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Emprendimiento

Kumon, las franquicias que abren la educación al autoempleo

Este método de enseñanza basado en la constancia ya suma 231 centros y unos 21.000 alumnos en España

Detalles de materiales en el centro Kumon de Villaverde Bajo INMA FLORE
María José Pérez-Barco

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Están en plena expansión fuera de Madrid y Barcelona. Y se extienden de foma silenciosa, tan solo por el boca a boca y sin grandes campañas publicitarias. Kumon Instituto de Educación de España lleva ya 20 años en nuestro país y cuenta con 231 centros y cerca de 21.000 alumnos. A nivel mundial, están en 50 países y suman 4,2 millones de estudiantes. Una multinacional que ni siquiera nació como un negocio sino que comenzó por el interés educativo de muchos padres por enseñar un método de aprendizaje diferente a sus hijos.

Materiales del método Kumon INMA FLORES

Todo surgió en 1954, cuando Toru Kumon, un profesor japonés de Matemáticas, elaboró una serie de hojas de estudio para que su hijo aprendiera esta ciencia, la cual le daba más de un quebradero de cabeza. A partir de ahí desarrolló un método que fomenta la mentalidad autodidacta en los niños para el aprendizaje. Y poco a poco se fue extendiendo. «Los japoneses que estaban fuera de Japón comenzaron a demandarlo para sus hijos. No crecimos con un objetivo internacional sino fruto de la demanda», cuenta Maribel Martín, directora de desarrollo y relaciones públicas de Kumon I.E.E.

Todo está meticulosamente cuidado. El material, los programas de Lectura y Matemáticas, la formación de los profesores, los locales... Los centros son franquicias que inician personas formadas en el método por el propio Instituto Kumon. «La forma justa y adecuada de mantener la metodología se vio en la franquicia, porque cuando un profesional toma las riendas de un proyecto y lo hace suyo es el motor que tira del negocio y favorece muchísimo que se mantenga la calidad», explica Martín.

«La formar justa y adecuada de mantener la metodología se vio en la franquicia»

Es lo que le ha ocurrido a María González, que lleva poco más de nueve meses dirigiendo un centro Kumon en Villaverde Bajo (Madrid). Profesora de eduación Infantil y Primaria, sus 18 años como docente le dejaban una inquietud. «Me atraía la idea de ser autónoma, de emprender y dar forma a algo, de desarrollar mi propio negocio. Yo era maestra de tiza, goma y baby y la idea de un negocio pequeño, que no necesitaba mucha inversión, me encantó. Cuando conocí la filosofía Kumon, tan humana y cercana, me decidí», cuenta.

El profesor es el alma del centro. «Conoce la metodología al detalle, se actualiza constantemente, trabaja día a día para que los alumnos desarrollen todo su potencial. No es un modelo de gestión en el que el franquiciado contrate a otros profesores, sino un modelo de autoempleo. El profesor realiza una inversión, se remanga y se pone a trabajar. Según crece el centro, va formando su equipo de asistentes», dice Martín.

María González, profesora de Kumon que dirige su propio centro en Villaverde bajo INMA FLORES

¿Y qué es Kumon? «Los niños hacen los ejercicios por sí solos, deducen, aprenden por sí mismos y el profesor les orienta», explica María. Aprenden desde la postura correcta para leer, estudiar o escribir hasta la forma de estudiar, el ritmo de estudio, desarrollan la concentración, la motivación... «Es el autodidactismo», dice esta profesora. Un método individualizado con el que los alumnos desarrollan la capacidad de enfrentarse a nuevos desafíos por sí mismos. «Eso sí, hay que trabajar todos los días, incluso en Reyes y cumpleaños, algo difícil de vender en España. Los resultados se obtienen a largo plazo», sonríe González. En el centro trabajan dos días a la semana, el resto en casa.

Pero no todas las zonas pueden contar con un centro Kumon. Para ello el instituto realiza un plan de negocio y un estudio de la zona. «No es una inversión importante, por menos de 20.000 euros se puede abrir un local de 60 metros cuadrados, diafano y bien acondicionado, en una zona que no tenga mucha visibilidad comercial, fácil de localizar para el entorno próximo de las familias... El material está de por vida incluido. Además. el instituto ofrece la posibilidad de subvencionar a fondo perdido el alquiler del local durante los dos primeros años», afirma Martín. Facilidades para que profesor y alumno se centren en una única misión: aprender por sí mismos.

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