Las entidades financieras han levantado la voz. A ocho días de las elecciones catalanes del 27 de septiembre, la banca al completo ha emitido un comunicado contundente y se ha posicionado con rotunidad contra el desafío secesionista del presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas. La independencia genería tales problemas de inseguridad jurídica que las entidades financieras tendrían que replantear «sus estrategias de implantación».

¿Por qué la banca advierte de que podría irse de Cataluña si se declara la independencia?

Las entidades financieras entienden que la independencia de Cataluña conllevaría automáticamente su salida del euro, lo que supondría que este nuevo estado tendría que adoptar otra moneda –con mucho menos valor– con la inseguridad jurídica que eso conllevaría.

¿Pero se irían solo las entidades que tienen allí su sede o todas?

La Caixa y Banco Sabadell ya han advertido de que tendrían que trasladar su sede social para poder seguir recibiendo liquidez del Banco Central Europeo. Pero el comunicado de ayer no lo firman solo estas dos entidades, sino todas las que forman parte de la AEB y la CECA, más de 130 entre bancos y cajas de ahorros. Es decir, todas las entidades con sucursales en Cataluña se replantearían su presencia allí.

¿Qué pasaría al día siguiente de declararse la independencia?

La banca lo tiene claro. El corralito sería inevitable. Incluso antes de que se declarase la independencia, los ahorradores empezarían a trasladar su dinero fuera de Cataluña para evitar su posible pérdida o que se viera mermado al tener que ser denominado en la nueva moneda local. Esta huida de capitales llevaría a las autoridades monetarias a decretar un corralito para evitar la quiebra de las entidades, que no podrían responder a todas las peticiones de liquidez.

¿Estarían protegidos los ahorros por el Fondo de Garantía de Depósitos?

No. Fuentes financieras apuntan que el Fondo, que garantiza hasta 100.000 euros de ahorros en caso de quiebra de los bancos, no protegería cuentas de otro país.

¿Y las deudas?

Se dispararían. Los ciudadanos catalanes tendrían que devolver sus créditos en euros pero sus ingresos serían en la nueva moneda local.