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La germanización del «made in China»

La multinacional tecnológica alemana Siemens moderniza la «fábrica global»

Las «manufacturas inteligentes» cobran protagonismo en los centros de producción del gigante asiático ABC
Pablo M. Díez

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En 1872, tres décadas después de su fundación, la empresa alemana Siemens envió a China el primer telégrafo que funcionó en este país. Todo un avance tecnológico que continuó a finales del siglo XIX con el primer generador de vapor y el primer tranvía de China, también suministrado por la misma compañía. Siglo y medio después, Siemens sigue modernizando el gigante asiático, donde se ha propuesto germanizar el sello «Made in China»,en ocasiones denostado con razón, para otorgarle mayor calidad. En junio del año pasado, esta multinacional firmó un acuerdo con la Comisión Nacional para la Reforma y el Desarrollo para mejorar la industria china potenciando las manufacturas e infraestructuras inteligentes y reduciendo su consumo de energía. Dentro del plan «Made in China 2025», lanzado por el régimen de Pekín para renovar su industria y producir artículos de mayor valor añadido, Siemens ya colabora con gigantes como la siderúrgica Baosteel y grandes corporaciones del sector aeroespacial, naviero y electrónico, así como numerosas fábricas.

Además de suministrar transformadores eléctricos y sistemas de señalización en los metros, la firma germana ha equipado tecnológicamente el último rascacielos de Shanghái, de 632 metros, y trabaja en la gestión del tráfico de ciudades como Zhuhai, cercana a Hong Kong. Precisamente, con la antigua colonia británica acaba de acordar la creación de la primera ciudad digital inteligente, que funcionará con la «nube» de Siemens, denominada «MindSphere». «Muchas empresas chinas se han marcado como objetivo la digitalización y la innovación y nosotros las ayudamos a avanzar», explicaba Lothar Herrmann, consejero delegado de Siemens en este país, en un reciente foro de innovación en Suzhou. En esta bella ciudad atravesada por canales, próxima a Shanghái y plagada también de fábricas, la multinacional tiene sus laboratorios más punteros de investigación y desarrollo, así como un centro de ciberseguridad.

«La tecnología sin un buen equipo humano no lleva a ningún lado»

«Lo automatizamos todo: fábricas, trenes, edificios… A partir de ahora, Siemens China va a liderar la investigación en robótica del grupo porque es el mayor mercado en este campo y hay mucho talento», señaló Roland Busch, responsable tecnológico de la compañía, tras anunciar un acuerdo de colaboración con la prestigiosa Universidad de Tsinghua. Para su próxima «revolución industrial», la «fábrica global» dará el salto a la robotización. Dentro de la renovación de sus factorías, China es ya el mayor mercado de robots del mundo y se calcula que 2019 albergará el 40% global de este tipo de ingenios. Según el Instituto Chino de Electrónica, su mercado de robots rozará este año los 4.000 millones y seguirá creciendo, ya que el último Plan Quinquenal se ha propuesto que las marcas nacionales produzcan 100.000 máquinas de esta clase en 2020. Dicha automatización incrementará aún más el negocio de Siemens en China, que es ya su segundo mayor mercado tras EE.UU. Con 31.000 empleados, sus ingresos en China ascendieron a 6.440 millones el pasado año fiscal. Aunque Siemens no fabrica robots, sí suministra sus sistemas operativos para que funcionen según sus planes de trabajo.

Entre sus últimas operaciones, destaca la automatización y mejora de la gestión del mayor fabricante chino de ruedas, Double Star. Fundado en 1921, es uno de los proveedores de neumáticos del grupo automovilístico FAW, aliado en China con Volkswagen, y exporta a más de 140 países. Tras contratar los servicios de Siemens, ya cuenta con una «fábrica inteligente» cerca de la ciudad costera de Qingdao, curiosamente antigua colonia alemana. Con 300 robots, fabricados por ABB y equipados con chips de Siemens, ha subido sus beneficios un 50% al triplicar la productividad y reducir errores, llegando a producir cada día 10.000 ruedas de camión y autobús y 16.000 de turismos. El único problema es que, del millar de empleados que trabajaban en la antigua fábrica, donde apenas había robots, solo quedan 250. Es el precio del progreso y de la germanización del «Made in China».

Un gigante de la industria alemana

Fundada en 1847, la multinacional alemana Siemens es un gigante de la industria y la tecnología. Presente en más de 200 países, cuenta con 351.000 empleados y sus ingresos ascendieron el pasado año fiscal a 79.600 millones, que reportaron unos beneficios netos de 5.600 millones. Aunque sus principales actividades industriales son la electrificación, la automatización y la digitalización, donde se ha destacado por sus soluciones integrales para las empresas a las que presta servicio, también es líder en los más avanzados equipamientos médicos. Gracias a su prestigio internacional, Siemens es una de las mayores firmas extranjeras que operan en China, donde no solo se dedica a producir y vender, sino también a innovar con personal local. Con 20 laboratorios de investigación y desarrollo y más de 11.000 patentes, cuenta en este país con 4.500 investigadores e ingenieros. Todo un signo de que el «Made in China» se moderniza.

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