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La esperanza del nacionalismo gallego
A diferencia de otras formaciones nacionalistas, Francisco Jorquera no añade un plus a la marca BNG, sino que se convierte en un peón más de la organización, cuya marca está por encima de personalismos. Esta es una de las particularidades de los nacionalistas gallegos, que tienen en esta convocatoria del 20-N una cita definitiva con su futuro. O ponen fin a la sangría electoral que arrastran desde hace seis años que los ha llevado a ser casi testimoniales en las grandes ciudades (su principal caladero), o podrían desaparecer del Congreso de los Diputados, un revés que haría tambalear los cimientos de este frente de partidos fundado en 1982, y que bajo sus siglas acoge a diversas formaciones de corte nacionalista, desde corrientes moderadas a otras abiertamente rupturistas.
Sus frases
«Las medidas económicas del Gobierno están mal orientadas. El Gobierno peca de falta de asunción de la realidad»
«Quiero empezar saludando a los aquí presentes, a José Luis Rodríguez Zapatero y también a Mariano Ra.. ah, que no está» (en el último debate sobre el estado de la nación)
Jorquera (Ferrol, 31 de agosto de 1961) afronta sus segundas elecciones como cabeza de lista al Congreso por La Coruña. En la VIII Legislatura ya fue elegido senador por designación autonómica, en sustitución de Anxo Quintana, que abandonaba la Cámara Alta para ser vicepresidente de la Xunta en el gobierno de coalición PSOE-BNG que lideraba Emilio Pérez Touriño. Adscrito a la radical UPG, la corriente hegemónica del Bloque (presume todavía de su carácter marxista-leninista), Jorquera sigue la estela de Francisco Rodríguez, el portavoz nacionalista en la Carrera de San Jerónimo durante doce años y uno de los duros de la organización. Está casado y tiene un hijo.
Alternativa progresista al PSOE
Su trayectoria política se remonta a su etapa como universitario, como militante en el movimiento estudiantil ERGA (Estudiantes Revolucionarios Gallegos), del que formó parte de 1978 a 1986 y llegó a ser secretario general. Militó en ANPG (Asamblea Nacional Popular Gallega) hasta 1982, año en el que participó en la fundación del BNG. Fue miembro del Consejo Nacional de esta formación en la primera mitad de los años ochenta y se reincorporó a este órgano en la IX Asamblea Nacional, que se celebró en el año 2001. Durante estos años no se desvinculó del partido, ya que despempeñó el cargo de secretario técnico de organización de 1990 a 2003. Tras la marcha del histórico Xosé Manuel Beiras y la llegada de Anxo Quintana, Jorquera se situó como coordinador de la Ejecutiva, controlando el aparato de la organización.
Desmarcados ahora del PSOE, los nacionalistas gallegos sin embargo ejercieron de muleta necesaria para Rodríguez Zapatero a la hora de sacar adelante en las Cortes los Presupuestos del Estado antes de la irrupción de la crisis económica. Su discurso está instalado en la izquierda, y se presentan como la alternativa progresista a los socialistas, a los que equiparan en recetas con los populares, pero con los que siguen gobernando en ayuntamientos y diputaciones.
Seguidor del Deportivo de La Coruña, acude a Riazor cuando su agenda se lo permite. Ávido lector, prefiere el ensayo a la novela de ficción, y en su mesilla de noche está la biografía sobre Rosalía de Castro que ha publicado recientemente otro dirigente nacionalista, Francisco Rodríguez. Amante del cine clásico, del rock de los 60 y los 70, del folk gallego y del teatro (acaba de asistir en Madrid a «La ópera de los tres reales» protagonizada por otro gallego como Luis Tosar), completa su lista de hábitos y costumbres los paseos y escapadas en familia.