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Cinco preguntas incómodas que te hará el banco antes de concederte un crédito

Estar libre de impagos, no figurar como sobreendeudado o contar con una situación laboral estable y una nómina suficiente siguen siendo imprescindibles para conseguir un préstamo

El importe de los créditos al consumo concedidos durante el pasado mes de marzo ascendió a 1.976 millones EFE

ABC

Tras varios años en los que el acceso al crédito para la mayoría de los ciudadanos de a pie se había dificultado considerablemente, la banca ha vuelto a centrar su interés en uno de sus ejes principales de negocio: la financiación. El importe de los créditos al consumo concedidos durante el pasado mes de marzo ascendió aa 1.976 millones de euros, lo que supone un incremento del 25,2% con respecto al mismo mes del pasado año . Al cierre de 2015, el saldo de las nuevas operaciones firmadas durante ese año alcanzaba los 19.747 millones, 3.305 más que en 2014.

Si bien las cifras no llegan ni de lejos a los niveles que se alcanzaron durante los años previos a la crisis, se trata del mejor dato desde 2010. Sin embargo, esto no significa que las condiciones se hayan relajado. Estar libre de impagos, no figurar como sobreendeudado o contar con una situación laboral estable y una nómina suficiente para hacer frente a los pagos siguen siendo requisitos sine qua non para conseguir un préstamo. Por ello, es habitual que los futuros prestatarios tengan que enfrentarse a todo un cuestionario para evaluar su solvencia. El comparador de préstamos personales HelpMyCash.com cita cinco preguntas incómodas a las que tendremos que responder si queremos conseguir un crédito en un banco.

1. ¿Cuál es su nivel de ingresos?

Los bancos valoran las nóminas abultadas por razones obvias. Cuanto mayores sean los ingresos mensuales del cliente, con más facilidad podrá devolver las cuotas del crédito. Un método para calcular la capacidad de reembolso del prestatario es dividir las cuotas mensuales entre sus ingresos. Los expertos recomiendan no dedicar más del 40% de las entradas netas de capital a satisfacer la totalidad de las deudas, aunque algunos rebajan esa cifra al 30 o al 35 %. Un ratio que la banca se toma en serio, por lo que en caso de estar sobreendeudados o de solicitar un préstamo demasiado alto, lo más probable es que la respuesta sea negativa.

Eso sí, se trata de una cifra variable, ya que el límite no será el mismo para una pareja sin hijos con unos ingresos mensuales conjuntos de 6.000 euros, que para otra pareja con personas a cargo e ingresos inferiores.

2. ¿Y su situación laboral?

Una situación laboral estable, un contrato indefinido y una trayectoria larga en una misma empresa aporta cierta seguridad al prestamista; a pesar de que la situación pueda cambiar en cualquier momento. Las temporadas de desempleo dilatado o los contratos temporales no resultan tan atractivos.

3. ¿Qué edad tiene?

Aunque pueda parecer una pregunta indiscreta, la edad del prestatario es importante y puede condicionar la respuesta del prestamista. Por lo general, un cliente joven suele presentar un riesgo mayor a ojos de la entidad que uno de mediana edad, por la simple razón de que el segundo tendrá una experiencia laboral y vital mucho más dilatada. Lo mismo ocurre con una persona jubilada, quien tampoco tendrá las mismas posibilidades, ya que se sobreentiende que a esa edad los ingresos descienden y los riesgos de salud aumentan.

El plazo de los préstamos suele ser de un máximo 10 años y por lo genera,l los bancos no conceden créditos a las personas cuya edad supere los 70 o 75 años una vez vencido el plazo estipulado. Es decir, que la suma de la edad del cliente y del plazo del crédito no puede superar esa cifra.

4. ¿Está usted en una lista de morosos?

Ya sea por una pequeña deuda con una operadora de telefonía móvil, por un impago con una financiera o por una deuda con el banco; estar incluido en una lista de morosos es sinónimo de obtener un «no» como respuesta a una solicitud de crédito. La banca no presta a clientes inscritos en Asnef –el registro de morosos más popular de España-, ya que considera que sus posibilidades de acabar incurriendo en un nuevo impago son «estadísticamente» mayores, según revelan diversas fuentes bancarias al comparador HelpMyCash.com.

En ese caso, la única solución para poder acceder a un préstamo es acudir a empresas que presten a aquellas personas con la condición de morosos -como algunas compañías de créditos rápidos de importe elevado o de minicréditos «online» de prestamistas privados - o bien, saldar la deuda y exigir la retirada del nombre de la lista negra.

5. ¿Tiene otras deudas vigentes?

Tener otras deudas no tiene por qué ser una razón para no conseguir un crédito; pero estar sobreendeudado, sí. Si el cliente ya tiene otros préstamos vigentes, las cuotas del nuevo crédito junto con las que ya se pagan en ese momento no deberían superar en su totalidad el 40% antes mencionado. Acabar sobreendeudado puede provocar que cualquier cambio en la vida del cliente –desempleo, rebaja del salario, desembolso imprevisto, etc.- lo avoque a una situación de impago que la banca quiere esquivar.

Para valorar la situación del cliente, el banco consulta el Cirbe, una base de datos que incluye todos los préstamos de más de 6.000 euros que tenga suscrito con una entidad de crédito española.

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