El BCE, ¿cerrado por elecciones?
Parte del mercado esperaba que Draghi tomase ya medidas expansivas, pero éstas se retrasarán hasta junio, pasados los comicios europeos
v.r.a
El consenso del mercado es total. Existe la certeza en que el Banco Central Europeo (BCE) irá a más en sus decisiones de política monetaria para evitar que la recuperación se estanque. El presidente de la entidad, Mario Draghi , vino a confirmar en parte ... esas esperanzas, pero a la vez que arruinaba las expectativas de los que esperaban que estas medidas se anunciasen ya en la reunión del mes de mayo.
Hay dos factores a los que el mercado apuntaba ayer como causante de esta enésima demora en los anunciados planes del BCE de tomar cartas en el asunto: por un lado, los menores temores respecto al fantasma de la deflación , que tanto preocupa entre los países del sur. El IPC de la zona euro de abril creció del 0,5% al 0,7%, por lo que se hacía difícil una intervención de la entidad en este sentido.
El otro elemento que sobresale es la proximidad de las elecciones europeas. El consenso en el órgano de Gobierno de la entidad es fundamental para comenzar a tomar unas medidas inéditas en el historial de la entidad. Y en plena contienda electoral parece que el supervisor no ha tenido muchas presiones al respecto, o al menos solo en la dirección de seguir esperando. Es la pauta que marca Alemania, que a dos semanas de las elecciones no está dispuesta a hacer nuevas concesiones a los países del sur .
«Era de esperar. Hasta después de las elecciones no van a hacer nada. Las decisiones económicas están ligadas al ambiente político», señala Javier Urones, analista de XTB, que apunta que es «el temor a que cualquier medida siente mal a los electores lo que cierra el grifo de nuevas decisiones».
Aunque no obstante piensa que se trata exclusivamente de esa cuestión electoral, porque la ruta está claramente fijada: «Aunque estamos jugando muy bien el partido, hemos decidido pitar el descanso hasta que los ciudadanos voten», matiza Urones.
En cualquier caso, Draghi anunció que hay acuerdo entre todos los miembros del Consejo para actuar en junio si las previsiones de inflación para la Eurozona no mejoran. El banquero italiano dijo sentirse «cómodo» con tomar las medidas necesarias contra la baja inflación.
Las medidas em este sentido están claras. En primer lugar, un nuevo recorte sobre los tipos de interés, que ya se encuentran en el mínimo histórico del 0,25% , que de paso ayudaría a bajar la cotización del euro, actualmente sobrepreciado con respecto al dólar. Ayer un euro se cambiaba por encima de los 1,38 dólares. Esta depreciación ayudaría a las exportaciones europeas.
De hecho, en una consulta con 60 analistas realizado por la agencia Reuters, la mayoría creían que el euro tendría que encaminarse hacia los 1,42 dólares para hacer que el BCE se decida a actuar para debilitar la divisa.
La medida de reducir los tipos parece descontada el próximo mes, pero existen dudas sobre si se abordarán medidas más arriesgadas, como la compra de activos en el mercado, al estílo de la estrategia emprendida desde hace años por la Reserva Federal estadounidense. Los conocidos como Quantitive Easing (QE). La ruta parece clara, pero hasta el 26 de mayo habrá que esperar.
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