Los socialistas gallegos (PSdeG) defienden la creación de una Agencia Tributaria gallega en su programa electoral, presentado ayer sábado por su candidato a la presidencia de la Xunta, Pachi Vázquez, en un acto que contó también con la presencia del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. El pasado miércoles, la Generalitat de Cataluña y las cuatro diputaciones catalanas firmaban un convenio de colaboración llamado a ser el embrión de la futura Agencia Tributaria de Cataluña, proyecto que ha recabado el rechazo de patronales y partidos políticos, y ante el que los propios socialistas catalanes (PSC) marcaron distancias.
En su discurso durante el acto, Rubalcaba exprimió ayer la estrategia del miedo, al dirigirse a los gallegos con la expresión: «agarraos los machos si el PP ve convalidada su política en Galicia» y augurar que con el PP «lo que cabe esperar es más sufrimiento».
En el texto del programa del PSdeG se propone la implantación de un nuevo impuesto sobre la Banca «en función de los depósitos, de su uso y rentabilidad», así como profundizar en el ámbito de la imposición medio ambiental ampliando la denominada «fiscalidad verde». Asimismo, avanza su intención de establecer un impuesto sobre grandes superficies comerciales.
Junto a ello, los socialistas plantean la creación de una comisión parlamentaria de investigación sobre las cajas gallegas, tras quedar suspendida la constitución de este órgano al convocarse las elecciones gallegas por anticipado, y la puesta en marcha del Instituto Público de Crédito y Finanzas.
Fin al copago farmacéutico
Asimismo, las tesis programáticas con las que concurren los socialistas defienden en el ámbito sanitario que los pensionistas no tengan que pagar «nada» por las medicinas con la supresión del copago farmacéutico. También se comprometen a presentar una nueva Ley de Salud Pública y fijan como objetivo lograr diagnósticos clínicos antes de 30 días e intervenciones quirúrgicas antes de 90.
En el ámbito educativo, sus propuestas pasan por la gratuidad de los libros de texto; un sistema de becas y ayudas al estudio y eliminar los conciertos con los centros educativos que segreguen por sexo, entre otras medidas. En sus 181 páginas, también defiende una lengua gallega "a salvo de partidismos".
