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La deuda pública, una amenaza para la recuperación económica

España es ahora más vulnerable ante una subida de tipos y la volatidad del mercado

Fachada de la sede del Banco de España, en la calle Alcalá de Madrid EFE
Moncho Veloso

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España crece con fuerza, genera empleo y ha corregido parte de sus históricos males estructurales. Pero esa salida de la crisis se está haciendo alimentado otro desequilibrio tanto o más peligroso: un elevado endeudamiento público. El conjunto de las administraciones —Estado, autonomías, municipios y Seguridad Social— acumula una deuda de 1,139 billones de euros, récord histórico y equivalente al 100,03% del PIB . Un nivel que amenaza la propia recuperación económica y es un lastre para las generaciones futuras .

No hay organismo nacional e internacional que no haya dado un toque de atención a España, situando el problema de la deuda pública casi al mismo nivel que el del desempleo . «El endeudamiento es aún muy elevado y representa una fuente de vulnerabilidad frente a una evolución económica adversa o a incrementos en el coste de financiación» , avisa el Banco de España en su último informe de estabilidad financiera. Para el FMI la cota alcanzada es ya «elevadísima».

España entró en la crisis con una de las tasas de endeudamiento público más bajas de la UE, del 35,5%, y en estos diez años se ha incrementado en 64,5 puntos . La recesión hundió la actividad económica y disparó el empleo, haciendo que la recaudación fiscal se desplomase y aumentase el gasto en prestaciones: el déficit público, que en 2009 rozó el 11% del PIB, es la principal explicación de ese nivel de deuda , pues lo que se gasta de más se financia con deuda. A ello hay que sumar la factura del rescate bancario y de medidas para sanear o salvar las arcas locales y autonómicas como el plan de pago a proveedores y el FLA.

Sostenibilidad

¿Puede España soportar una deuda que supera el billón de euros y que supone todo lo que produce al año? Lo primero que el país debe hacer para pagarla es crecer . El PIB avanza al 3% anual y por eso el Gobierno popular confía en que la tendencia a la baja iniciada en 2015 en la ratio de deuda pública sobre PIB, después de que esta tocase techo, se mantenga. Sin embargo, pese a ese fuerte crecimiento económico, esa ratio parece resistirse a bajar de forma notable una vez que se ha instalado en el 100% .

La Autoridad Fiscal Independiente (Airef) considera de hecho que el ritmo de reducción de esa ratio es insuficiente para que se sitúe por debajo del 60%, nivel óptimo fijado por Bruselas, en 2020, como se comprometió el Ejecutivo. Es más, estima que esa meta no se alcanzará hasta 2037 .

El gran riesgo es que en ese tiempo torne la actual situación de recuperación económica y de confianza de los inversores. Un portazo de los mercados financieros como el vivido en los años más duros de la crisis dejaría a España en una situación de extrema vulnerabilidad: cabe recordar que el 50,5% de la deuda del Tesoro está en manos extranjeras, sobre todo bancos.

El otro desafío, mucho más plausible, es un cambio en la política monetaria del BCE. Aunque la subida de los tipos de interés parece que no tendrá lugar hasta 2019, en cuanto se produzca se encarecerá el servicio de la deuda, elevando el coste de financiación del país. Aunque ahora paga un tipo medio históricamente bajo (2,61%) , España destina cada año la friolera de más de 32.000 millones de euros a retribuir a sus acreedores.

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