UGT financió actividades sindicales con las tarjetas B de Caja Madrid

Torres, que formaba parte de la comisión de control de la caja, ha afirmado que utilizó la tarjeta opaca en parte para pagar actividades del sindicato , como la impresión de octavillas, la compra de banderas o el pago de comidas. El representante de UGT ha relatado que pagaba con la Visa las comidas en las que se reunía con empleados en diferentes puntos de España, algunas muy caras por el elevado número de comensales, informaron fuentes jurídicas presentas en la declaración.

Según su versión, el sindicato se quedaba con el dinero que él cobraba para dietas, razón por la que usaba la Visa B que le proporcionó la caja para sufragar esas actividades. UGT no solo conocía esta situación, sino que esta forma de gestión estaba controlada por el sindicato y avalada por la comisión ejecutiva confederal, ha explicado.

Esta declaración concuerda con el desglose de gastos incorporado a la causa, donde constan múltiples cargos en restaurantes, billetes de tren, hoteles y material de papelería. En concreto, Torres gastó casi 30.000 euros en la imprenta Serviprint, a donde acudía con asiduidad. El 18 de enero de 2003 pagó allí, por ejemplo 500 euros en una visita que realizó pasadas las 8 de la mañana. El 29 de marzo del mismo año realizó un pagó de 1.151,78 euros por la misma razón.

Otro de los cargos que destaca en su listado son los once pagos realizados en el hotel Sancho, situado en el Paseo de las Delicias de Madrid, donde gastó unos 11.500 euros. El sindicalista, quien ha defendido que la Visa debía destinarse para «gastos de representación», también gastó en cuestiones propias del ejercicio de su cargo en la caja, como trajes o un teléfono. Este directivo formó parte de la entidad durante el mandato del expresidente Miguel Blesa.

Esta declaración contrasta con la que ha realizado otro sindicalista de UGT que formó parte de la caja. Miguel Ángel Abejón, vocal de la comisión de control de Caja Madrid, quien gastó 109.300 con su Visa opaca, ha defendido que los plásticos eran de libre disposición, según le indicaron los responsables de la entidad. Eso, ha concretado ante una pregunta del fiscal, permitía gastarlo en lo que quisieran.

El argumento de que las Visas eran de uso libre ha sido utilizado por doce de los trece exdirectivos que han comparecido hoy como imputados por el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid, menos el mencionado Torres. El exdirectivo y exdiputado del PSOE José Acosta ha precisado, sin embargo, que a él le pidieron que fuera prudente y que las Visas «no estaban para gastos eróticos».

Entre los interrogados hoy también estaban algunos representantes de la Comunidad de Madrid en la comisión de control de la caja, como Cándido Cerón o Fernando Serrano, quienes han alegado que la Visa formaba parte de un «paquete retributivo» que podían utilizar con total libertad. Serrano, además, ha afirmado que «la gente hablaba con total naturalidad» de las tarjetas opacas.

Sobre la cuestión fiscal, todos los imputados han expresado que ellos creían que la caja tributaba los gastos y que estos constaban en sus certificados de retención. Al que fuera gerente del PP de Madrid Beltrán Gutierrez, el juez le ha preguntado si, como economista que es, no sabía que él era el obligado a tributar los gastos.

El fiscal, en línea con su posición de que los directivos que usaron los plásticos pero no encargaron su entrega no habrían cometido ningún delito, no ha pedido fianzas para los exdirectivos. Mañana declararán otros diez ex altos cargos de la entidad, como Rafael Spottorno o Matías Amat.