Presupuestos de 2018: Guiños políticos con la mayor recaudación de la historia

Si a los ingresos por impuestos se le suman las cotizaciones, los recursos serán de 20.000 millones adicionales, de los que 10.000 irán a bajar el déficit al 2,2% del PIB y 5.000 al gasto en pensiones, que registrará un nuevo récord. Ello deja otros 5.000 de margen para nuevas medidas, fundamentalmente la subida salarial a los funcionarios y rebajas fiscales. Los Presupuestos irán de la mano de un nuevo cuadro macro que mejorará las estimaciones de crecimiento y recogerán una retahíla de guiños electorales. Si en alguna ocasión los Presupuestos han caminado en el alambre ha sido esta: el Gobierno no tiene atados los apoyos y el vacío de las elecciones generales acecha. Ante ello, las cuentas aprovecharán estos ingresos récord para repartir guiños políticos.

Los Presupuestos recogerán el mayor gasto en pensiones de la historia, 5.000 millones más que el año pasado, aseguró hace unas semanas el secretario de Estado del ramo, Alberto Nadal, lo que acercará la rúbrica a los 145.000 millones y elevará el gasto social. Ello se deberá a la revalorización del 0,25%, pero también a que las nuevas pensiones son más altas que las que se retiran del sistema.

Las manifestaciones de miles de jubilados han irrumpido en la agenda política y el Gobierno prepara un menú a la carta para los grupos políticos de gestos y guiños a este colectivo. Desde una subida de las pensiones mínimas hasta las de viudedad -la base reguladora pasará del 52 al 60%- incluyendo una serie de subidas que aún están por concretar, tanto por el presidente del Ejecutivo como por los grupos parlamentarios con quien se quiere pactar. Por un lado, Hacienda y Empleo plantean un «cheque» en el IRPF que funcionaría como impuesto negativo con la idea de beneficiar más a los jubilados de menor renta, aquellos que pese a no pagar el impuesto recibirían esta prima destinada para cubrir gastos de dependencia.

Posteriormente se quiere aprovechar la rebaja de IRPF planteada por Ciudadanos: el vicepresidente del PP, Javier Maroto, señaló que se quería elevar el mínimo exento a 17.000 euros para los jubilados, aunque fuentes de la negociación señalan que la rebaja no será así. La planteada por Cs subía el exento de 12.000 a 14.000 y bajaba el impuesto a los que ganaban entre esta cantidad y 17.500 euros. Las cuentas (y las medidas) se irán definiendo a medida que se vayan horneando en los meses de tramitación.

El Ejecutivo contemplaba en octubre que el crecimiento del PIB de este año sería del 2,7%, antes de que se desencadenara el «procés», y empeorara su pronóstico del 2,6% oficial que tenía al 2,3%. Ahora, volverá a su hoja de ruta y elevará la estimación a un entorno cercano a este 2,7%, mismo nivel que prevé el Banco de España y el panel de Funcas, que apuntalaron esta semana sus pronósticos. Como fuere, será superior al 2,5%, como ya anunció recientemente el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Pase lo que pase, eso sí, las estimaciones internas del Ministerio de Economía recogen un crecimiento mayor al que incluían las previsiones oficiales, cercano al 3% de otros años, aunque el Ejecutivo prefiere pecar de prudente y quedarse corto en sus estimaciones oficiales para luego ir mejorándolas. Algo parecido ocurrió el año pasado, cuando ya se preveía que el PIB superaría el 3% y las cuentas recogieron una estimación de crecimiento muy cauta y otra de ingresos públicos bastante superior que casaba mejor con las estimaciones «reales» de PIB.

De esta forma, el proyecto de Presupuestos irá acompañado mañana de un nuevo cuadro macroeconómico más optimista, con mayor crecimiento y empleo, que permitirán tener más margen para aprobar aumentos de gasto o reducción de ingresos. Este cuadro macro será el primero con el ministro Román Escolano a los mandos.

Precisamente, el ciclo económico será el gran motor para la consolidación fiscal de este año del Gobierno: en minoría y con la posibilidad siempre latente de que haya un adelanto electoral y a un año de las elecciones autonómicas y municipales, no se observa margen para mucho más.

Una de las líneas rojas de Ciudadanos para apoyar los Presupuestos es que estos contengan las rebajas fiscales pactadas con el PP el pasado verano. Por un lado, una rebaja de IRPF de 2.000 millones para las rentas de entre 12.000 y 17.500 euros, y por el otro, la rebaja del IVA del cine, que pasará de tener el tipo general del 21% al 10% de reducido. El Gobierno ha ligado estas rebajas fiscales a que el partido dé su visto bueno a los Presupuestos, para así elevar la presión sobre la formación dirigida por Albert Rivera . De esta forma, a diferencia de las subidas de sueldo a los funcionarios o las entregas a cuenta de las comunidades autónomas, esta medida no se aprobará por decreto si finalmente no hay Presupuestos. Ciudadanos también pactó que el permiso de paternidad se ampliara a las cinco semanas, una más que ahora. Y la equiparación de sueldo de las policías nacionales y autonómicas, toda una amalgama de guiños políticos.

La subida salarial que incluirán los Presupuestos ascenderá a casi el 2%, ya que al 1,75% de subida fija se suman fondos adicionales para fomentar la productividad y la equiparación de un 0,2% más. En total, 1,95% de subida: dadas las previsiones de inflación del entorno del 1,5%, será la primera vez desde 2009 que los empleados públicos ganen poder adquisitivo tras tener el sueldo congelado de 2010 a 2015, con una rebaja adicional del 5% en 2011. Casi 2.500 millones más en retribuciones para asalariados públicos que situará esta rúbrica por encima de los 125.000 millones de euros. A ello se le suma la mayor oferta de empleo público, al menos desde 2008, que se acercará a las 30.000 plazas nuevas, con una tasa de reposición del 100% para aquellas administraciones que cumplan el déficit, la deuda y la regla de gasto y con creación neta de empleo en servicios públicos fundamentales como Sanidad, Educación, Empleo y lucha contra el fraude.

Las comunidades tendrán más recursos que nunca, 104.000 millones, volviendo al nivel de 2009, cuando se negoció el último sistema de financiación. Este año el aumento superará los 4.000 millones, aunque si no hay cuentas, a un año de las elecciones regionales, se aprobarán por decreto. Además, las inversiones tendrán la presión de País Vasco y Canarias, ante la negociación con PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias para que apoyen los Presupuestos.