crisis en el psoe
El desplome de las europeas arrastra a Patxi López, el eterno sucesor de Rubalcaba
El secretario general del PSE se ve obligado a renunciar como el líder del PSOE y el navarro Roberto Jiménez
m.a./i.r.
«Tenemos que cambiarnos nosotros», admitía ayer el exlendakari Patxi López tras los nefastos resultados cosechados por el PSOE en las elecciones europeas, que en el País Vasco se tradujeron en la pérdida de la mitad de sus votantes. Los 202.000 votos de ... 2009 se vieron reducidos a 104.000 votos, todo un descalabro que ha obligado al secretario general de los socialistas vascos a dar el mismo paso de Alfredo Pérez Rubalcaba y en Navarra Roberto Jiménez y anunciar su renuncia [la vida política de Patxi López, en imágenes ].
Difícilmente podía eludir López la convocatoria de un congreso extraordinario del PSE tras haber mostrado su apoyo al anunciado en Ferraz. Él fue uno de los barones que ayer asumían «sin paliativos» el fracaso electoral, y lo hacía en primera persona, tras haber participado en 16 actos en toda España durante la campaña.
Los «muy malos datos» del domingo no eran aislados y se sumaban a otras malas cosechas acumuladas. Así lo advertía el propio López: «Llevamos unos cuantos en esta senda».
Las quinielas sobre la sucesión al trono de Rubalcaba , en las que invariablemente aparecía el exlendakari, contrastaban ayer con el tenso ambiente que se respiraba en la Ejecutiva del PSE en Bilbao. Patxi López se limitaba a responder a las preguntas sobre si aspiraba a ser secretario general con un escueto «de eso ya hablaremos».
«A mí me gusta dar un paso cuando toca», señalaba hace ya un año cuando el vicesecretario del PSE, Mikel Torres, afirmó que no tenía «ninguna duda de que Patxi López sería el mejor candidato para presidente del Gobierno». Aquellas declaraciones mostraban la intención del político vasco de postularse para el relevo al frente del PSOE . El propio López lo dejaba claro meses después al afirmar que si era «necesario», no se pondría «de perfil».
Tras ser reelegido por cuarta vez secretario general del PSE, admitió en una entrevista en ABC que no se autodescartaba para las primarias. «Siempre he dicho que lo que pueda ayudar al conjunto del PSOE, lo haré», señalaba entonces López aunque le preocupaba más el desprestigio de la política y los políticos. «Nos debiéramos dedicar mucho más a recuperarlo que a luchas cainitas», añadía.
Se especuló también con que tenía un pacto con Rubalcaba en virtud del cual el secretario general le cedería el testigo antes de que llegaran las primarias. Ambos habían mantenido una misma unidad de acción desde que López llegó a amenazar a José Luis Rodríguez Zapatero en 2011 con un congreso extraordinario si obligaba a Rubalcaba a pasar por primarias para hacerse con la candidatura a la presidencia del Gobierno.
El exlendakari llegó a sondear al PSOE para ser secretario general tras las europeas con la condición de ir a primarias si antes lograba todo el poder orgánico. Lo que no esperaba López es que estos comicios lastraran su candidatura hasta el punto de tener que renunciar como Rubalcaba.
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