La Infanta, aliviada tras un mes y cuatro días de pesadilla

No obstante, esta decisión judicial no acaba completamente con la pesadilla judicial de la Infanta, ya que lo que dicen los magistrados es que, de momento, no hay indicios para sostener la imputación y, por tanto, ésta no está suficientemente motivada. Si el juez Castro presentara otros indicios relacionados con el supuesto delito fiscal, que aún se está investigando, la Audiencia de Palma se podría replantear la decisión.

Cuando se supo que la Infanta había sido imputada, la Casa del Rey salió en su apoyo, algo que no hizo cuando se imputó a su marido, Iñaki Urdangarín, el 29 de diciembre de 2011. En aquel momento, el Palacio de La Zarzuela se limitó a manifestar su «absoluto respeto a las decisiones y actuaciones judiciales».

Sin embargo, el pasado 3 de abril, cuando se imputó a la Infanta, Zarzuela manifestó su «sorpresa» por el «cambio de posición» del juez Castro respecto a lo que había manifestado un año antes, cuando descartó la imputación de Doña Cristina. Asimismo, la Casa del Rey mostró su «absoluta conformidad» con la decisión de la Fiscalía Anticorrupción de recurrir el auto de imputación.