Soledad Becerril: «Se tardará tiempo en recuperar la confianza en los políticos»

-¿Le han sorprendido los grandes escándalos de corrupción que han aparecido, como los ERE y el caso de la UGT en Andalucía, Comunidad que conoce bien?

-No es sorpresa, es rechazo. Son hechos malos, negativos, hechos que producen un daño directo. Cuando hay corrupción hay una institución dañada y daños ante la opinión públicada. Daña la imagen, el crédito y la confianza. Siempre hay un daño directo y un daño indirecto que se extiende.

-¿Ha habido un abuso en la concesión de subvenciones y una falta de control en la gestión del dinero público?

-En los últimos años se han constituido en toda España multitud de entes públicos que han estado fuera del control de las Administraciones Públicas. Se creaban así para estar al margen de la legalidad y del control parlamentario. Todo ello ha propiciado un clima de dejar hacer y se ha revelado como muy pernicioso. Todo esto hay que reconducirlo, volver a la exigencia del cumplimiento de la ley, a la eliminación de tantos entes innecesarios y a hacer las cosas bien. Se tardará un tiempo, pero es perfectamente posible y la confianza es recuperable.

-¿Es partidaria de que dejen de subvencionarse los sindicatos y las organizaciones empresariales?

-Hemos arraigado tanto esta cultura de la subvención, hasta el punto de que son tantas y cuantiosas que no hay organismos capaces de controlarlas... Yo creo que las subvenciones, con carácter general, deben quedar encaminadas a cuestiones de carácter social, de ayudas a familias, a personas, a cuestiones educativas y, en algunos casos, culturales y de investigación. Soy partidaria de que las subvenciones para acciones en el exterior estén muy limitadas, excepto para la Agencia Española de Cooperación. He visto en Andalucía subvenciones para hacer un observatorio de ballenas en el Caribe, y eso es un disparate.

-¿Entiende entonces el desapego de los españoles a la clase política?

-Lo veo, lo escucho, y es cierto que hay críticas a los políticos, pero creo que se puede enmendar. Se deben hacer las cosas de manera que recuperemos la confianza que se ha tenido durante muchos años.

-¿En los últimos años la clase política no ha estado a la altura de las circunstancias?

-Los políticos salen de la propia sociedad, no son figuras ajenas a la misma. Hay una parte pequeña de la sociedad y de los políticos que ha actuado muy mal, y eso ha tenido una repercusión grandísima. Pero también conozco decenas de miles de personas que ocupan cargos públicos y que actúan perfectamente, desde un modesto concejal a un alto funcionario.

-¿Qué se puede hacer para recuperar el crédito perdido?

-Actuar de acuerdo con la ley, mostrar que se es duro con quien infringe la ley, que la Justicia actúe con celeridad, que se expliquen las cosas y que se propicie la transparencia. Pero se tardará tiempo en recuperar esa confianza.

-Forma parte de una generación de políticos que mereció el aprecio de los ciudadanos. ¿Se está ahora en el peor momento de esa relación?

-Es cierto que se está en un momento de escaso aprecio, pero, como tantas cosas en la vida, se puede recuperar. Si uno se cae, puede levantarse y volver a empezar. Se trata de retomar un camino y una situación que en el pasado produjeron confianza.