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E-25M / Entrevista

Javier Arenas: «El asunto de los ERE termina en el antedespacho de dos presidentes»

Tras haber sido vicepresidente y tres veces ministro, aspira ahora a lo que califica como su gran ilusión: presidir Andalucía. El próximo domingo tendrá la oportunidad de su vida

Día 02/04/2012 - 14.43h

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—Si el día 25 ganara las elecciones andaluzas y logra la mayoría necesaria para gobernar, ¿cuál sería su primer pensamiento?

—Sería hacia la responsabilidad y la humildad. Sabemos que tenemos una oportunidad histórica después de treinta años de Gobierno monocolor en Andalucía. En Andalucía, después de tantos años, sobran en la vida pública muchos kilos de arrogancia y prepotencia.

—Usted ha perdido tres veces las elecciones andaluzas. ¿Qué ha cambiado? ¿El partido ha logrado ahora llegar mejor a los andaluces o es que el escenario es más favorable con la corrupción marcando la campaña?

—Son las elecciones más importantes desde que tenemos autonomía, desde 1982. Son cruciales porque son las primeras en las que el cambio es posible para una nueva mayoría de Gobierno. El PP es el partido que está instalado en el centro político en Andalucía y representa a la moderación en nuestra tierra. Creo que el PP ha hecho muchos méritos para ganar las elecciones.

—Si gana las elecciones el PP tendrá prácticamente copadas todas las instituciones. ¿Es bueno que un solo partido acumule tanto poder?

—Yo creo que no es bueno que un partido esté gobernando treinta años. De ahí mi compromiso de no estar más de ocho años al frente de la Junta de Andalucía, y si el resto de las fuerzas políticas coinciden lo elevaré a ley en el Parlamento de Andalucía. El PP acumula hoy muchísima responsabilidad política en España, como hizo el PSOE después de 1982 y 1983. El PSOE no lo supo asumir porque creyó que el poder era de su propiedad; ahora el PP estará a la altura de las circunstancias. Lo importante no es estar en el poder, sino saber para qué te lo han dado los ciudadanos.

—¿En qué notarán los andaluces el cambio que usted pregona?

—Si gobierno, los andaluces notarán un cambio radical en las formas y en el fondo. Notarán que hay un Gobierno para todos los andaluces; yo no voy a gobernar para una parte de Andalucía en contra de la otra. Me apoyaré en un gran programa de regeneración democrática que espero compartir con el resto de las fuerzas políticas. Se acabará la prepotencia, se acabará el rodillo y llenaré de consenso nuestra Comunidad a través de la oferta de ocho grandes pactos. El Parlamento será la base central del debate político, y la autonomía se vertebrará en torno al Parlamento y no en torno al Gobierno, porque estoy convencido de que un Gobierno con controles siempre es un mejor Gobierno.

—Usted ha dicho que espera encontrarse con un agujero negro de 4.000 millones en las cuentas. ¿En qué se basa para afirmarlo? ¿Es una intuición o tiene datos contables?

—Mi primera gran reforma económica será decir la verdad a los andaluces; no se puede generar confianza sin decir la verdad. No se trata de ningún tipo de rencor, se trata de ganar confianza. Hace cuatro años la deuda andaluza estaba en torno a los 10.000 millones de euros, y esa deuda puede alcanzar los 25.000 millones de euros a final de 2012. La gente me dice por la calle que me voy a encontrar los cajones vacíos, y sé que no me los voy a encontrar vacíos, me los voy a encontrar llenos de facturas sin pagar.

—¿Haría alguna auditoría nada más llegar al poder?

—Motivos tengo muchos. El presidente Griñán me dijo en el Parlamento de Andalucía que el déficit de la comunidad autónoma era del 1,4 por ciento y al día siguiente su consejera de Hacienda lo elevó al triple. Hay muchos motivos para pedir a todos los servicios de la Junta de Andalucía que nos hagan un informe detallado del estado de las cuentas.

—¿Las soluciones para superar ese agujero negro contable pasan por subir los impuestos autonómicos? Pero dígame la verdad...

—Nosotros nunca hemos contemplado la subida de impuestos a nivel nacional. El incremento de esfuerzo fiscal equitativo de Rajoy es consecuencia de las mentiras del déficit a nivel nacional. No contemplo la subida de impuestos en Andalucía por una razón fundamental: hoy Andalucía es la comunidad autónoma en la que más impuestos se pagan.

—¿Le consultó Rajoy su decisión de subir el IRPF?

—El presidente del Gobierno sólo consulta estas decisiones con su Consejo de Ministros, pero tuvimos ocasión de hablar del asunto dos o tres veces antes de constituirse el Gobierno. El PP tenía la opción de la subida del IVA, como había hecho el Gobierno anterior, con la que los banqueros y los parados pagaban el mismo incremento de impuestos. Yo siempre me mostré partidario de que, si había que hacer un esfuerzo, se hiciera de forma proporcional por parte de toda la sociedad y excluyendo a los pensionistas y a los parados.

—Pero le recordaría que usted estaba en vísperas de la campaña electoral. ¿De verdad no le dijo «Mariano, cómo me haces esto...»?

—La agenda electoral andaluza no ha marcado bajo ningún concepto la agenda de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, que ha estado marcada por las reformas. Cada viernes una reforma, lo que ha permitido ir recuperando la confianza de la Unión Europea y de los españoles.

—La incidencia de los ERE en la campaña es obvia. ¿Cree que usted tendría las mismas opciones de gobernar si no hubiese «cantado» Francisco Javier Guerrero, el ex director general de Trabajo que destapó el escándalo?

—Estoy seguro de que sí. En Andalucía más de un 70 por ciento de los andaluces quieren cambio, y quieren cambio porque tenemos el doble de paro que hace treinta años y porque están hartos de los abusos que se cometen en el entorno del poder. No creo que ninguna comparecencia concreta influya en este proceso electoral, pero es cierto que los andaluces estamos alarmados por este fraude gubernamental que no es cuestión de unos pocos, sino una práctica habitual en el gobierno durante los últimos años frente a la opinión de los interventores de la Junta de Andalucía. Por eso estoy convencido de que el programa de lucha contra la crisis tiene que ir acompañado de un programa de regeneración democrática.

—Griñán culpa del escándalo a mandos intermedios, asegurando que se cocinó a esa escala y que la Junta lo denunció cuando lo descubrió.

—La Junta ha hecho todo lo posible por ocultar el asunto de los ERE, y Griñán también. Se han negado diez comisiones de investigación en el Parlamento andaluz, se ha acosado a la juez que está investigando el asunto, y se ha obstaculizado por todos los medios a su alcance la investigación. ¿Por qué sucede esto? Porque el asunto de los ERE termina en el antedespacho de dos presidentes andaluces, y en el caso del último presidente con responsabilidades más especiales, porque ha sido el consejero de Economía y Hacienda que desoyó los informes de la intervención y que además incrementó la partida de los ERE.

—¿Adónde cree que ha ido el dinero extraviado: a bolsillos particulares, a cuentas de partidos, de sindicatos...?

—Mire, yo creo que mucho de ese dinero ha ido a los amigos del poder. Podemos hablar de personas físicas, de personas jurídicas o de ayuntamientos gobernados por el PSOE.

—¿Desmantelará la administración paralela, como Rajoy?

—Voy a derogar los «decretazos». La administración de la Junta va a descansar minuto a minuto en los funcionarios, y propondré una reorganización de todo el sector público.

—El PSOE resalta que estos planes implican el despido de muchos trabajadores.

—En la reforma seremos muy respetuosos con los derechos de todos los trabajadores, y solo deben inquietarse los directivos de las empresas públicas, que son los que están metiendo miedo a los trabajadores. Vamos a llevar a cabo una reducción de más del 50 por ciento de los altos cargos de la Junta de Andalucía y de los directivos de las empresas públicas.

—¿Y si no gana el día 25? ¿Tiene plaza guardada en el entorno de Mariano Rajoy?

—Mire usted, Rajoy siempre me ha ofrecido su amistad. Mi página en la política nacional está pasada; tengo el honor de haber sido tres veces ministr, y vicepresidente y secretario general del PP. Mis ambiciones personales están más que saciadas. Me queda una gran ambición, y es ver a Andalucía donde se merece.

—¿Y si no lo consiguiera, insisto? ¿Se quedaría en Andalucía para repetir como candidato en 2016?

—Debe de dar muy mala suerte plantearse una hipótesis que uno no desea ni para mí ni para el futuro de mi tierra, de la que tan enamorado estoy. He sido candidato varias veces porque siempre he superado el resultado de los comicios anteriores.

—Usted fue secretario general del partido. ¿Qué le parece que Dolores de Cospedal compagine ese cargo con una presidencia autonómica?

—Ha demostrado en los últimos años que puede compaginar ambas responsabilidades con mucho acierto. Es una persona capaz de trabajar muchísimas horas al día y muy inteligente.

—¿Aspiraría a volver a este cargo si no fuera presidente andaluz?

—Bajo ningún concepto.

—Usted renunció a participar en el debate organizado por la televisión autonómica. ¿No cree que le ha dado munición a un enemigo que apenas tenía con qué dispararle?

—A mí me han echado del debate rompiendo un acuerdo para que se celebrase en el Parlamento andaluz. Siento mucho respeto hacia los profesionales de la RTVA, pero he sido expulsado del debate por la falta de neutralidad de Canal Sur, y no es un juicio mío, sino de la Junta Electoral Central. De aquí al día 23 he aceptado ya cinco debates en otros medios, y estoy esperando que contesten el señor Griñán y el señor Valderas. Nada me gustaría más que debatir con ellos. No se imagina usted, no se imagina, la cantidad de preguntas que tengo que hacerle al señor Griñán.

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