Escuelas católicas, cooperativas de enseñanza y estudiantes auguran corta vida a la Ley Wert

Alvira ha iniciado esta mañana las comparecencias en la comisión de Educación poco después de que el el ministro apuntara a que no seguirá en la política cuando abandone el ministerio, y aunque ha apuntado a la «buena intención» de Wert al plantear la reforma educativa ha cargado contra esta considerando que tiene «muchas lagunas» y ha pedido a los grupos parlamentarios que aprovechen el trámite parlamentario para enmedar los «defectos» que presenta. Entre ellos, ha citado el desarrollo de la evaluación externa, las pasarelas flexibles, los itinerarios o los programas de refuerzo por lo que ha resumido que la LOMCE no tiene detrás «un proyecto coherente y global».

Al igual que hizo ayer el presidente del sector nacional de enseñanza de CSI-F, el secretario general de la Federación de Escuelas Públicas ha pedido hoy al Gobierno y a la oposición que alcancen un pacto de Estado en materia de educación para evitar que con cada cambio de ejecutivo se produzca un cambio de modelo.

Alvira también ha rechazado tajantemente la consideración de que la LOMCE es la ley de la enseñanza concertada al apuntar su disconformidad con el recorte de la autonomía de estos centros prevista en la ley, en cuestiones como los horarios de las asignaturas o las directrices pedagógicas. Sí ha loado, en cambio, el cambio introducido por la LOMCE en la materia de religión que vuelve a ser optativa y evaluable recuperando, según Alvira, «la seriedad que requiere».

Por su parte, el presidente de la Unión de Cooperativas de Enseñanza, Carlos Sierra, ha intervenido en un turno posterior coincidiendo en la crítica que más ha resonado en la Comisión de Educación desde que ayer empezaron las comparecencias: el aumento de las desigualdes. Como ayer coincidieron profesores, rectores y padres de alumnos, a juicio de Sierra, la LOMCE es «pone trabas constantes al avance del alumno ordinario y más todavía al menos agraciado». Es «injusta con los más desfavorecidos», ha sentenciado al tiempo que se unía a la reclamación de un pacto de Estado que siente las bases del modelo educativo.

Y los argumentos troncales de las intervenciones precedentes han venido a repetirse durante la comparecencia del portavoz de la Federación de Asociaciones de Estudiantes Progresistas, Fidel González Varas, que ha augurado una corta vida a la ley haciendo hincapié en que todos los grupos de la oposición están en contra de ella y, por tanto, el próximo grupo que suba al Gobierno no la mantendrá. «¿Qué sentido tiene aprobar una ley educativa a la que se opone la mayoría de los grupos de la oposición si después será derogarada?» se ha preguntado en alto después de repasar los grandes fallos que, a su juicio, tiene la ley. Entre ellos la supresión de la asignatura Educación para la ciudadanía, las ayudas públicas que podrán recibir colegios concertados de niñas o niños, la ruptura con la «igualdad de oportunidades».

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