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ante la crisis de deuda argentina

Kirchner: «Me siento como un portero de fútbol maltratado»

La presidente de Argentina aprovechó el símil futbolístico para quejarse de los inversores que compraron deuda a bajo precio tras la crisis del 2002

Kirchner: «Me siento como un portero de fútbol maltratado» reuters

abc.es

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kircher, aseguró sentirse como un «portero de fútbol maltratado». No es que la presidenta haya cambiado repentinamente de profesión. Kirchner utilizó el símil futbilístico para quejarse del trato hacia su país en la polémica por la devolución de la deuda argentina .

«Me tirán penales tiros libres, me tocan con la mano», aseguró ayer. La presidenta se quejaba de los inversores que compraron deuda a bajo precio tras la crisis del 2002 y que ahora reclaman los beneficios.

Ayer en un comunicado oficial difundido por la red social Twitter, la presidenta argentina, destacaba la «buena fe» de su Gobierno en la negociación con los fondos especulativos que le reclaman judicialmente en Estados Unidos el pago íntegro de bonos en mora por 1.300 millones de dólares más los intereses.

Según Cristina Fernández Kirchner, «Los árbitros nos bombean cada dos por tres». Actualmente ambos países se encuentran sumergidos en negociaciones con Estados Unidos tras la sentencia del Tribunal Supremo

Dicha sentencia obliga al país suramericano a cumplir con los litigantes para evitar el embargo de los giros de dinero a los tenedores de deuda que se acogieron, con importantes quitas, a los canjes planteados por las autoridades argentinas en 2005 y 2010.

Pese a una reticencia inicial, Argentina aceptó la semana pasada negociar con los «fondos buitres». Ayer, el ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, aunició que pedirá al juez estadounidense Thomas Griesa que suspenda el fallo que obliga a pagar al país suramericano 1.300 millones de dólares (980 millones de euros) a los tenedores de deuda pública que no se sometieron a las reestructuraciones -los «fondos buitre»-, para que pueda seguir pagando a los bonistas que sí se acogieron a las mismas.

Con su solicitud, el Ejecutivo de Cristina Fernández busca cumplir en primer lugar con los acreedores que aceptaron la reestructuración de la deuda (un 92 % del total), en mora tras la crisis económica de 2001, mientras busca un acuerdo con los fondos especulativos.

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