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De diez a cero

Dicen que Aznar eligio a Rajoy y no a Rato como su relevo porque pensó que Rodrigo tenía un techo débil, demasiados amigos e intereses

De diez a cero afp

fernando gonzález urbaneja

A Deng-Xiaoping, uno de los cinco personajes determinantes de la segunda mitad del siglo XX, le preguntaron por Mao y respondió 70% bien, 30% mal. Pudo añadir… depende de las oportunidades y las alternativas. Algún viejo amigo de Rodrigo Rato podría utilizar semejante metro. ¿ Por qué Rato se empeñó en ser presidente de Bankia cuando a los 63 años disponía de una biografía completa y repleta que justifica salir del primer plano? No hay respuesta razonable. Una brillante trayectoria se emborronó desde aquel momento. Cinco años de camino al infierno.

Todas las biografías de Rato empiezan por: «político español que fue vicepresidente del gobierno español, ministro de Economía y Hacienda y luego director gerente del FMI…·. Algo más de una década (1994-2007) de desempeño en los cargos más relevantes. Desde 1979, (tenía 30 años), Rato se centró en la política con dedicación plena; candidato frustrado a diputado por Alianza Popular en 1979, y diputado por Cádiz y Madrid desde 1982 hasta 2004 (siete legislaturas), cuando hizo las maletas para Washington. Durante esos años se acreditó como parlamentario brillante en la oposición y en el gobierno y como jefe eficaz de su grupo parlamentario y como responsable de la política económica con un superior celoso y complicado como Aznar. El año 2003 Rato era el mejor colocado en el Partido Popular para relevar a Aznar en el Partido y, muy probablemente, en el gobierno. Pero Aznar eligió a Rajoy y Rato (que lo temía) quedó frustrado y desubicado. Dicen que Aznar pensó que Rodrigo tenía un techo débil, demasiados amigos e intereses.

Desde entonces la finura de Rato sufre de avería. Su paso por el FMI fue poco feliz con una salida sin explicaciones . En vez de resignarse a una etapa plácida de consejos y asesorías de baja intensidad, quiso volver al primer plano, como banquero profesional, quizá para emular y rectificar a su padre, entrando por la ventana que le abría la política: Caja Madrid-Bankia. Rajoy le abrió esa puerta de par en par, puente de oro, y se olvidó del viejo compañero y competidor.

Los resultados son decepcionantes, de fracaso en fracaso hasta la derrota final. De figurar como uno de los políticos más valorados a la lista de los más denostados con fracasos notorios y comportamiento personales comprometidos. Una brillante trayectoria con penoso final. Una prueba de la importancia de navegar por los mapas de riesgos sin caer en tentaciones y valorando e intuyendo los peligros.

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