El Rey renuncia al barco «Fortuna» que le regalaron los empresarios baleares hace trece años

Su Majestad el Rey ha decidido renunciar al uso del barco "Fortuna" que en el año 2000 le regalaron 25 empresarios de las Islas Baleares para uso y disfrute de la Familia Real con el fin de que contribuyeran a promocionar el turismo en el archipiélago. Don Juan Carlos, un apasionado de la navegación, estuvo utilizando este yate de forma habitual durante las temporadas que pasaba en Mallorca, su lugar de residencia estival.

Sin embargo, desde que estalló la crisis, el "Fortuna" ha pasado la mayor parte del tiempo en dique seco. De hecho, el yate sólo salía a navegar por recomendación de los técnicos de mantenimiento, que aconsejaban sacarlo de cuando en cuando a la mar para engrasar motores. La última vez que el Rey embarcó en el "Fortuna" fue el 13 de agosto del año pasado, cuando aprovechó precisamente una de estas salidas técnicas. Aquel paseo lo hizo Don Juan Carlos solo acompañado por la tripulación.

Don Juan Carlos ha pedido a Patrimonio Nacional que inicie los trámites para la desafectación del barco, ya que el "Fortuna" es propiedad de este organismo. La petición ha sido canalizada por el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, al presidente de Patrimonio Nacional, José Rodríguez Spitteri. En los próximos días, el Consejo de Administración de Patrimonial Nacional se reunirá y decidirá el futuro del barco.

En concreto, fue la Fundación Turismo y Cultura de las Islas Baleares, que preside Carmen Matutes, quien regaló el "Fortuna" al Rey en el año 2000. Este "Fortuna", de 41,5 metros de eslora, es la tercera embarcación con el mismo nombre que ha tenido el Monarca. El primero fue un velero de la clase Dragón con el que Don Juan Carlos compitió en los Juegos Olímpicos de 1972 y que actualmente está expuesto en el Museo Olímpico de Barcelona.