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España comienza a sacudirse el papel de secundario para la inversión china

Escala desde el noveno al séptimo puesto en el ránking europeo de países receptores de capital procedente del gigante asiático, pero aún recibe una décima parte que Alemania

Maribel Núñez

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Suma y sigue. El capital chino sigue tomando posiciones en todo el mundo. La inversión del gigante asiático volvió a batir récords en 2016, alcanzando los 94.200 millones de dólares. Estados Unidos, en los que la inversión se triplicó, y Europa, donde se duplicó, siguen siendo destinos preferentes. El 97% de este dinero fue a parar a compras de empresas, lo que obedece al interés de las compañías chinas de hacerse con el «know how» que hay por el mundo, y así ir ganando en valor añadido para sus productos.

A España llegaron fondos procedentes de China por importe de 1.800 millones de dólares, aunque la mayor parte, 1.370, se centraron sobre todo en las operaciones de Urbaser y en el equipo de fútbol del Español, según datos de Baker McKenzie.

El balance arroja un saldo muy positivo para nuestro país, ya que pasó del noveno al séptimo país europeo en recepción de fondos procedentes de China en Europa. Los 1.800 millones de dólares de 2016 contrastan con los apenas 460 millones que llegaron en 2015, sobre todo en los sectores de entretenimiento y agroalimentación.

La operación más importante del último año fue la compra de Urbaser, filial de ACS de servicios medioambientales, por parte de Firion Investement, fondo de inversión participado por China Tianying, por 1.174 millones de euros, ampliables hasta 1.400 millones en función del futuro rendimiento de la empresa española. La segunda operación destacada de 2016 fue la compra del RCD Enpañol por parte de Chen Yansheng, dueño de Rastar.

Además de las anteriores, y solo a falta de completarse, está la transacción en la industria aeronaútica española con la compra por parte del consorcio estatal chino de fabricación de aeronaves China Aviation Industry Corporation (AVIC) de Aritex, la firma tecnológica de la española Comsa, por un importe de 167 millones de euros.

Capital chino en España

Maite Díez, socia de Baker Mckenzie especializada en China, asegura que «el año 2017 ha empezado también muy bien, ya que sigue habiendo mucho interés del capital chino en España, entre otras cosas porque se percibe como un país estable frente a otros posibles destinos europeos que tienen elecciones este año o el propio Reino Unido con toda la incertidumbre que viene asociada al Brexit».

La mencionada experta explica este elevado flujo de inversiones de China hacia el extranjero por el apoyo que está dando el Estado chino a la internacionalización de sus empresas, a lo que ayuda sin duda que, pese a la ralentización de su economía, se prevé que este año el PIBaumente un 6,5%.

El capital chino ha puesto los ojos en los productos de lujo, marcas, bienes de consumo, alimentación y reciclaje de España

En cuanto a sectores, el capital chino ha puesto sobre todo la mirada en el caso de España en las compañías que aportan mayor valor añadido, como es el caso de los productos de lujo, las marcas, los bienes de consumo, la alimentación y todas aquellas actividades relacionadas con el reciclaje y la gestión de residuos, dada la especial sensibilidad que tiene la población del gigante asiático por todos los temas relacionados con la contaminación.

Además de la compra de sociedades, hay muchas empresas chinas que se están internacionalizando y están acudiendo a licitaciones de infraestructuras que se realizan fuera de su país.

El embajador de China en España, Lyu Fan, aseguraba esta semana en un foro organizado por KPMG y Esade que «mi país es la segunda economía del mundo y cada vez será más internacional fruto de que el Gobierno anima a las empresas a salir al exterior. En 2016 un total de 164 países recibieron inversiones directas de China por importe de 170.000 millones de dólares, lo que supone un aumento de un 44,1% respecto a 2015. En el caso de España ha sido interesante la inversión en estos años, sobre todo por la estabilidad que ha dado el Gobierno y la recuperación económica que se ha logrado en el país. Por sectores, y a diferencia de lo ocurrido en años anteriores, los inversores chinos no se han fijado solamente en telecomunicaciones e industria en general, sino que los bienes raíces, la protección ambiental y los medios de comunicación ahora están también en el radar».

La salida de capital chino parece un proceso imparable porque, según anticipó el embajador, el Gobierno de su país prevé que en el próximo lustro las inversiones de su país en el exterior alcancen los 750.000 millones de dólares a la vez que genera 700 millones de turistas internacionales.

En una especie de cambio de papeles entre Estados Unidos y China, el representante del Gobierno chino puso el acento en que «desde hace 2.000 años la Ruta de la Seda ya empezó a favorecer la inversión, la cooperación y el desarrollo, o dicho de otro modo, cuanto más amplios son los mercados mejor».

En 2016, un total de 164 países recibieron inversiones directas de China porimporte de 170.000 millones de dólares

Desde el Gobierno español, y pese a que históricamente han sido escasos los viajes oficiales a China, en contraste con el ya tradicional periplo anual que hace Ángela Merkel a ese país, la secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, reconoció en el mismo foro que «China es un referente para el comercio internacional del que oigo hablar todos los días y, desde luego, es una prioridad para España pero, dada su enorme dimensión, estamos buscando los sectores que pueden ser más interesantes para las empresas españolas para ir reduciendo poco a poco el abultado déficit comercial que tenemos con ese país, y que ronda los 20.000 millones de euros. El Gobierno ha intentado ayudar a las inversiones de ese país facilitando los visados y los permisos de residencia para los trabajadores cualificados. En total en España hay 150 empresas de capital chino instaladas que dan empleo a 2.000 personas. Sin embargo estos datos no nos pueden llevar al optimismo porque, pese a que la inversión china en España ha subido en los últimos años no puede ser una décima parte de la que recibe Alemania. Además tenemos que poner más en valor la puerta de entrada que supone España para las empresas chinas que quieren dirigirse hacia mercados en Oriente Medio y en Hispanoamérica».

Desde el mundo académico Ivana Casaburi, directora de Esade China Europe Club, puso el acento en que «España entró en una nueva etapa en su relación con China en 2015, cuando Gingko Tree Investment se hizo con Madrileña de Gas por importe de 730 millones de dólares. El año pasado fue récord ya que hubo 18 operaciones de compra, lo que arroja un stock de inversión de 4.650 millones. Este 2017 ha empezado muy bien también ya que hay cuatro operaciones interesantes en los sectores de información, startups y plataformas de tecnología de la comunicación, como la reciente compra por parte de Alibaba de una empresa de software vasca dedicada a la reserva de hoteles online».

Casaburi explica el interés histórico de China por Alemania en el hecho de que el gigante asiático siempre ha buscado manufaturas avanazadas y tecnología y Alemania tenía estos activos.

En la otra parte de esta historia, la de las empresas españolas que han sido compradas por una sociedad china se encuentra Urbaser. José María López, consejero delegado de esta empresa, aseguró en el encuentro de KPMG-ESADE que «la transacción fue larga y complicada pero finalmente se consiguió el acuerdo en diciembre pasado. La idea que tenía la empresa china era comprar el conocimiento y la tecnología que tenemos nosotros para la recogida y posterior tratamiento de los residuos urbanos, aunque la escala es muy diferente. No hay que olvidar que China tiene seis ciudades con más de 30 millones de habitantes». En cuanto al proceso de integración de ambas compañías López aseguró rotundo que «de momento es excelente».

Cosco Shipping Linez y ZTE

Respecto a las empresas chinas con presencia en España desde  hace años se podrían citar muchos  ejemplos pero Cosco Shipping Lines y ZTE pueden servir de ejemplo. En el caso de la primera, considerada una de las mayores navieras del mundo, ya que tiene 1.100 buques cargados de contenedores navegando por los mares de todo el mundo, Albert Oñate, su director general en España, aseguró que «en 1974 atracó el primer barco chino en Barcelona, y en 1999 se produjo la primera joint venture entre China y España. Ahora Cosco Shipping factura alrededor de 20 millones de euros anuales pero va a haber movimientos ya que el sector está muy activo en materia de fusiones y adquisiciones, actividad en la que sin duda Cosco estará presente».

Desde ZTE, la empresa de telecomunicaciones más grande del mundo dedicada al tendido de redes, su consejera delegada, Ying Xue, contó a los asistentes al foro que «llegamos a España en 2007 y la experiencia ha sido muy positiva ya que facturamos alrededor de 400 millones de euros, además, en los últimos años se ha acelerado la concesión de los permisos de trabajo, lo que entre otras cosas ha hecho posible que hayamos pasado de los 15 empleados que teníamos en 2007 a los 300 que somos ahora, de los que el 70% son españoles, claro».

La compra de Urbaser por 1.400 millones de dólares marca un antes y un después en la relación entre las empresas de ambos mercados

Uno de los datos que llaman la atención de las inversiones de China en el exterior en 2016 es que, por primera vez desde 2013, los inversores chinos invirtieron más dinero en Estados Unidos (48.000 millones de dólares con un aumento del 189%) que en Europa (46.000 millones, con un alza de un 90%), según datos de Baker McKenzie.

Además, el mencionado estudio señala también que «las empresas privadas chinas lideraron esta tendencia superando, con operaciones por el 70% del valor total, la inversión de las empresas estatales y poniendo de relieve el auge del sector empresarial chino en la economía mundial».

«Más de la mitad de la inversión directa de China en Europa y Estados Unidos desde el año 2000 ha tenido lugar en los últimos tres años», asegura Maite Díez al tiempo que añade que «el ritmo de las operaciones es bueno en las dos regiones, pero las incertidumbres políticas y reguladoras afectan a las perspectivas de las inversiones futuras».

Tecnologías de información y comunicaciones

En Europa el sector de las tecnologías de la información y comunicaciones (13.700 millones de dólares), el sector de transportes, servicios públicos e infraestructuras (12.200 millones de dólares) junto con el sector de la maquinaria industrial (6.200 millones de dólares) registrarion los mayores índices de actividad. Estos tres sectores contabilizaron casi el 70% de la inversión total china. Fue un año récord para la inversión en tecnologías de la información en Europa, superando incluso los niveles registrados en Norteamérica, donde históricamente se realizaban las mayores operaciones relativas a tecnologías de la información. En Norteamérica la inversión china se reparte de modo uniforme entre diferentes sectores de actividad. Los principales receptores el año psado fueron el sector inmobiliario y servicios (17.400 millones de dólares), el sector del transporte, los servicios públicos e infraestructuras (6.000 millones de dólares), productos y servicios de consumo (5.700 millones) y ocio (4.800 millones). En conjunto, estos sectores contabilizaron casi el 70% de la inversión china en la región. El valor medio de las operaciones se ha duplicado año tras año, alcanzado los 290 millones en mabas regiones.

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