El Gobierno, aprobado en la tormenta
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EXAMEN DE ABC

El Gobierno, aprobado en la tormenta

500 días después de que juraran sus cargos y a falta de casi otros 1.000 para que concluya la legislatura, ABC valora la labor del gabinete

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500 días después de que juraran sus cargos y a falta de casi otros 1.000 para que concluya la legislatura, ABC valora la labor del gabinete

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  1. Rajoy: 6,5. Realismo y decisión para sacar a España de la crisis

    efe

    El presidente del Gobierno resumió en estas pocas palabras, pronunciadas en el Debate sobre el estado de la Nación, lo que ha sido la primera parte de su mandado: «No he cumplido el programa electoral, pero he cumplido con mi deber». Admitía así la obviedad: el incumplimiento de algunas de sus grandes promesas, como la bajada de impuestos, y al mismo tiempo reafirmaba su compromiso de llevar adelante las reformas que fueran necesarias, por duras que fueran, para conseguir el objetivo final: la recuperación económica y la creación de empleo. Rajoy llegó a la Moncloa aupado por una mayoría absoluta deseosa de pasar página de la etapa de Zapatero, y lo primero que se encontró fue un gran engaño en el déficit público, que condicionó desde el primer minuto todas sus decisiones posteriores, algunas muy difíciles y duras para los ciudadanos. Frente al optimismo «antropológico» que dominó la etapa anterior, Rajoy ha optado por el realismo y por no mentir a los ciudadanos con falsas ilusiones. «El camino es largo y difícil», subrayó desde el principio, a sabiendas de que tendría un desgaste muy importante para el PP, que se ha agravado con el caso Bárcenas y con la brutal cifra del paro. Sin un solo apoyo de la oposición, Rajoy siguió adelante con una política económica en la que confía plenamente para salir de la crisis, y en la que Europa tiene un papel fundamental para él, como lo demuestra su firme posición para exigir avances hacia la integración.

  2. Santamaría: 6. El «motor político» del Gobierno aguanta el desgaste

    jaime garcía

    La «número dos» del Gobierno, mano derecha de Mariano Rajoy, ha tenido como principal misión la coordinación política de los miembros del Ejecutivo y la comunicación de las medidas que se han aprobado en el Consejo de Ministros para tratar de salir de la crisis. Su valoración entre los populares sigue siendo muy alta y a ella se atribuye el éxito del Debate sobre el estado de la Nación, con la victoria clara de Rajoy sobre Rubalcaba, pero no ha podido evitar que se critique la comunicación que se hace desde el Gobierno de las medidas y ajustes, sobre todo del segundo plan de reformas, que cayó como un jarro de agua fría sin un discurso justificativo. Santamaría ha evitado la sobreexposición y ha sabido mantenerse al margen del fango de la polémica del caso Bárcenas, lo que le ha evitado un mayor desgaste. A su empeño puede atribuirse la tramitación de la ley de Transparencia, que responde a un clamor ciudadano.

  3. Montoro: 5. Su principal logro, embridar las cuentas autonómicas

    efe

    Heredó unas cuentas públicas descontroladas, especialmente las de las comunidades autónomas, y su principal tarea ha sido poner en marcha los ajustes necesarios para convencer a los socios europeos y a los inversores de que España hace los deberes y es capaz de reducir el déficit. Para conseguirlo no le ha temblado la mano a la hora de hacer lo contrario de lo que predicó, subir los impuestos, ni para aplicar con dureza la tijera en el gasto público. Su principal logro ha sido embridar a las díscolas autonomías y lograr así, si no cumplir el objetivo inicial de déficit, sí al menos reducir lo suficiente los números rojos de las cuentas para convencer a los mercados de que podemos hacerlo. En su haber está también el plan de pago a proveedores y la puesta en marcha del Fondo de Liquidez autonómico. En su debe pesa el pecado de largueza en algunas de sus declaraciones públicas. La amnistía fiscal le ha costado más de un quebradero de cabeza.

  4. Guindos: 4,5. La banca, su principal quebradero de cabeza

    efe

    Es el enlace de España con los socios europeos y con los inversores internacionales. El saneamiento del sector financiero ha sido su gran quebradero de cabeza. En cinco meses aprobó dos decretos para recapitalizar a la banca que mermaron los beneficios de las grandes entidades y provocaron la caída de las más débiles. El sector reprocha los cambios regulatorios pero, especialmente, el proceso de nacionalización de Bankia y las ayudas de más de 20.000 millones que necesitó, que sembró las dudas sobre todo el sistema financiero. Fue precisamente la caída de Bankia la que obligó a pedir ayuda a Europa para rescatar al sector. En su haber quedan las negociaciones con Bruselas para avanzar en la unión bancaria y las presiones al BCE para garantizar la unidad del euro, medidas que unidas a la reducción del déficit y a la puesta en marcha de reformas estructurales han permitido esquivar el rescate y ganar tiempo para los ajustes. También es mérito de Economía una de las grandes reformas de la legislatura, la Ley de Unidad de Mercado. Los adversarios critican que las grandes noticias las cuente en los medios internacionales y su falta de acierto en las previsiones.

  5. Báñez: 4,5. Esfuerzos insuficientes para frenar la lacra del paro

    efe

    Nadie podrá dudar de los esfuerzos realizados por Fátima Báñez para revertir las estadísticas del paro en nuestro país. Sin embargo, desde que accedió al Gobierno se han registrado 929.000 parados más (hasta 6.202.700) y la tasa ha subido 4,31 puntos (al 27,16%). El número de hogares con todos sus miembros sin trabajo ha aumentado en ese tiempo en 331.000 y se contabilizan más de un millón de afiliados menos a la Seguridad Social. Sin embargo, esos datos podrían ser aún peores, según afirma reiteradamente, si no fuera por la reforma laboral aprobada en febrero de 2012. No obstante, esta nueva norma -que salió adelante a pesar de las fuertes presiones de los sindicatos, que a los pocos días convocaron una huelga general- no está siendo de momento una solución y, en algunos casos, ha complicado y judicializado aún más el mercado laboral. Más plausibles son las medidas aprobadas contra el fraude laboral y para frenar las prejubilaciones a costa del erario público. Por el contrario, la polémica se adueñará del previsible nuevo retraso de la edad de jubilación y la introducción del factor de sostenibilidad para el cálculo y revalorización de las pensiones.

  6. Pastor: 6. Medidas acertadas, pero pendiente del examen final

    efe

    Los frentes inesperados, como la profunda crisis de Iberia, brindaron a Pastor la posibilidad de poner de relieve sus virtudes al frente de la cartera de Fomento: una concepción de la política que apela al sentido común y que se combina con una capacidad de respuesta ágil, precisa y contundente. Esa determinación también ha quedado patente en sus continuos viajes para apoyar la internacionalización de la marca España en el sector de las infraestructuras.Sin embargo, la verdadera reválida de Pastor llegará en los próximos meses, en los que se cumple el plazo autoimpuesto para poner en marcha las dos principales tareas que se le encomendaron: la liberalización ferroviaria y la privatización de AENA. En ambos casos, como paso previo, la ministra ha aprobado una serie de propuestas para mejorar la demanda y racionalizar los costes, como la bajada de precio en los billetes de AVE o el cierre de los aeropuertos con menos demanda durante algunas franjas horarias. Pero será el éxito o no de la entrada del capital privado lo que determinará, en última instancia, la validez de estas medidas.

  7. Soria: 4,5. Envuelto en la tormenta perfecta del déficit tarifario

    A Soria le tocó lidiar con uno de los mayores desequilibrios heredado de las administraciones anteriores, el déficit de tarifa eléctrico, que supone más de un 3% del PIB (30.000 millones). Para remediarlo, adoptó una serie de medidas que han conseguido taponar la generación de déficit para este año, pero que también han levantado ampollas en todos los colectivos. En materia de defensa de los intereses de la industria española, Soria ejerció de principal representante del Gobierno antes de la expropiación de YPF a Repsol en Argentina. Su gestión escenificó la impotencia del Ejecutivo español para resolver una crisis supeditada al tempo pausado de los tribunales de arbitraje internacional. Su principal acierto ha sido frenar el derrumbe de la cifra de matriculaciones con un plan de ayudas (el PIVE) que permiten dotar de músculo a uno de los únicos sectores que en tiempos de crisis ha logrado despertar el interés de los inversores extranjeros (con apuestas como las de Ford, Fiat, Renault o Nissan). Mientras tanto, El Dorado español -el turismo- cerró los pasados ejercicios en máximos históricos.

  8. Gallardón: 4,5. Enfrentado al sector y aún sin ley del Aborto

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    Alberto Ruiz-Gallardón ha sido uno de los ministros con una actividad más frenética, al menos en lo que a titulares se refiere. En un tiempo récord ha conseguido enfrentarse a prácticamente todos los colectivos que prestan sus servicios en la Administración de Justicia: jueces, fiscales, secretarios judiciales, abogados, notarios… Una de sus decisiones más polémicas ha sido la ley de tasas, que le ha costado una huelga en el sector, cuatro recursos de inconstitucionalidad ante el TC y tener que dar marcha atrás para rectificar algunas de las cuantías a instancias del Defensor del Pueblo. Tampoco está exenta de crítica su reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), con la que, según denuncia toda la oposición, pretende subordinar el órgano de gobierno de los jueces al Poder Ejecutivo. Entre sus logros, la ampliación del beneficio de la justicia gratuita y la restricción de los supuestos para abortar, reconociendo los derechos del no nacido. Con todo, la prometida nueva ley del Aborto sigue sin ver la luz. Su principal defecto, no escuchar a los colectivos implicados en la reforma de la Justicia, aunque sea para mantener las formas.

  9. Fernández: 5. El caso Bolinaga, el «borrón» de Interior

    ernesto agudo

    El ministro del Interior cuenta a su favor con la confianza personal y respeto que merece a Mariano Rajoy. Pero en el Grupo Parlamentario Popular las críticas abundan por algunas de sus actuaciones. Su principal «borrón» se llama caso Bolinaga, una excarcelación del terrorista etarra que no olvidan las víctimas ni muchos votantes del PP. A partir de ahí, al ministro del Interior se le critica su elevada falta de prudencia en diversas manifestaciones y su «tibieza» en la respuesta ante algunos hechos, como los acosos a los diputados del PP. En el debate parlamentario, sin embargo, siempre ha mantenido la dureza y la firmeza ante los terroristas y los diputados de Amaiur, con algunas de las mejores intervenciones que se han escuchado. Los ministros del Interior siempre han estado entre los mejores valorados de cualquier Gobierno, pero en este caso ocurre al contrario. A su favor cuenta con la buena relación que mantiene con otras formaciones. Su paso por el Congreso, su puesto de secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y la vicepresidencia en la Mesa de la Cámara acreditan su capacidad de diálogo con la oposición.

  10. Margallo: 6. Objetivo, volver a ser un país previsible y fiable

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    Entre los objetivos que García-Margallo se planteó al hacerse cargo de la cartera de Exteriores figura el de hacer que España vuelva a ser «un país previsible», en el que los aliados -y especialmente Estados Unidos- puedan confiar. El mensaje, que transmitió a Hillary Clinton y acaba de reiterar a John Kerry, no ha servido, sin embargo, para que Barack Obama haya recibido ya en la Casa Blanca a Mariano Rajoy. El ministro se empeñó en reforzar la Marca España y todo lo que se refiere a diplomacia pública. Para ello ha conseguido poner sobre la mesa algo prometido por sus antecesores y nunca cumplido: un anteproyecto de ley de que pretende poner orden en el Servicio Exterior y coordinar la Acción Exterior, pese a las críticas de los nacionalistas catalanes, que, por cierto, han visto en él uno de los principales arietes del Gobierno contra su política soberanista. En su haber, también, que las relaciones tradicionalmente complejas con algunos países, como Marruecos o Cuba, no hayan dado grandes sobresaltos, aunque en este último caso haya adoptado un perfil quizás excesivamente conciliador para resolver el asunto Carromero.

  11. Morenés: 5. Perfil poco político para un puesto clave en el Gobierno

    Sin estridencias y alejado del protagonismo mediático de sus antecesores, ha puesto las bases para una reestructuración de los programas especiales de armamento que comprometen el presupuesto de Defensa. Además, ha optado por el realismo en misiones internacionales: siempre con los aliados pero replegando de escenarios como Afganistán y Líbano. Ha impulsado la diplomacia de Defensa para que la industria nacional pueda posicionarse en mercados emergentes. Eso sí, todavía no se han visualizado las reestructuraciones en cuanto a reordenación territorial de las Fuerzas Armadas, y el tiempo apremia. Pedro Morenés llegó al Ministerio de Defensa con un perfil muy técnico y poco político, es decir todo lo contrario que su antecesora, Carme Chacón, quien siempre quiso valerse de este Ministerio como plataforma política de lanzamiento. A Morenés este aspecto le interesa más bien poco, y realiza una labor callada, en ocasiones de forma excesiva. De hecho, una de las críticas que se le hace es la ausencia de un discurso político público, que ayude con el resto del Gobierno a defender las políticas y las medidas que se están aprobando.

  12. Arias: 6. Gestión solvente aunque no exenta de polémica

    Arias Cañete ha demostrado solvencia en el tiempo que lleva al frente de Agricultura y Medio Ambiente. No hay que olvidar, además, que repite en el cargo, después de un provechoso paso por Bruselas como eurodiputado en que acabó de forjar su perfil internacional. En el haber tiene una provechosa negociación para España de la reforma de la Política Agrícola Común (PAC), que supondrá un aumento de las ayudas directas para el campo en los próximos años, y el anteproyecto de ley de la cadena alimentaria para intentar proteger a los eslabones más débiles frente a las poderosas industrias de la alimentación y la distribución. En el área de Medio Ambiente ha habido más polémica, ya que la reducción de la zona de protección del litoral de 100 a 20 metros ha encendido la mecha de las críticas de las organizaciones ecologistas, aunque él defiende el texto con el argumento de que da seguridad jurídica a las casas que ya están construidas. Arias Cañete es un hombre popular al liderar, por ejemplo, campañas en contra de tirar la comida asegurando que él se come los yogures caducados.

  13. Wert: 6. El ministro que plantó cara a los nacionalistas

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    Es uno de los miembros del Gobierno que mayor notoriedad ha adquirido. Desde que tomó posesión se puso manos a la obra para impulsar una profunda transformación en el sistema educativo en todas sus etapas, con el doble objetivo de reducir el fracaso escolar y mejorar los resultados. Wert ha plantado cara a los nacionalistas y ha proclamado sin complejos que había que «españolizar» a los alumnos catalanes, pero algunas de sus «sobreactuaciones» y explosiones verbales en el Congreso han eclipsado el conjunto de una reforma de gran calado y han centrado el foco en asuntos muy concretos. Desde el punto de vista cultural, la situación es compleja. La ley de Mecenazgo, proyecto estrella, sigue en vía muerta con Hacienda. En el cine, sin las subvenciones, la situación es dramática; el teatro no ve la salida; la venta de libros se ha desplomado, como el mercado del arte. Como dato positivo, el funcionamiento de las leyes del Museo Reina Sofía y de la Biblioteca Nacional, así como el mantenimiento de la infraestructura cultural pública, mitigan el sabor amargo de la austeridad.

  14. Mato: 3,5. Entre la tijera sanitaria y la sombra del caso Gürtel

    Le ha tocado aplicar la peor parte del plan de ajuste del Gobierno en el primer año de legislatura: meter la tijera en el sistema sanitario, la joya de la corona del sector público. Por su calidad y atención solidaria, nuestra Sanidad era tan envidiable como insostenible. Mato emprendió una revolución que aún no ha terminado. Se ha cortado el «efecto llamada» de una sanidad pública que ofrecía tarjetas sanitarias a ciudadanos sin mirar su lugar de origen, si cotizaba en la Seguridad Social, tenía recursos o estaba en situación legal o ilegal. A los ciudadanos españoles la tijera les ha llegado con un aumento del copago de los medicamentos, que ha alcanzado también a los jubilados. Eso sí, la ministra no ha cedido a las presiones, incluso dentro del mismo Gobierno, para introducir un copago en la asistencia. Falta por afrontar la reforma de la cartera de servicios. Pero lo que ha marcado políticamente a Mato estos meses ha sido la aparición de su nombre en el caso Gürtel, lo que le ha dejado en una situación de debilidad.

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