No gastes ni un euro de más en tu factura de la luz del apartamento de la playa

En el portal Kelisto calculan que un usuario medio con una potencia contratada de 4,4 kW pagará en torno a 15,4 euros al mes aunque no encienda ningún aparato eléctrico ni la luz, frente a los 13 euros que abonaba antes. A esto hay que añadir el 27% de impuestos indirectos. Una medida que perjudica claramente a los propietarios de las segundas residencias con un consumo bajo o nulo durante determinados meses del año.

El consumidor se halla en una encrucijada: no se invita al ahorro, ya que el recibo cada vez tiene que ver menos con mantener apagado el interruptor. Desde la OCU, advierten de que en el último año el término fijo ha subido un 92% mientras que la el consumo de luz se ha abaratado un 10%.

En este sentido, la organización de consumidores propone tres soluciones para no pagar ni un euro de más en una vivienda vacía o que se utiliza unos pocos días al año como puede ser el apartamento de la playa.

La medida más radical que presentan es la de cortar la luz. En el caso de ser una casa de veraneo, puede compensar el coste de darse de baja y volverse a dar de alta. Esta salida no es válida en cambio para las viviendas antiguas con boletines de instalación de hace más de 20 años. Desde la OCU también advierten de que si se tarda más de tres años en volver a solicitar el contrato, la cantidad a pagar será muy superior.

También aconsejan recurrir a una rebaja de la potencia ya que en una segunda residencia no suele ser necesario tener más de 3,45 kilovatios. Por cada kilovatio menos que se contrata, un consumidor puede recortar su recibo en 60 euros anuales, según informa la OCU.

Por último, cambiar de tarifa puede ser una buena opción para pagar menos. Desde la OCU citan la tarifa «Mar y Montaña» de E-on, con la que la potencia sale gratis pero se paga bastante caro el consumo realizado.