La exención fiscal a los afectados por la dación en pago será más fácil

Para tener derecho a este descargo impositivo, el ordenamiento dice que el deudor, garante transmitente o cualquier otro miembro de su unidad familiar no disponga, en el momento de desprenderse de la vivienda, «de otros bienes o derechos en cuantía suficiente para satisfacer la totalidad de la deuda hipotecaria». La modificación que se plantea consiste en que se presumirá el cumplimiento de este requisito, aunque «si con posterioridad se comprobara lo contrario, se procederá a girar la liquidación tributaria correspondiente».

Y es que hasta la nueva reforma fiscal, cuando se entregaba la vivienda para saldar la deuda se tenía además en cuenta los intereses aplicados a lo largo del pago hipotecario, que en varias ocasiones al cancelar el total de la deuda superaba el valor de la casa y a ojos de Hacienda se consideraba una «ganancia», por la que había que tributar. Pero ya no será así, y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) estimó que unas 15.000 familias que han sufrido este drama económico podrán ahorrarse unos 10.000 euros de media con la medida.

Hay que apuntar también que este exención de tributación por IRPF y plusvalías municipales en los casos de dación en pago se aplicará con carácter retroactivo desde 2010.