El uso de material antidisturbios en la frontera es habitual desde 2005

La tragedia de Ceuta ha puesto el foco en la utilización del citado material por parte de la Guardia Civil, cuya misión, no hay que olvidarlo, es proteger la integridad de nuestras fronteras. El pasado día 6 se dispararon pelotas de goma a cierta distancia del lugar por el que decenas de sin papeles intentaban llegar a nado a la costa española, para intentar disuadirles de su actitud, sin que en momento alguno esos proyectiles los alcanzaran.

Esa forma de actuar no es nueva. Un informe del 18 de septiembre de 2005 daba cuenta de los incidentes ocurridos en la valla de Melilla, entre el Zoco Had y el paso fronterizo de Farhana, cuando unos cuarenta subsaharianos intentaron entrar de forma ilegal a la Ciudad Autónoma: «La actitud de los inmigrantes -precisa el informe- obligó a la Fuerza del Cuerpo al uso de material antidisturbios, lo que no impidió que un grupo de veinticuatro subsaharianos lograra acceder a la zona entre vallas, donde finalmente, y con la colaboración de las Fuerzas Auxiliares de Marruecos, se logró controlar a los inmigrantes evitando que accedieran a territorio español». Poco más de una hora después se detectaba la presencia de dos personas en la parte exterior del vallado, muriendo una de ellas ese mismo día. Su acompañante dijo ignorar el origen de las lesiones.

El 23 de junio se produjo un hecho similar, aunque esta vez fueron unos 200 los subsaharianos que participaron en el intento de entrada masiva a Melilla, por la zona de Pinares de Rostrogordo. «La Fuerza del Cuerpo -precisa el informe- se vio obligada al empleo de material antidisturbios, con el lanzamiento de unas 100 pelotas de goma, que no consiguieron disuadir a los inmigrantes, ya que lograron su objetivo de acceder ilegalmente a Melilla unos 50 subsaharianos». Como en la anterior ocasión, los inmigrantes se emplearon con violencia, como lo demuestra que diez hombres del Instituto Armado resultaran heridos en la refriega, los mismos que por parte de los sin papeles.

El 28 de agosto del mismo año vuelve a producirse un asalto masivo en Melilla y de nuevo vuelve a ser necesaria la utilización de material antidisturbios para rechazar a los sin papeles, que una vez más se emplearon de forma violenta. Tras estos sucesos se encontró el cadáver de un subsahariano, aunque en territorio marroquí.

Se podría continuar con una larguísima lista de incidentes similares en los que, por desgracia, en ocasiones han muerto inmigrantes. Sin embargo, hasta el momento no se ha podido demostrar la participación de la Guardia Civil en ninguna de estas muertes, ya que al menos hasta ahora han hecho un uso proporcionado y adecuado de la fuerza. Es más; en sentido contrario, son innumerables también los servicios humanitarios que han prestado los hombres y mujeres de este Cuerpo incluso en los momentos en que eran hostigados por los participantes de las avalanchas.

La novedad en los sucesos de Ceuta es que esta vez el material antidisturbios se ha empleado cuando los sin papeles intentaban acceder a nado a territorio español, en una travesía de apenas treinta metros. La fuerza actuante consideró que la mejor forma de repeler ese asalto y devolver a esas personas al punto de donde habían partido era con el uso de pelotas de goma para marcar la línea que no podían pasar los subsaharianos. Se trataba de una situación novedosa y por desgracia acabó en tragedia.