¿Por qué se paga por la electricidad consumida si no hay nadie en casa?

Que una familia entera se vaya de vacaciones y su casa permanezca cerrada no resulta un impedimento para que a final de mes se siga haciendo frente a la factura de la luz y que incluso se paguen cuantías considerables. Los hogares españoles gastaron una media de 31,25 euros de luz en agosto, según un estudio de la aplicación de ahorro energético Mirubee . Del total de la factura, un 60% (18,86 euros) correspondieron a la potencia contratada y el 40% restante (12,39 euros) a la energía consumida o más bien, desperdiciada.

El alto consumo en vacaciones se localiza en la nevera y en los aparatos en «stand-by». Tras analizar el gasto en estos hogares cerrados, se ha comprobado que un 80% del total de energía consumida correspondía a la nevera y a los dispositivos en modo de espera , llegando en algunos casos a representar el 100% del consumo. En temporadas no vacacionales, sin embargo, el consumo de los mismos suele representar en torno al 30% del total.

El consumo de los aparatos en modo de espera va más allá de los televisores u ordenadores. También consumen electricidad , los equipos de aire acondicionado, los transformadores que alimentan los focos halógenos y, en general , los electrodomésticos que están siempre enchufados aunque no tengan un piloto rojo.

Desde Mirubee recomiendan evitar gastos mediante la desconexión de la nevera o poner el termostato en la posición de menos frío posible. También aconsejan cortar la corriente de todos los subcircuitos que se pueda, manteniendo conectados sólo los indispensables.

Para realizar este estudio, Mirubee ha analizado un centenar de hogares españoles que hacen uso de la plataforma y que en agosto permanecieron cerrados con motivo de las vacaciones familiares. De este análisis, se ha podido comprobar que la potencia media contratada es de 4,13KW y que durante el período de vacaciones el consumo energético medio fue de 2,52KWh. Una cifra muy inferior a los 8,82KWh que se suelen consumir de media en períodos no vacacionales, pero que sigue siendo elevada teniendo en cuenta que no hay nadie en casa.