El búnker donde Álvarez-Cascos pasó una Nochevieja y otros secretos de La Moncloa
Fotografía del estado del palacete tras la guerra civil - abc
palacio presidencial

El búnker donde Álvarez-Cascos pasó una Nochevieja y otros secretos de La Moncloa

Destruido en la guerra civil, el complejo presidencial ha ido transformándose con cada nuevo inquilino. Suárez puso una pista de tenis, González lo llenó de bonsáis y Aznar de gatos

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Destruido en la guerra civil, el complejo presidencial ha ido transformándose con cada nuevo inquilino. Suárez puso una pista de tenis, González lo llenó de bonsáis y Aznar de gatos

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  1. Reconstruido desde las ruinas en la guerra civil

    Fotografía del estado del palacete tras la guerra civil
    Fotografía del estado del palacete tras la guerra civil - abc

    El palacio, que perteneció a distintos nobles españoles antes de pasar a propiedad de la Corona y posteriormente al Estado, fue destruido casi en su totalidad durante la guerra civil. Cabe recordar que en la zona de Ciudad Universitaria se estableció uno de los frentes más castigados en el cerco a Madrid.

    Reconstruido por el arquitecto Diego Méndez, autor del Valle de los Caídos, en 1955, la nueva edificación siguió el modelo de la Casita del Labrador, de Aranjuez. Entonces fue destinado a residencia oficial de jefes de Estado en visita a España y altas personalidades.

  2. Casi 20 hectáreas para el presidente

    Una imagen general del Palacio de la Moncloa
    Una imagen general del Palacio de la Moncloa - wikipedia

    En 1977, el presidente Adolfo Suárez trasladó la sede de la Presidencia del Gobierno, ubicada hasta entonces en el céntrico Palacio de Villamejor, a La Moncloa. El llamado complejo presidencial de La Moncloa está formado por 13 edificios. Y solo en la residencia presidencial, hay 8 dormitorios, 9 baños, 8 salones o salitas de reuniones y 2 vestidores. El complejo además cuenta con 7 jardines y un helipuerto.

    A finales de los ochenta se levantó junto al propio palacio el pabellón del Consejo de Ministros, donde se celebran las reuniones del Gobierno cada viernes. Antes tenían lugar en el comedor del palacete, donde también se firmaron en su momento los Pactos de la Moncloa.

  3. González: «Una tarta de nata montada con purpurina»

    José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González en una reunión en la Moncloa
    José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González en una reunión en la Moncloa - Sigefredo Camarero

    Felipe González y Carmen Romero no realizaron muchos cambios durante su estancia a pesar de estar casi 14 años. El presidente acostumbraba a decir que era como «una tarta de nata montada con toques de purpurina». Bajo su orden se construyó a unos pasos de la residencia un pequeño pabellón funcional donde se celebran desde entonces los Consejos de Ministros.

    Felipe González, aficionado al cuidado de bonsáis, dedicó especial atención a perfeccionar los jardines del palacio. Además, cultivó un pequeño huerto y, más ampliamente, implantó y cultivó raras especies vegetales que vinieron a complementar el conjunto de los jardines del palacio, conocidos ya por su calidad botánica.

  4. Suárez, el tenis; Aznar, el pádel; y Zapatero, el baloncesto

    Imagen de archivo de Adolfo Suárez jugando al tenis
    Imagen de archivo de Adolfo Suárez jugando al tenis - efe

    Las aficiones de los presidentes de España han transformado progresivamente el complejo de La Moncloa. Si Adolfo Suárez hizo habilitar en los jardines un campo de tenis, José María Aznar instaló la pista de pádel desmontable que Plácido Domingo le había regalado. En cuanto dejó La Moncloa, el expresidente la cedió a la urbanización Montealina de Boadilla del Monte, donde ahora vive. El espacio lo ha ocupado después una cancha de baloncesto, deporte favorito de José Luis Rodríguez Zapatero.

    Por su parte, Leopoldo Calvo-Sotelo rescató una sala de la tercera planta para cultivar su afición a la música donde hizo colocar un piano de cola.

  5. El búnker subterráneo

    Vista aérea del Palacio de La Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno y ahora residencia de Mariano Rajoy
    Vista aérea del Palacio de La Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno y ahora residencia de Mariano Rajoy - abc

    En los años ochenta, ante la amenaza de una guerra nuclear a escala mundial, Felipe González ordenó la creación de un complejo subterráneo que permitiese a los miembros del ejecutivo resguardarse de una gran crisis y coordinar la respuesta del Estado con las fuerzas armadas y demás entes gubernamentales. Las obras corrieron a cargo de la empresa Dragados, cuyos empleados tuvieron que firmar todo tipo de cláusulas de confidencialidad, ya que estas instalaciones fueron clasificadas como «secreto oficial».

    La construcción –que finalizó en 1991– costó alrededor de 60 millones de euros, aunque se desconoce la cifra concreta, ya que fue pagado con cargo a los fondos reservados. El búnker está protegido por una capa hormigón de tres metros de espesor, capaz de resistir un ataque nuclear. La instalación cuenta con tres pisos y capacidad para 200 personas, que podrían resistir aisladas del resto del mundo durante varios meses.

    La última vez que sus trabajadores se encontraron en situación de alerta fue en la Nochevieja de 1999. A causa del temor a que el «efecto 2000» desencadenase una castástrofe electrónica, Francisco Álvarez-Cascos, entonces vicepresidente del Gobierno, se encerró durante una Nochevieja en el búnker con un gabinete de crisis que afortunadamente nunca tuvo que entrar en acción.

  6. Margarita y Manolo: los gatos de Aznar

    El gato Manolo en los escalones del Palacio de la Moncloa
    El gato Manolo en los escalones del Palacio de la Moncloa - José María Barroso

    José María Aznar cogió particular aprecio a los gatos que rondaban los jardines de La Moncloa, y que ya estaban allí cuando comenzó su presidencia. En particular, los dos gatos a los que tenía más cariño se llamaban Manolo y Margarita. A su marcha, José María Aznar se llevó a los dos animales a su nueva vivienda, junto a los dos perros de la familia.

    Por lo demás, el paso del matrimonio Aznar no provocó grandes cambios en el complejo. El presidente habilitó una sala de juegos para sus hijos y Ana Botella trató sin mucho éxito de dar calidez humana a la residencia. A pesar de lo cual, Botella sentenció: «La Moncloa es inhabitable para una familia normal».

  7. La esposa de Zapatero realizó la renovación más radical

    Sonsoles Espinosa y José Luis Rodríguez Zapatero
    Sonsoles Espinosa y José Luis Rodríguez Zapatero -  José María Barroso

    José Luis Rodríguez Zapatero dejó que su esposa, Sonsoles Espinosa, acometiera las tareas de remodelación del palacio. Espinosa, poco conforme con el aspecto de las estancias, sustituyó por completo el mobiliario antiguo por otros más moderno, salvando solo aquel que tuviera valor histórico o artístico. El resultado fue un ambiente donde predominan los tonos grises y blancos y, en definitiva, un estilo internacional. No obstante, fueron respetados los mueves más emblemáticos como la vieja mesa de despacho del general Narváez, regalada por Don Juan Carlos I a Adolfo Suárez, ubicada en el despacho oficial del Presidente.

  8. Antonio Machado se enamoró en los jardines de La Moncloa

    Una fotografía de los jardines del complejo de La Moncloa
    Una fotografía de los jardines del complejo de La Moncloa - patrimonio nacional

    La Fuente del Amor –ubicada en el corazón de los jardines– fue, según han revelado recientemente algunos historiadores, el lugar elegido por Antonio Machado y Pilar Valderrama Guiomar para sus citas clandestinas. En ese tiempo, el enclave no estaba cerrado y la pareja de poetas pudo desarrollar allí su amor secreto.

    A las espaldas de La Moncloa, predomina un hermoso paisaje escalonado, guarecido por cedros, cipreses chopos y acacias.

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