El giro de Duran que alarmó al PP
Rajoy creía que Unió se desmarcaría de la pregunta del referéndum ilegal. No fue así. Era urgente contraatacar
mayte alcaraz
«Todo se decidió tras el aval de Duran a la pregunta de Mas. Fue el punto de inflexión. Confiábamos en que Unió no asumiera esa ilegalidad y dejara solo al líder de Convergencia con Junqueras y la izquierda mas radical. Pero nos equivocamos». Quien ... habla es el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que explicaba ayer a ABC por qué hasta ahora Rajoy no había respondido con un discurso político contundente al desafío de Mas. En la convicción del desapego de Duran estaba también el mensaje de los últimos meses de Aznar, como subraya el ministro, de que «antes se rompería Cataluña que España». Sin embargo, el frente soberanista no se fracturó y la ofensiva, pues, se hizo urgente. De ahí que el ministro catalán se felicite ahora de que a partir de la convención catalana, en la que ha participado activamente, el Gobierno ocupe los fines de semana en el sano ejercicio de rebatir el separatismo que quiere acabar con España. Y no es el único dirigente del PP que lo enfatiza.
-El Gobierno no ha replicado hasta ahora a Mas por prudencia.
-¿Y por qué ahora en la Convención del PP catalán sí?
-Por urgencia.
Son palabras de la presidenta aragonesa, Luisa Fernanda Rudi, horas antes de que Rajoy, Sáenz de Santamaria, Cospedal, el presidente gallego, y tres ministros (José Manuel Soria, el citado Fernández Díaz y el encargado de insuflar oxígeno en forma de euros a la Generalitat, Cristóbal Montoro) desembarcaran este fin de semana en Barcelona para desmontar a Mas y su desafío ilegal. Al presidente se lo habían aconsejado algunos dirigentes autonómicos a los que ha recibido discretamente en Moncloa en las últimas semanas.
Con todos ha hablado de política general, interrogado por candidatos europeos (aunque Rajoy no les ha dado ni una pista; sensu contrario, ha preguntado a sus invitados por sus favoritos), pero sobre todo de Cataluña. Y todos han coincidido: pedagogía frente a mentira, presidente. ¿Y qué hay más pedagógico que los números desnudos?; es la economía, estúpido, como le aconsejaron a Clinton.
Montoro, a escena
Montoro era la clave. Montoro y sus balanzas fiscales. O las cuentas publicas territorializadas, como las ha bautizado el ministro en Barcelona. El punto de partida sería la entrevista de Antena 3 donde Rajoy diría que amasaba un plan. Y el plan pasaba por el PP de Sánchez Camacho. O lo que es lo mismo: el impulso a los compañeros de Cataluña, amenazados por el pensamiento único de CiU. Y por Ciutadans.
Además, la estrategia de Rajoy tiene otro correlato: aplacar la controversia del aborto. Lo que ayer barruntaban los dirigentes populares es que el horizonte electoral europeo y la amenaza nacionalista obligan a ralentizar la ley más controvertida de la legislatura hasta después de las urnas. La excusa son los informes pedidos a entidades sociales; pero la razón política es otra. Es el grito en voz baja que dejaban caer en Barcelona mientras escuchaban al «jefe» defender, recibido con un «Viva España», lo que toca. Para ganar la batalla de la opinión pública -la catalana que anestesia Mas y la del conjunto de los españoles, llamada a votar en mayo en las europeas- hay que poner el foco solo en la economía. En el núcleo duro del PP lo reconocen:
El Gobierno creyó que si Duran rompía dejaría a Mas solo con ERC«La oposición ha creído encontrar una bicoca en el aborto. Pero Rajoy ha tocado a rebato. La estrategia pasa por la economía. Economía para defender la unidad de España y economía, con el inicio de la recuperación, para tomar aliento electoral».
Un dirigente popular se malicia que la oposición «se va a caer con todo el equipo» si pretende «montar un escándalo» en cada negociación, en cada debate, que el trámite parlamentario de la ley del aborto coloque en la escaleta del Telediario. De hecho, en esa clave se interpreta que el propio presidente admitiera en tono conciliador el pasado miércoles en el Congreso que la ley de Gallardón tiene «puntos sin duda controvertidos». Les ganó por la mano, sostiene la misma fuente, segura de que Moncloa apoya la ley pero quiere administrar bien los tiempos.
Y luego está Cataluña. Lo de este fin de semana es solo el comienzo de un zafarrancho que durará todo el año 2014 para ganar los espacios perdidos en el bien entendido que la batalla legal está resuelta en el Constitucional, garante de que el referéndum del 9 de noviembre no se celebre. Decenas de insidias nacionalistas después, el Gobierno ha decidido poner en evidencia la lechera del cuento de Mas con dos ofensivas, que detalla un miembro de la ejecutiva catalana del PP.
-Aquí no van a parar de venir ministros. A primeros de año lo hizo Margallo. Y Jorge Fernández por motivos de origen viaja mucho. Asimismo esperamos a Ana Pastor para la reforma de la estación del Paseo de Gracia.
En el otro lado, Francesc Homs, la mano que mece las ansias independentistas de Mas, es el enviado para replicar al Gobierno. El consejero ha sido investido por CiU, según ha sabido ABC, para intentar neutralizar en el resto de España la convicción, avalada de forma empírica, de que Cataluña necesita a España para pagar sus pensiones y que la secesión sería un muy mal negocio para una Comunidad que ha tenido que recibir en vena 32.000 millones del Estado para saldar sus cuentas. Precisamente en ese terreno es donde el Gobierno guarda su mejor carta: las balanzas fiscales. Aquí, Mas quedaría en evidencia: los cálculos probarían que los catalanes aguantan gracias al sostén financiero del resto de España. Montoro quiere demostrar además que los impuestos los pagan los individuos y no los territorios, la mejor manera de desmentir los déficits territorializados a los que se agarran los soberanistas. Hasta hoy solo Zapatero se atrevió a publicarlas en 2008 (y referidas a 2005). Pero en connivencia con el tripartito catalán.
Preocupa el ascenso de Ciutadans y su efecto en las autonómicasEl nuevo método de Hacienda, mucho más justo, logrará asimismo conjurar los fantasmas internos que amenazaban con sus cadenas. «Monago y Herrera estaban incómodos con esos cálculos -confiesa un ministro- porque presiden dos de las Comunidades que reciben más de lo que aportan». Sin embargo, otros dos homólogos se frotaban las manos: el madrileño Ignacio González y el balear José Ramón Bauzá, que se consideran las regiones más perjudicadas en el reparto.
En la agenda del presidente está atender dos frentes que frisan el desafío catalán: por un lado, no romper los escasos puentes que quedan con el PNV y en concreto con Urkullu, con el que Rajoy tiene un enfado sordo por su connivencia con Bildu. Además, también preocupa, como reconoce un responsable del partido que dirige Sánchez-Camacho, el ascenso de Ciutadans y su efecto en las autonómicas que Mas podría adelantar en clave de plebiscito.
Y luego quedan las europeas. Hace una semana Rajoy recibió en Moncloa a todos los futuribles. Ahora bien, se fueron como entraron. Sin que el presidente les dijera nada de su futuro. Es más, un barón relata que fue preguntado en privado por el presidente.
-¿Tú a quién ves?
-Yo a alguien que nos reconcilie con nuestro electorado de siempre.
-Entonces piensas como yo.
-¿Jaime [Mayor Oreja]?
-Todo puede ser.
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