Hacienda apenas ahorrará 100 millones por hacer tributar los despidos

Según el anteproyecto de ley, todos los trabajadores despedidos desde el 20 de junio, día en que el Consejo de Ministros estudió la reforma, solo tendrán exenta una parte de su indemnización por despido. En concreto, los primeros 2.000 euros por cada año trabajado . Según los cálculos del Ejecutivo, esto dejaría exentos a todos aquellos trabajadores con salarios inferiores a 20.000 euros y que tuvieran derecho a una indemnización máxima de 33 días por año trabajado. Sin embargo, los empleados más antiguos, y con derecho a indemnizaciones de 45 días, tendrán que pagar incluso con salarios de 20.000 euros e inferiores.

Además, hay otra medida en la ley que también perjudica a los despedidos. Se trata de la nueva tributación de las rentas irregulares, aquellas generadas en más de dos años, como es el caso de estas indemnizaciones. Hasta ahora, a las cantidades que no estaban exentas se les aplicaba una reducción del 40%; a partir de ahora, del 30% .

Este cambio legislativo, pese a tener un alto coste social para el Gobierno, apenas tiene impacto recaudatorio. Según las cifras de Hacienda recogidas en los Presupuestos del Estado, el año más duro de la crisis en materia de empleo, 2009, que se saldó con la destrucción de más de 1,1 millones de puestos de trabajo, apenas costó a las arcas públicas 340 millones de euros. En el resto de años de la crisis la merma recaudatoria por la exención se sitúa por debajo de los 150 millones.

Y en los ejercicios previos al estallido de la recesión, el coste para las arcas públicas se situaba por debajo de los 100 millones. Si tenemos en cuenta que, según el Fisco, el 80% de los despidos seguirá sin tributar, eso sí, los más baratos, el ahorro que obtendrán las arcas públicas con esta medida se situará en el entorno de los 100 millones de euros, o incluso menos. Si la reforma costará en torno a 9.000 millones , los 100 millones que se esperan recuperar con esta medida apenas suponen un 1% del total.