Bárcenas, molesto con su «sobreexposición mediática»

El extesorero del PP Luis Bárcenas considera que está siendo objeto de una «sobreexposición mediática absolutamente innecesaria». Así lo alega ante el juez en el recurso que su defensa ha presentado contra las medidas cautelares adoptadas por Pablo Ruz en el caso Gürtel. A Bárcenas le resultan especialmente molestas las comparecencias quincenales en la Audiencia Nacional.

Los abogados del exsenador señalan que las imputaciones que pesan sobre su cliente por los delitos de cohecho, contra la Hacienda Pública y blanqueo son «las mismas que han sido investigadas desde el año 2009» en la Audiencia Nacional, por lo que aseguran no entender por qué estas medidas se toman ahora, «de forma inesperada y sin explicación mínimamente consistente».

A su juicio, estas medidas no tienen razón de ser, teniendo en cuenta que Bárcenas «no ha dado ni un solo motivo para dudar de su íntegra disposición para con la justicia». Por ello, piden a los magistrados de la Sección Cuarta de lo Penal que valoren la «repercusión» que tendrán en el ámbito personal del extesorero.

El juez apoyó las medidas, dictadas para evitar su fuga, en la «frecuencia» con la que el extesorero «viene desplazándose fuera de España», en la previsión de una penalidad agravada por los delitos que se le imputan, y en la «certeza» de que dispone de un patrimonio «relevante», parte de él en el extranjero.

Los abogados alegan que los viajes al extranjero de Bárcenas no denotan su intención de fugarse: «Lo que se infiere de sus actos es, simple y llanamente que, viajando con relativa frecuencia, teniendo medios para ello y sin nada que le impidiese lo contrario, ha optado siempre por regresar a España y ponerse a disposición del órgano judicial correspondiente». Como ejemplo, señalan que viaje que hizo hace unas semanas a Canadá lo tenía reservado desde junio de 2012.

Además, apuntan que el hecho de que compareciera ante los jueces que han ido instruyendo el caso Gürtel cuando poseía un «relevante» patrimonio en bancos de Suiza (que Bárcenas cifró en 38 millones) «hace impensable» que su intención sea ahora evadirse de la justicia.