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Platón sí, pero más Newton

«Muchas empresas no encuentran los profesionales cualificados que necesitan. Y nuestro actual modelo educativo no parece en condiciones de generarlos»

La educación adaptada a la digitalización, clave para el futuro empresarial ISABEL B PERMUY

RAMÓN PAREDES SÁNCHEZ-COLLADO

A todos nos preocupa cómo será la España en la que vivirán nuestros hijos y nietos. Sabemos que el mundo está cambiando, ni los mercados ni las empresas ni los empleos van a ser como hoy los conocemos. Nos dicen que el 65% de los actuales estudiantes de primaria trabajarán en profesiones que hoy no existen . Pero sí tenemos algunas pistas de cómo serán esos nuevos trabajos. Se nos habla de que harán falta analistas y programadores de Internet de las Cosas, científicos de datos, diseñadores de órganos, impresores 3D, arquitectos de nuevas realidades, ingenieros de nanorobots… De lo que se deduce que la formación que esos profesionales van a necesitar estará muy relacionada con las STEAM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas) y con la formación profesional. De hecho, diversos estudios señalan que, durante los próximos cinco años, la digitalización va a crear en España más de un millón de empleos relacionados , directa o indirectamente, con estas materias. Otros vaticinan que, en 2020, nuestras empresas van a necesitar alrededor de dos millones de trabajadores de perfil tecnológico. Al mismo tiempo, somos uno de los países de la UE con menos alumnos de FP , mientras seguimos con un inadmisible índice de población joven que ni estudia ni trabaja. A la vista de este panorama, podemos deducir que tenemos una oportunidad, y a la vez un problema.

Muchas empresas no encuentran los profesionales cualificados que necesitan. Y nuestro actual modelo educativo no parece en condiciones de generarlos. Según el último Estudio de Tendencias en Matemáticas y Ciencias, las notas obtenidas por los estudiantes españoles de 4º de Primaria en Matemáticas y Ciencias siguen por debajo de la media de la OCDE . También que somos el tercer país de la OCDE donde se produce una mayor distancia entre el rendimiento de alumnas y alumnos en estas disciplinas. Por otro lado, un informe del IESE publicado este año, en colaboración con la Fundación I+E, apunta a la mejora de la calidad de la enseñanza en ciencias y matemáticas como uno de los aspectos en los que España necesita mejorar si quiere encontrar el camino para incorporarse al grupo de los países más innovadores. Nos sugiere además el IESE fijarnos en otros países que sí viajan en este grupo: Finlandia destaca por su modelo de enseñanza primaria; Corea del Sur por su formación en matemáticas; Japón despunta por su magisterio en ciencias.

No mucho más alentador es atender a las vocaciones que apuntan nuestros estudiantes. A pesar de que las carreras relacionadas con las STEAM son claramente las que ofrecen mejores perspectivas laborales, casi la mitad de los jóvenes entre 16 y 20 años afirman que cursarán carreras de ciencias sociales y jurídicas, mientras que apenas un 17% se decantan por estudios relacionados con la ingeniería o la arquitectura, y de ellos sólo un tercio son mujeres. Por otro lado, una reciente encuesta realizada por la Universidad de Deusto entre casi 13.000 chavales españoles de esa edad refleja que sólo el 4% están convencidos de que elegirán alguna de las «carreras del futuro» . Al parecer, no se ven arriesgándose ni adentrándose en mundos desconocidos, y prefieren la seguridad en la vida. Ciertamente, tenemos un problema.

Pero no debemos perder de vista la oportunidad. En España está en marcha un pacto por la Educación largamente esperado . No bastará con un acuerdo de mínimos que contente a las fuerzas políticas. Lo que necesitamos es un modelo educativo para edificar el futuro , tener muy seriamente en cuenta lo que necesita España y, mirando más allá, lo que necesita el mundo. La realidad que determina la era digital nos dice que debemos fomentar las vocaciones tecnológicas entre los jóvenes. Saber generar, ya en los niños, el interés por investigar, experimentar y descubrir. Que se entusiasmen con el

Según una encuesta de la Universidad de Deus, sólo el 4% de chavales elegirán alguna de las «carreras del futuro»

aprendizaje de las tecnologías y herramientas que ayudarán a transformar el mundo. Sin despreciar ni mucho menos otras materias, si los conocimientos técnicos son los que les van a procurar un futuro más brillante, consigamos que les apasionen. Que se adentren en ellos por sí mismos, de forma natural. A ello contribuiría en buena medida cambiar el chip, la forma de educar, y evolucionar de una educación pasiva a una educación activa, que fomente la participación y el aprendizaje sobre el terreno. Es el modelo que ya han adoptado con éxito países como Finlandia o Singapur.

Las empresas también tenemos mucho que hacer en esta tarea. Si necesitamos esos profesionales, deberemos contribuir a formarlos . En los últimos años, conscientes de lo que nos jugamos, las empresas de ADN innovador, y en particular varias multinacionales, están desarrollando proyectos e iniciativas en España que tienen por objeto inculcar esas formaciones STEAM en los más jóvenes. Desde juegos y concursos para que aprendan a programar hasta talleres de orientación y trabajo en equipo para alumnos y profesores, pasando por actividades dedicadas a promover los estudios de ingeniería entre las niñas, campamentos de verano tecnológicos para niñas y niños de 8 a 12 años, colaboración con centros de enseñanza a los que aportan conocimiento, materiales didácticos… Sin olvidar sus programas de FP dual y, un paso más allá, de Formación 4.0 , que además de la teoría y la práctica comprenden la digitalización y el emprendimiento.

Por otro lado, en este mundo nuevo que empezamos a conocer, ya no hablaremos de una formación para toda la vida, sino que las personas vivirán formándose continuamente . En este sentido, es importante resaltar el papel formador que ejercen las multinacionales, dado su bagaje innovador y favorecedor de la transferencia de conocimiento, tecnología y buenas prácticas empresariales, además de la experiencia internacional que facilitan. De esta forma, contribuimos a reforzar todo el conocimiento que las nuevas generaciones van adquiriendo.

No se trata, en definitiva, de desdeñar a Platón , que además dijo que «en la geometría hay más verdad que en cualquier promesa». Pero necesitamos que los jóvenes se interesen además por Pitágoras, Descartes o Newton . Este último dijo que «ningún gran descubrimiento fue hecho jamás sin una conjetura audaz». Seamos audaces, pues, en educar a nuestras nuevas generaciones en lo que les hará triunfar a ellos como personas, y a todos como país. Volviendo a Platón, «el sabio querrá estar siempre con quien sea mejor que él». Tengamos a los sabios de nuestro lado .

Ramón Paredes Sánchez-Collado es Vicepresidente de relaciones gubernamentales e institucionales de Seat y del grupo Volkswagwen en España y miembro del patronato de la Fundación I+E

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