgado tras ver una fotografía.

Asimismo, reprochó que no se hubiera realizado una rueda de reconocimiento con la participación del acusado, puesto que fue entregado temporalmente por las autoridades de Francia, donde fue detenido en febrero de 2010 en la localidad de Cahan. «Un reconocimiento fotográfico no es prueba de cargo, pues se trata meramente de un acto de investigación», señalaron los magistrados Guillermo Ruiz Polanco, Ángeles Barreiro y Antonio Díaz Delgado.

Dado que una segunda testigo presencial definió «unos rasgos físicos muy superficiales» del autor de los disparos, el tribunal concluyó que estos dos indicios no consiguen «desvirtuar el derecho fundamental a la presunción de inocencia» del acusado.

No se creen el examen

En el juicio, Aguinagalde aseguró que en el momento del atentado se encontraba haciendo un examen de anatomía patológica en la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco, en el que sacó un 8,5, y que se enteró del crimen cuando comía en un bar de Hernani donde vio un «avance informativo» en la televisión del establecimiento. Sin embargo, los jueces señalaron que esta explicación, que fue ratificada por un amigo del acusado, no ha podido «generar certidumbre» en el tribunal.

Carrasco murió sobre las 13.25 horas del 7 de marzo de 2008 a las puertas de su domicilio, situado en la calle Navas de Tolosa de Arrasate-Mondragón, cuando recibió cinco disparos de bala en el momento en el que se introducía en su vehículo.

El desconocido que le disparó que fue definido por los testigos como «un hombre de entre 25 y 30 años, de una altura entre 1,75 y 1,80 metros, de entre 75 y 80 kilogramos, complexión normal, pelo moreno hacia castaño medio, con barba corta como de varios días, arreglada y cuidada, y cara alargada». El atentado fue reivindicado por la organización terrorista ETA en un comunicado que fue publicado en el diario Gara el 2 de abril de 2008.

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