La guerra en Irak provocará subidas del precio de la gasolina este verano

Lo que podría no subir en lo que resta de año es la factura eléctrica. Es más, podría bajar aún más. Nadal ha explicado que las condiciones metereológicas favorables de la primera mitad del año, esto es, viento y lluvia, han permitido ya abaratar el precio de la luz, y confía en que los costes sigan reduciéndose en lo que queda de ejercicio . «Todavía bajará más si en la segunda mitad del año se mantienen unos costes razonables», ha dicho durante su intervención en un curso en Santander organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), la UIMP y BBVA.

Ahora bien, el «número dos» del Ministerio de Industria ha admitido un bajada «brusca» del precio de la electricidad no se puede ver por culpa del déficit de tarifa. «De momento hemos cortado el crecimiento exponencial de los precios, hemos frenado el déficit y la sandría», ha celebrado, asegurando que la reforma energética del Ejecutivo popular ha impedido un encarecimiento de la luz del 40%.

Nadal ha recordado, para defender la necesidad de un mercado energético europeo integrado, cómo la elevada dependencia de un país productor o suministrador de energía puede poner en riesgo, en caso de conflicto, el suministro. «La crisis de Ucrania no ha venido mal para despertar determinadas conciencias», ha dicho durante su intervención en Santander en un curso organizado or la APIE en colaboración con BBVA y la UIMP, y en el que ha lamentado la falta de infraestructuras interconectadas entre los socios comunitarios, cifrando entre 5.000 y 6.000 millones de euros la inversión que sería necesaria para conectar España con Francia, lo que supondría un ahorro anual de hasta 2.500 millones.

Bajo ese mismo criterio, el de aprovechar todos los recursos propios disponibles, el secretario de Estado también ha defendido los proyectos para buscar petróleo en Canarias y Baleares, esgrimiendo el ahorro que generarían (unos 4.000 millones al año menos en importaciones) y que se harán con el máximo respecto al medioambiente y con un « reparto adecuado» de las rentas de los hidrocarburos entre las empresas y las adminsitraciones implicadas tras las prospecciones.

Donde el Gobierno no tiene las ideas tan claras es en el futuro de Castor, el almacén subterráneo de gas situado frente a la costa de Castellón y cuya actividad paralizó el Ministerio de Industria debido a los seísmos que sus prácticas generaban en tierra. «No podemos inyectar más gas sin tener la garantía de que la población no corre el más mínimo riesgo, pero también tenemos que dar salida a esta instalación y a su sistema de financiación que fijó el Gobierno anterior con unas garantías que nos obligan al Gobierno posterior», ha dicho, admitiendo en todo caso que la solución es a largo plazo.

«Cancelar definitivamente una instalación que ha costado mil y pico millones de euros cuando puede ser necesaria en el futuro es algo que hay que pensarse», ha dicho, tras informar además de que el Gobierno tiene previsto tener lista para finales del próximo mes de julio la reforma del mercado del gas.