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Primavera económica con lenta creación de empleo

Los expertos reclaman nuevas reformas que permitan el despegue del mercado laboral, que arranca con timidez

Primavera económica con lenta creación de empleo jaime garcía

luis p. arechederra

El cielo de la economía española enseña claros que dejan atrás una fuerte tormenta, pero cuesta limpiar el poso de la intensa lluvia que ha calado el paisaje. La recuperación está en marcha, las señales macroeconómicas lo confirman , pero el ritmo de creación de empleo es lento. El Gobierno, sin ir más lejos, prevé que la tasa de paro no baje del 20% hasta 2017. Y lo hará de forma leve: en dos décimas. Es decir, llega la primavera pero no desaparece el frío.

¿Por qué la mejoría general no termina de levantar el empleo? La teoría y práctica económica contestan: el empleo tiende a ser lo primero que se resiente en una crisis y lo último que se recupera. También responden los expertos, que destacan que ya se ha producido un punto de inflexión en el mercado laboral español.

El economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, afirma que lo más importante es la tendencia, que es «positiva». «La creación de empleo en términos netos ya se está produciendo», y lo está haciendo antes de lo previsto por «cualquiera de los que hacemos previsiones económicas». «A diferencia de otras recuperaciones», expone Cardoso, «la sensabilidad del empleo a la recuperación se está incrementando. En adelante va a depender mucho de que esta sensibilidad del empleo al ciclo económico aumente». Esa es la clave.

Los datos del paro registrado en los servicios públicos de empleo al acabar el mes de abril demuestran el cambio de rumbo. El desempleo cayó en 111.565 personas y se afiliaron 133.765 personas más a la Seguridad Social. Se trata del mejor mes de abril desde que existen las estadísticas laborales, a partir de 1960. El paro cayó incluso sin tener en cuenta el periodo de Semana Santa y las nuevas contrataciones para el verano. En esos términos, el paro disminuyó en 50.202 personas. Una perspectiva: el desempleo llevaba aumentando en casi 37.000 personas de promedio en los últimos cinco abriles.

Aún así, este punto de inflexión no quedó reflejado en la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año, que supuso un jarro de agua fría sobre el clima de recuperación, una curva en el sendero de salida de la crisis. «La EPA del primer trimestre no fue consistente con los demás indicadores de actividad económica», explica Cardoso. Desde el servicio de estudios de BBVA esperan que la EPA del segundo trimestre sea diferente, coherente con el nuevo escenario, «más consistente con lo que observamos en las afiliaciones a la Seguridad Social, que es una creación de empleo relativamente sólida».

Tendencia positiva

Rafael Pampillón, profesor de economía de Instituto de Empresa, también percibe un cambio de rumbo en el mercado laboral. Razona que « los últimos datos de afiliación y paro registrado» hacen esperar que «esta tendencia positiva continúe en lo que queda de año y en el que viene».

Como previsiones, el Gobierno estima que la tasa de paro se sitúe en el 24,9% a final de 2014, y en el 23,3% en 2015. Unos pronósticos ligeramente mejores que los de la Comisión Europea , que la cifra en 25,5% y 24,4% para los mismos periodos. Fuera del Plan de Estabilidad que ha enviado a Bruselas, el Gobierno avista un horizonte mejor. Prevé que, en términos de EPA, habrá 800.000 parados menos y 600.000 ocupados más entre 2014 y 2015. Para el mismo periodo, en cambio, BBVA Research estima la creación de 400.000 empleos.

José Ramón Pin Arboledas, profesor de economía de IESE Business School, cree que el desempleo «bajará más de lo estimado por el propio Gobierno». En su opinión, entre 2014 y 2015, caerá en un millón de personas. Se explica: «Cuando empiecen a subir los salarios (a principio de 2015) por el aumento de la demanda de trabajo, y se reduzca el IRPF (si el Gobierno cumple su palabra), se habrán reducido dos de los frenos al empleo ».

En cualquier caso, la tendencia parece que se ha invertido y es positiva. Estamos en la rampa de subida de la gráfica. El problema, ahora, es cómo acelerar el ritmo.

¿Cómo se consigue eso? ¿Cómo se incrementa el ritmo de creación de empleo? A corto plazo, opina Pampillón, «las medidas tienen que destinarse a continuar flexibilizando el mercado de trabajo». Cita como ejemplo la tarifa plana de 100 euros en las cotizaciones a la Seguridad Social para la contratación fija. Se podría, propone, «modificar la regulación laboral de los trabajadores más jóvenes, que por sus características (movilidad y horarios) podrían tener unas condiciones más flexibles».

Sobre la misma pregunta, Cardoso cree que «hay mucho espacio de mejora». «Las reformas que se han hecho hasta ahora son insuficientes para resolver los problemas que enfrenta el atípico mercado laboral español», como la temporalidad, el desempleo a largo plazo o las políticas activas de empleo. «Un 50% del desempleo viene del sector de la construcción, que no se va a recuperar. Hay que formar a esas personas para sectores que sí están creciendo». El economista jefe para España de BBVA Research también resalta el potencial del sector servicios para «ser uno de los motores del crecimiento» y de la creación de empleo.

Pampillón opina que este grave problema se debe al «bajo nivel de formación de la población española». Reclama políticas de educación para que «el capital humano se adecúe a las necesidades del mercado. Esta situación no puede solventarse de inmediato». Mientras tanto, Pin Arboledas afirma que el Gobierno debe centrarse en reducir «la presión fiscal y el gasto público».

Al final, para consolidar la recuperación - donde transita España desde el segundo trimestre del 2013, según Pampillón-. los expertos señalan la importancia de la reforma tributaria , en camino, y confían en el sector exportador, motor del crecimiento. Un sector que está, además, despertando la demanda interna en ciertos sectores: crece «la inversión interna en maquinaria y equipo», cita Cardoso.

El deseo es que todo ello permita un crecimiento sólido y duradero. El Gobierno espera un crecimiento del PIB del 1,1% en 2014, y del 1,8% en 2015; la Comisión Europa, del 1,1% y del 2,1%, respectivamente. La primavera sigue, así, abriéndose paso en España: el objetivo es que sea suficiente para ahuyentar el frío del desempleo.

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