París y Berlín negocian la creación de un gigante de la energía y el transporte

El Gobierno francés, por mediación del ministro de Economía, Arnaud Montebourg, hizo una defensa sin ambages de su posición: «Rechazamos que Alstom decida en tres días la venta del 75 % de un símbolo nacional». El propio ministro pidió ayer a Alstom que «trate por igual» las ofertas de la estadounidense General Electric y la alemana Siemens, pero mostró su preferencia por las «alianzas». «Desde febrero vengo preguntando al presidente de Alstom, Patrick Kron, sobre sus proyectos de alianzas y me ha dicho que no había. ¿Tengo que ir a su despacho con un detector de mentiras», aseguró el ministro de Economía en el Parlamento ante la pregunta de un diputado que le reprochó no haber anticipado la operación sobre el industrial francés.

Montebourg fue más allá, al señalar que la propuesta de Siemens consiste en «crear dos campeones europeos y mundiales en los sectores de la energía y el transporte, el uno en torno a Siemens y el otro en torno a Alstom». El grupo germano puede proponer quedarse con la actividad energética y ceder a Alstom la suya de transportes, lo que supondría el nacimiento de dos gigantes europeos en esos dos sectores.

El portavoz de Cancillería, Steffen Seibert, ya había admitido en una rueda de prensa, anterior al comunicado de Siemens, contactos con su país vecino ante la posible compra de Alstom y señaló que el interés de la germana p or una «adquisición parcial», que generaría «grandes oportunidades para la política industrial» para ambos países. De momento, no existen cifras sobre la mesa, aparte de los 10.000 millones de euros que General Electric podría desembolsar por hacerse con los activos energéticos de la gala.

«A los dos grupos les decimos que son bienvenidos, pero que creemos en las alianzas. Nuestras empresas no son presas, son entidades potentes capaces de afrontar el mundo en su estado actual» , dijo ayer en el parlamento Montebourg, en el mismo día que recibió a los sindicatos del grupo, inquietos por las repercusiones que esas ofertas puedan tener en el mantenimiento de la mano de obra en Francia, donde Alstom emplea a 18.000 de sus más de 90.000 empleados.