La Policía detiene a 17 personas y se incauta de 11 kilos de heroína

Un grupo de narcotraficantes se encargaba de contactar con los proveedores del estupefaciente asentados en los Países Bajos y la distribuían en la localidad murciana de San Pedro del Pinatar. Los miembros de la organización usaban las mochilas de colegio de sus hijos pequeños para, junto con ellos, trasladar y entregar la droga al distribuidor final en contacto directo con los consumidores.

La investigación se inició el pasado mes de febrero sobre un grupo que ya fue investigado en 2011. En aquella ocasión los agentes se incautaron de 21 paquetes de 500 gramos de heroína y detuvieron a 33 personas de tres clanes dedicados a la venta de estupefacientes, si bien las líneas de abastecimiento de la droga quedaron operativas.

En las primeras indagaciones los investigadores localizaron a los líderes de la organización, dos personas de origen magrebí residentes en la localidad murciana de San Pedro del Pinatar. Estos se encargaban de contactar con los proveedores de heroína, asentados en los Países Bajos, que no sólo suministraban la sustancia estupefaciente, sino que también la trasladaban en vehículos preparados al efecto, con compartimentos practicados en el chasis de difícil acceso y sofisticados sistemas de ocultación de la droga. Así coordinaban el envío y traslado de la sustancia estupefaciente desde Holanda hasta Murcia.

El transporte era realizado en su mayoría por miembros de origen magrebíes con nacionalidad holandesa que cobraban, en función de los kilos de droga que desplazaban, un montante final al llegar a su destino en Murcia y entregar la droga a los jefes de la organización criminal.

Tras varias gestiones los agentes identificaron a otros miembros de la organización, tres hombres y dos mujeres, todos ellos de nacionalidad marroquí. Su rol consistía en la recepción de la partida de estupefaciente en Murcia y su ocultación en domicilios de seguridad. Para abastecer a otros integrantes de la red, el grupo usaba las mochilas de colegio de sus hijos, que junto con ellos, trasladaban y entregaban la droga al distribuidor final. Finalmente cuando toda la heroína era vendida, un miembro de la organización en España se desplazaba en avión a Holanda con grandes cantidades en efectivo en su equipaje. Este investigado fue detenido con 18.500 euros en efectivo el pasado mes de abril en el aeropuerto holandés de Rotterdam.