Berlín llama a aumentar el sueldo mínimo ya que al país «le va bien»

En junio de 2016 una comisión del Ejecutivo alemán deberá dicutir si el Salario Mínimo Interprofesional debe aumentar, sin embargo, la ministra del Trabajo Andrea Nahles ya ha dado su opinión: en el primer aniversario de la introducción del sueldo mínimo en Alemania, Nahles ha recordado lo bien que le va económicamente al país y la obligación en consecuencia aumentar el SMI.

En una entrevista al «Rheinischen Post», Nahles se ha referido a las distintas voces que exigen un aumento de los 8,5 euros/hora a Berlín: el jefe del sindicato Ver.di Frank Bsirske o la dirigente de los trabajadores en hostelería , Michaela Rosenberger.

Por parte de los empresarios, Karl-Sebastian Schulte ha comentado al Handelsblatt que es demasiado pronto para discutir un aumento del salario mínimo. Más extremo es el jefe del instituto económico Ifo, quien ha dicho al mismo diario económico que el SMI debería disminuir o en su defecto, no aumentar». Pero Nahles sólo ve aspectos positivos: «Es la gran reforma social de las últimas décadas» y contra los exagerados temores, «la he economía no se ha visto afectada ni se han perdido puestos de trabajo».

El SMI que en junio aprobó el Bundestag es la gran reforma social de postguerra. A la gran coalición entre socialdemócratas (SPD), democristianos (CDU) y socialcristianos (CSU), se sumaron los verdes por lo que la nueva normativa fue votada por una amplia mayoría de los 601 diputados presentes en el Bundestag (sólo cinco votaron en contra).

Al mes, los alemanes cobran ahora como mínimo 1.471,31 euros por jornada completa, un logro que corrigió una laguna en las reformas realizadas por el excanciller Gerhard Schröder (la conocida como Agenda 2010), revalorizando la actividad política al intervenir para proteger y dignificar a los trabajadores.