«La Guardia Civil no vio ahogarse ningún inmigrante en Ceuta porque nadie se ahogó en aguas españolas»

Tras dos horas de minuciosa exposición, su conclusión, tal como ya adelantó el ministro del Interior, es que la Benemérita actuó correctamente esa madrugada: «Si la Guardia Civil no vio ahogarse a ninguna persona es porque nadie se ahogó en aguas españolas», ha asegurado.

En la actuación del Instituto Armado, ha insistido, se respetaron los principios de «congruencia, proporcionalidad y oportunidad». Para Martínez, los fallecimientos se produjeron por tres factores fundamentales: un error de los inmigrantes al no prever la profundidad de las aguas, el cansancio y la excitación del momento y, finalmente, el hecho de que muchos de los subsaharianos que se echaron al mar no supieran nadar, confiados precisamente en que en todo momento harían pie.

Y ha asegurado que cuando la Guardia Civil llegó a la playa «probablemente» ya se habían producido los ahogamientos. Por tanto, ha recalcado, basándose en las imágenes y las grabaciones de audio, que en ningún momento la Guardia Civil fue consciente de que se estaban produciendo los ahogamientos, y que en ningún caso se puede concluir que hubo una relación causa-efecto ante el uso de material antidisturbios y las muertes de los inmigrantes.

En este mismo sentido ha asegurado que sólo se empleó ese material como elemento disuasorio y que, en cambio, sí hubo trabajos de salvamento. «No hubo órdenes tajantes para evitar la llegada de estas personas, ni enfrentamientos, ni conciencia de que se había producido el fallecimiento de nadie».

No obstante, ha admitido que la Guardia Civil ha hecho un juicio crítico de lo ocurrido, que ha acabado con varias conclusiones: la necesidad de hacer de recuperar la valla como un obstáculo eficaz, la prohibición de utilizar medios antidisturbios en el medio marítimo y estudiar la eficacia de nuevos medios antidisturbios.

Pero ante todo, el secretario de Estado ha intentado en su primera intervención llevar al ánimo de todos los grupos parlamentarios la necesidad de llegar a un pacto de Estado de Inmigración, que saqué la política inmigratoria del debate político, que nos permita ir a las instituciones europeas con una voz única y unida y, además, serenar el debate que suscita una crisis como la que está planteada.