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Volkswagen ofrece en Alemania cupones de hasta 10.000 euros por los viejos coches diésel

Además, en las 14 ciudades alemanas con más problemas de concentración de gases en la atmósfera,la automovilística ofrece un programa especial de financiación barata

Volkswagen se ha visto obligado por el gobierno de Berlín a lanzar este plan REUTERS
Rosalía Sánchez

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Fue la empresa en la que saltó el escándalo del trucaje de los coches diésel y ha sido la última en concretar un Plan Renove al que el gobierno alemán ha forzado a las empresas del sector. Según adelanta la prensa alemana, Volkswagen ofrecerá a partir del 1 de noviembre a un millón de propietarios alemanes cupones de recompra de vehículos de hasta 10.000 euros , dependiendo del modelo. La oferta es para todos los coches diésel de marcas del grupo, lo que incluye Volikswagen, Skoda y Audi con motores sujetos a las antiguas normativas E1 hasta E4. Los cupones se harán efectivos en la compra de un nuevo coche y los antiguos, tras su entrega a la empresa, irán al desguace.

Además, en las 14 ciudades alemanas con más problemas de concentración de gases en la atmósfera, sobre las que pesan amenazas de prohibición de circular para este tipo de vehículos, como ya han anunciado Hamburgo, Stuttgart y Berlín, Volkswagen ofrece un programa especial de financiación barata. El gobierno de Angela Merkel ha exigido también al sector la implementación de un programa de cambio de componentes y hardware a cargo del fabricante y que perita seguir circulando a los coches de normativa E5 de acuerdo a los límites de emisiones establecidos, pero respecto a este punto no hay información por parte de Volkswagen, que espera concretar los detalles en las próximas horas.

El objetivo de todas estas medidas es evitar que se extienda la red de prohibiciones de circulación que están dictando ya los tribunales alemanes y que están dando la puntilla al mercado del diésel. El grupo se ha visto obligado por el gobierno de Berlín a lanzar este plan mientras sus marcas, progresivamente, se van desmarcando del diésel. Audi ha aceptado esta semana un acuerdo con los fiscales de Múnich para pagar 800 millones de euros y dar así por finalizado el proceso en los tribunales, al tiempo que ha modificado sus lanzamientos para 2019 con más coches híbridos. Esto ha sucedido después de que su presidente, Rupert Stadler, fuese detenido y posteriormente destituido de su cargo.

Porsche, por su parte, ha anunciado directamente que dejará de producir vehículos diésel . La empresa se enfocará ahora sólo en motores de gasolina, eléctricos e híbridos. El consejero delegado de la compañía, Oliver Blume, ha explicado que Porsche no está "satanizando el diésel" porque "es y seguirá siendo una tecnología de propulsión importante". Pero, añade que, "como un fabricante de automóviles deportivos para el que el diésel siempre ha desempeñado un papel secundario, hemos llegado a la conclusión de que nos gustaría que nuestro futuro sea libre de diésel". Porsche ha tomado esta decisión después de que las autoridades alemanas descubriesen que entre 2007 y 2015, la compañía vendió más de 10 millones de automóviles con un sistema fraudulento de prueba de emisiones, resultando en multas millonarias para VW. Además de varias detenciones y destituciones entre los directivos del grupo, Matthias Müller fue destituido como presidente mundial de VW y como estratega de Porsche.

Para las plataformas de consumidores alemanas, sin embargo, estas medidas siguen resultando insuficientes, sobre todo en comparación con las que ha forzado la Administración Trump en EE.UU., donde las empresas alemanas han sido obligadas a recomprar los coches trucados al mismo precio al que los vendieron y donde han tenido que pagar, además, multimillonarias multas.

La asociación alemana de protección al consumidor Vzbz (The Federation of German Consumer Organisation) ha presentado junto con el club automovilístico ADAC, una demanda colectiva contra Volkswagen por el 'dieselgate' . Vzbz busca obtener una compensación para los dos millones de propietarios de automóviles diésel de Volkswagen "que no son tan respetuosos con el medio ambiente como la compañía dijo en el momento de la compra". Según la ley alemana, los afectados tienen hasta finales de 2018 para reclamar daños y perjuicios.

Los inversores y accionistas representados en 1.670 demandas reclaman además al fabricante alemán 11.000 millones de dólares (9.500 millones de euros) por no haber sido informados del engaño y evitar así la pérdida de valor de sus acciones. “Volkswagen debería haber avisado al mercado que cometió manipulación y creó riesgos valuados en miles de millones de dólares”, defiende el abogado de los demandantes, Andreas Tilp, ante el tribunal regional de la ciudad alemana de Brunswick. Los inversores buscan así u na compensación por una caída en el precio de los títulos de Volkswagen provocada por el escándalo , que salió a la luz en 2015 y le ha costado a la firma alemana 27.400 millones de euros en multas y llamadas a revisión de vehículos hasta la fecha.

Volkswagen ha admitido el fraude sistemático en las emisiones de sus vehículos, pero niega haber cometido un error en materia de divulgación. "Esta demanda es única y exclusivamente sobre si Volkswagen cumplió con sus obligaciones de divulgación con los accionistas y los mercados financieros. Estamos seguros de que este es el caso", mantiene la compañía.

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