Casado involucra a todos los barones en la campaña electoral para evitar interferencias
El líder del PP acalla las críticas y da más protagonismo a los territorios ante el 10-N
Pablo Casado quiere llegar al 10 de noviembre con el partido hecho una piña, y sin «interferencias» internas de ningún tipo durante la campaña. El presidente del PP ha pedido a los suyos «que haya unidad de mensaje, que no haya interferencias» y, sobre todo, que «vayan a lo importante». Con ese objetivo, ha optado por una dirección «coral» de la campaña electoral, que está coordinada por el secretario general, Teodoro García Egea , y en la que participarán todas las direcciones territoriales del partido.
En el último Comité Ejecutivo Nacional , Casado pidió a todos los barones que propusieran un nombre para incorporarse al Comité de campaña, que quedará constituido a lo largo de esta semana. Ese órgano del partido es el encargado de velar por la estrategia del partido en la campaña y de garantizar que los mensajes electorales llegan hasta el último rincón. Con la presencia de los barones, o de sus representantes, en la dirección de la campaña electoral , Génova se asegura que todos se sientan partícipes de su discurso de «moderación y centrismo», y evitaría además que se repitieran críticas a posteriori, como ocurrió después del 28 de abril. Tras el hundimiento en las urnas del PP, algunos barones cuestionaron la campaña que había llevado a cabo Casado, y le exigieron una vuelta al «centro».
Casado ha tomado nota de los errores cometidos en su primer año como presidente nacional del partido, y también de las protestas que ha recibido por parte de los territorios. Una de las más fuertes se produjo por no contar con las direcciones autonómicas y provinciales del partido en las pasadas elecciones a la hora de confeccionar las listas. Esa crítica fue especialmente fuerte en el País Vasco o en Andalucía , donde Casado impuso a candidatos en contra del criterio de la dirección regional y provincial, como fue el caso de Juan José Cortés en Huelva o de Íñigo Arcauz en Guipúzcoa.
Ajustes sin imposición
El presidente del PP ha aceptado ahora que los «ajustes» que haga en las candidaturas al Congreso y el Senado se harán contando con los dirigentes territoriales. Los barones han visto satisfecha esa reclamación, y en el partido no se descarta algún gesto conciliador concreto en Andalucía, una de las Comunidades donde hubo más conflicto a la hora de elaborar las listas del 28-A.
En el País Vasco, Casado ha buscado el acercamiento con Alfonso Alonso en plena precampaña electoral. El líder del PP estuvo en la Convención política en la que Alonso se propuso dar una «personalidad» propia al partido en esa Comunidad, y ha anunciado que se convocará un Comité de Dirección en Vitoria, lo que se interpreta como otro guiño para cerrar filas con uno de los barones considerados críticos, que en las últimas semanas protagonizó un sonoro choque con la portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo .
La «luna de miel» de Casado con todos sus barones territoriales se ha redondeado esta semana, cuando el presidente del PP reivindicó un partido que represente a una «mayoría centrada» y que sea «reconocible por su moderación» . Es justo lo que reclaman los barones desde el batacazo electoral de abril, con una crítica que incluyó el nombramiento de Álvarez de Toledo como portavoz parlamentaria. Ahora, metidos ya en la carrera hacia el 10-N, la tregua está firmada con el objetivo de Génova de que todo el partido funcione al unísono.
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